Postizos
Me apasiona la fina l¨ªnea que hay entre la comedia y la tragedia. Y tambi¨¦n c¨®mo una misma historia es c¨®mica o dram¨¢tica seg¨²n el punto de vista, seg¨²n si eres el protagonista o un mero espectador. Lo que es indudable es que la realidad nos da lecciones continuas a quienes creamos ficci¨®n, como dici¨¦ndonos: "Supera esto, anda".
Para quien no est¨¦ informado del caso, hace unos d¨ªas en Vitoria se produjo un intento de atraco en una sucursal bancaria. Un hombre disfrazado como un caco de carnaval entr¨® en el banco con la intenci¨®n de robar la caja y sali¨® minutos m¨¢s tarde desechando el plan. Su indumentaria (peluca, barba postiza y un gorro) llam¨® la atenci¨®n de los trabajadores y los clientes de la sucursal, quienes advirtieron a la polic¨ªa acerca de un individuo sospechoso. Pronto se descubri¨® que el hombre disfrazado era el hermano del director de la sucursal. Juntos hab¨ªan planeado robar el banco pero en el ¨²ltimo momento se lo pensaron mejor y desistieron. Las pistas para conectarlos como c¨®mplices fueron varias: el atracador us¨® el coche de su hermano para desplazarse hasta el banco y adem¨¢s el director, interrogado por la polic¨ªa, no destac¨® en ning¨²n momento que el hombre que hab¨ªa entrado fuera disfrazado. Una vez descubiertos, ambos dijeron que los motivos del intento de robo fueron los problemas econ¨®micos que atraviesan.
Le¨ªda, esta es una noticia c¨®mica, de esas que se usan en los telediarios para relajar los nervios tras cr¨®nicas de recesi¨®n econ¨®mica, hambre en el Tercer Mundo o atentados en Oriente Pr¨®ximo. Pero m¨¢s all¨¢ de los parecidos cinematogr¨¢ficos con Atraco a las 3 o Antes de que el diablo sepa que has muerto, la historia encierra un drama tremendo desde el punto de vista de los delincuentes. ?En qu¨¦ situaci¨®n desesperada deben estar estos individuos para lanzarse a una aventura tan descabellada? A m¨ª esto me parece lo interesante del asunto. Las circunstancias. El v¨¦rtigo econ¨®mico al que muchos est¨¢n expuestos ("se me acaba el subsidio de paro", "me van a embargar la casa", "nos han cortado la luz", "soy aut¨®nomo y tengo varias facturas que no me pagan"). Un hombre va a un todo a 100 a comprarse una barba y una peluca postizas. Quiz¨¢s el plan del atraco no le parezca perfecto pero no existe otra salida. Hay que hacerlo. Es la ¨²nica soluci¨®n.
Toda historia puede contarse como una tragedia o una comedia pero siempre he cre¨ªdo que las narraciones m¨¢s interesantes son las que contienen ambas matices. No porque haya elementos de comedia y otros de drama sino porque el mismo acto puede tener una interpretaci¨®n divertida o terrible. Para el atracador esta historia es aterradora pero para el lector, quien lee acerca de un tipo con peluca que entra en un banco con una pistola de pl¨¢stico, la risa a¨²n resuena. Y en el fondo esa risa es heladora.
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