El pintor de la realidad

Una inquietante cabeza de beb¨¦, de bronce oscuro y m¨¢s de dos metros y medio de alto, atrae la atenci¨®n de los paseantes en la Gran V¨ªa de Bilbao. Desde hace cuatro semanas la escultura Carmen despierta, anuncia en plena calle la inminente llegada a Bilbao de la exposici¨®n Antonio L¨®pez, una retrospectiva del pintor del realismo, el retratista de la Gran V¨ªa madrile?a, Premio Vel¨¢zquez 2006 y uno de los artistas espa?oles vivos m¨¢s reconocidos. El pr¨®ximo martes, el Museo de Bellas Artes abrir¨¢ al p¨²blico la exposici¨®n dedicada a Antonio L¨®pez con 130 obras (pinturas, esculturas, dibujos y bocetos), que permitir¨¢n conocer desde piezas que realiz¨® con 17 a?os a lienzos que salieron del estudio hace apenas un a?o.

El artista asisti¨® ayer a una presentaci¨®n a los 'amigos' del museo

Ayer, la retrospectiva fue visitada por miembros del colectivo de Amigos del Museo, en un horario de apertura extraordinario, que les permiti¨® conocer dos d¨ªas antes de la inauguraci¨®n oficial el trabajo realizado por los comisarios, Mar¨ªa, la hija del artista, y Guillermo Solana, el conservador-jefe del Museo Thyssen-Bornemisza. Antonio L¨®pez, con aspecto de hombre feliz, saludaba a todos y recib¨ªa la enhorabuena de sus admiradores, satisfecho con la exposici¨®n.

Las obras de las ¨²ltimas d¨¦cadas forman el n¨²cleo de la selecci¨®n, con viajes al pasado que permiten recorrer el trabajo de un artista de 75 a?os cumplidos que disfruta hablando de nuevos proyectos. Y no renuncia a acabar los viejos, pesadas losas que arrastra desde hace a?os sin decidir el momento del impulso definitivo o el punto final, como el retrato de la familia real, o las cabezas de los escritores Miguel Delibes y Rafael S¨¢nchez Ferlosio.

En la exposici¨®n est¨¢n, sin atender al orden cronol¨®gico en el que fueron creadas las obras, los temas recurrentes de su pintura: Tomelloso, los frutales, los retratos de su familia y Madrid. Son, ha dicho el artista, "los amores de toda una vida". Y un tributo a la escultura griega que toma la forma humana, similares a unas piezas procedentes del templo de Olimpia. "En la pintura o en los dibujos vas dejando una sustancia que es lo m¨¢s intimo de tu ser", ha confesado Antonio L¨®pez al reflexionar sobre la retrospectiva. "Decirlo da apuro, pero no puede ser otra cosa".

La exposici¨®n incluye obras inacabadas, una oportunidad para que el p¨²blico conozca sus largu¨ªsimos procesos de creaci¨®n. Para el visitante ser¨¢ "como si la gente entrara en un estudio", explica el pintor. En el vest¨ªbulo del museo otra cabeza de bronce recibe a los visitantes. Es Carmen dormida, otro retrato de su nieta, esta vez con los ojos cerrados.

La exposici¨®n del Museo de Bellas Artes ha abierto el foco de atenci¨®n de Antonio L¨®pez a nuevos paisajes urbanos para su pintura. La vista de Bilbao desde los 165 metros de altura de la Torre Iberdrola le han inspirado un retrato de la villa, atravesada por la R¨ªa, que quiere plasmar en un cuadro de dos metros de largo. Los primeros apuntes y las fotos ya est¨¢n hechos. A¨²n no hay fecha para ponerlo en marcha, aunque el pintor asegura que empezar un cuadro no le cuesta. Es m¨¢s tarde, explica, cuando entra en "un laberinto complicad¨ªsimo".