Filarm¨®nica (espa?ola) de Berl¨ªn
El director Pablo Heras-Casado debuta al frente de la m¨ªtica orquesta
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A los 10 a?os sus padres le compraron una cassette en un mercadillo de Granada. En aquel artefecto anal¨®gico sonaba el R¨¦quiem de Mozart dirigido por Herbert von Karajan. No est¨¢ seguro, pero posiblemente esa fue su primera referencia clara de la m¨ªtica orquesta alemana. Pasaron los a?os y primero se hizo cantante, luego empez¨® a dirigir coros y ensembles, tambi¨¦n sinf¨®nicas profesionales... Pero siempre que pasaba por Berl¨ªn, Pablo Heras-Casado (Granada, 1977) hac¨ªa parada en el precioso edificio pentagonal de la Philharmonie. Es un secreto, pero algunas veces incluso lleg¨® a colarse para escuchar un ensayo dirigido primero por Claudio Abbado y m¨¢s adelante por Simon Rattle. Ayer, a sus 33 a?os y a las ocho en punto de la tarde, vestido con un precioso frac que se enfund¨® frente al espejo de la habitaci¨®n de su hotel, le esperaban m¨²sicos y p¨²blico para subir al legendario podio de la Filarm¨®nica de Berl¨ªn y certificar la primera parada, dice ¨¦l, del inicio de una nueva etapa. Un hito al alcance, hasta ahora, de un reducido grupo de directores espa?oles: Jos¨¦ Barradas, Rafael Fr¨¹hbeck de Burgos, Antoni Ros-Marb¨¢, Jes¨²s L¨®pez Cobos, Crist¨®bal Halffter o Pl¨¢cido Domingo.
"El sonido desde este podio es ¨ªntimo y profundo, de una dimensi¨®n c¨®smica"
Heras, protegido de Mortier, dirigir¨¢ un 'Rigoletto' en 2013 en el Metropolitan
La noche anterior a su debut, Heras-Casado advert¨ªa que no es nada mit¨®mano, aunque la Filarm¨®nica siempre ocup¨® un lugar preferente en sus emociones. Es un tipo tranquilo Heras-Casado, y anteayer durmi¨® a pierna suelta, disfrut¨® de los ensayos y no sufri¨® ni un minuto el temido desprecio que esta formaci¨®n puede proyectar contra un director inseguro. Porque la Filarm¨®nica de Berl¨ªn r¨¢pido detecta si eres uno de los suyos. Te respetan o no te respetan. Te aceptan o no. Y el director invitado debe servir un buen c¨®ctel de humildad, autoridad y conocimiento a la hora de acercarse por primera vez a los atriles. Ese primer instante es fundamental. As¨ª son los enamoramientos. No pocos directores, grandes m¨²sicos, han sucumbido al asomarse al horizonte de la mejor orquesta del mundo. Nadie tiene la receta. Pero Heras-Casado supo enseguida que hab¨ªa pasado la prueba con nota. Simon Rattle, director de la Filarm¨®nica de Berl¨ªn, le llam¨® por la ma?ana para decirle que hab¨ªa seducido a sus chicos. Un b¨¢lsamo impagable para subir esos 20 cent¨ªmetros que separan el ic¨®nico podio berliner del resto de la humanidad y dirigir tres noches seguidas.
Ponerse al frente de ese engranaje perfecto debe de marear. Pero ?de qu¨¦ est¨¢ hecho ese sonido ¨²nico?: "Es muy poderoso, redondo, profundo, sientes que viene de abajo... pero tiene mucho brillo y un enorme perfil. Es muy flexible: cuando est¨¢s en el podio, siendo la orquesta tan grande, tienes la sensaci¨®n de estar muy cerca de cada m¨²sico. Hay una comunicaci¨®n muy estrecha. Y eso se refleja en el sonido: es ¨ªntimo y camer¨ªstico, pero ampliado a una dimensi¨®n c¨®smica. El rango de colores y de din¨¢micas de intensidades es casi infinito. Es una orquesta que no reserva nada en cada ensayo", explica el director de orquesta espa?ol. Y a?ade: "Es m¨¢s, la Filarm¨®nica crece incluso cuando no practica. Te marchas por la noche y al d¨ªa siguiente est¨¢ a un nivel m¨¢s alto de lo que la dejaste. Se juegan la vida tocando. Han tenido directores muy distintos y nunca han mantenido una relaci¨®n de amor absoluto con ninguno: hay una dial¨¦ctica, una tensi¨®n productiva... todos est¨¢n a la b¨²squeda de algo y su vida es alcanzar el m¨¢ximo nivel art¨ªstico est¨¦ quien est¨¦. Eso es lo que hace que la Filarm¨®nica sea ¨²nica". El programa elegido (Mendelssohn, Szymanowski y Luciano Berio), un tanto particular y alejado del repertorio de esta formaci¨®n, quiz¨¢ ha ayudado a mantener la curiosidad de unos m¨²sicos que ayer por la ma?ana, en el ¨²ltimo ensayo, todav¨ªa escuchaban atentos las instrucciones del debutante.
?l est¨¢ plet¨®rico. Lleva m¨¢s de tres a?os dando vueltas por las mejores salas y teatros del mundo. En 2013, este director que nunca quiso padrinos ni mentores, self-made, dice ¨¦l, debutar¨¢ en el Met de Nueva York con Rigoletto. En Madrid, particip¨® de la primera temporada de Gerard Mortier (uno de sus valedores) en el Teatro Real con Ascenso y ca¨ªda de la ciudad de Mahagonny y cerrar¨¢ la pr¨®xima dirigiendo a Pl¨¢cido Domingo en Il Postino. Pero ¨¦l dice que no importa tanto el sitio, que dirigir es optimizar el material que tienes en tus manos: "Lo importante para m¨ª siempre fue dirigir, por eso he hecho de todo. El placer que te proporciona es el contacto f¨ªsico con la m¨²sica. La dimensi¨®n emocional, intelectual y f¨ªsica que posee es incomparable".
Por su juventud, Heras-Casado pertenece a una generaci¨®n (con Gustavo Dudamel entre otros) muy alejada del autoritarismo dictatorial de m¨ªticos directores. Ellos resuelven la cuesti¨®n por otros cauces. "Una orquesta siempre necesita autoridad. Me lo han pedido estos d¨ªas, demandan exigencia. Pero mis colegas y yo somos parte de una sociedad muy diferente. Cuando hablamos del mito del maestro son directores que tienen 50 a?os m¨¢s. Europa era muy distinta y los mecanismos sociales han cambiado. Una orquesta es una peque?a sociedad, y t¨² te relacionas de forma proporcional. Es algo m¨¢s abierto, comunicativo y rec¨ªproco. Y es fant¨¢stico, no podr¨ªa conseguir el respeto de otra forma".
En el mundo de la m¨²sica, todos sostienen que debutar con la Filarm¨®nica de Berl¨ªn es una verdadera haza?a. Pero tambi¨¦n que la prueba de fuego, la dimensi¨®n aut¨¦ntica del mito, consiste en volver. Pablo Heras-Casado se r¨ªe. Tiene toda una vida por delante para intentarlo.

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