Facebook cambia sus fachadas
La red social introducir¨¢ sustanciales novedades en la interfaz
La conferencia F8 fue el punto de partida. Facebook tiene por costumbre hacer muchos cambios sin demasiados avisos. En esta ocasi¨®n, ante uno verdaderamente relevante, el propio Mark Zuckerberg explic¨® las novedades el 22 de septiembre. Los perfiles se transforman radicalmente. La empresa de Palo Alto no pone una fecha concreta, asegura que pronto lo tendr¨¢n todos los usuarios. De momento, poco a poco, va dejando que se hagan pruebas para que se acostumbren a la est¨¦tica y el funcionamiento. Y las hemos hecho.
- Foto en la portada. Uno de los hechos que hizo de Facebook la red social predominante frente a sus competidores fue su apertura. Casi desde los comienzos se permiti¨® que se creasen aplicaciones de terceros. Con el redise?o siguen presentes, pero pierden relevancia. El muro, hasta ahora centro neur¨¢lgico de las acciones, se desdobla. Ahora manda la portada, que es como se llamar¨¢ en espa?ol a la parte superior del perfil coronada con una foto a dos columnas, en posici¨®n horizontal. No debe ser necesariamente una foto en la que salga la persona, sino algo m¨¢s conceptual, seg¨²n Facebook, algo que le guste, le defina. En la parte inferior izquierda de la generosa imagen aparece la foto del perfil habitual, que sigue siendo cuadrada. Las acciones son m¨¢s directas. Se pueden cambiar con un solo clic. Debajo de estas dos im¨¢genes, a modo de resumen, se a?aden cuatro l¨ªneas con informaci¨®n sobre estudios, lugar de nacimiento, trabajo y residencia. Junto a las mismas aparecen cuatro cajas con fotos en miniatura. Son un acceso directo a las p¨¢ginas que nos gustan, los amigos m¨¢s cercanos y los lugares visitados. Estas cuatro ventanas se pueden cambiar por notas, aplicaciones, juegos o lo que se use con m¨¢s frecuencia.
- Biograf¨ªa. A partir de ah¨ª empieza la verdadera revoluci¨®n, el timeline, l¨ªnea temporal. Inicialmente traducido al espa?ol como Cronolog¨ªa y finalmente denominado Biograf¨ªa, algo que se ajusta mucho mejor a su cometido. Facebook convierte nuestra vida en una revista con un eje central que funciona como hilo temporal y del que salen todas nuestras acciones en cada una de las columnas. Para acceder a lo que se hizo el primer d¨ªa en Facebook basta con ir al acceso directo en el lateral derecho de la pantalla. La gran novedad es que nuestra vida en el mundo virtual no comienza con el estreno en Facebook, sino con nuestro nacimiento. A partir de ah¨ª se pueden a?adir tantos hechos como se quieran. Las fotos de reci¨¦n nacido, el d¨ªa que se cumplieron ocho a?os, las primeras vacaciones en la playa... Facebook se hace retroactivo.
Se gana en atenci¨®n, en tiempo para ver qu¨¦ hicieron o hicimos con amigos en este servicio pero, al mismo tiempo, se pierde parte de privacidad. Es evidente que no se hace lo mismo cuando se tienen 30 amigos que cuando se tienen 200, por mucho que se acoten los grupos.
- Cinco iconos. Hasta que el sistema sea verdaderamente sem¨¢ntico, han sacado una soluci¨®n intermedia. Junto a la posibilidad de a?adir d¨®nde se est¨¢ o una imagen, aparecen cinco iconos con el azul marca de la casa que cambia al pasar el rat¨®n por encima. Est¨¢n dedicados a cinco temas diferentes. El malet¨ªn es para formaci¨®n y empleo: ya no basta con decir d¨®nde se trabaja. Entre las opciones: estudios en el extranjero, servicio militar, jubilaci¨®n, trabajos voluntarios... El coraz¨®n marca los hitos sentimentales: boda, compromisos, momento en que se tuvo un hijo o se adopt¨® una mascota (como si fuera lo mismo...). La casa simboliza los cambios de domicilio, y dentro de este apartado se incluyen reformas en la misma, la compra o las personas con que se comparti¨®.
La metamorfosis de Zuckerberg, ¨²ltimamente algo m¨¢s atl¨¦tico y con una peculiar dieta -consistente en que desde el inicio de 2011 solo come animales que ha matado ¨¦l mismo-, se refleja con un nuevo icono. La manzana est¨¢ dedicada al bienestar. En este ep¨ªgrafe, que se presta a uso c¨®mico, se indican los cambios de h¨¢bitos alimenticios, desde cuando se usan gafas o lentillas, el momento en que se tuvo una fractura, una operaci¨®n, la fecha en que se diagnostic¨® o super¨® una enfermedad.
El ¨²ltimo apartado, simbolizado por un bander¨ªn, mezcla varias acciones: desde un viaje a aprender a tocar un instrumento o sacarse el carn¨¦ de conducir, hasta el momento en que se quitaron los ruedines a la bicicleta. En Facebook se puede recordar el d¨ªa en que nos hicimos un tatuaje o dimos, tal cual, el primer beso. Si se considera que cualquiera de estas informaciones puede tener un lugar destacado, al hacer clic en una estrella que sale al lado, esta acci¨®n pasar¨¢ a ocupar dos columnas en lugar de una de las dos del hilo temporal. La duda es si tanta variedad se reflejar¨¢ o se seguir¨¢ usando libremente como hasta ahora, sin categorizar tanto.
- Suscripciones. Los celos de Facebook con respecto a Twitter y su capacidad para difundir informaci¨®n se neutralizan con las suscripciones, dedicado especialmente a periodistas y blogueros. La p¨¢gina explicativa no est¨¢ totalmente traducida al espa?ol. La suscripci¨®n es el camino intermedio entre la amistad y el inter¨¦s por las noticias que alguien comparte. No hace falta ser amigo de Nick Bilton, Arianna Huffington o Pete Cashmore para ver las noticias que cuelgan en su perfil y comentarlas. Una vez suscritos a periodistas o comunicadores que han a?adido esta opci¨®n a su perfil, los comentarios y enlaces de su muro aparecer¨¢n mezcladas con las novedades de los amigos y en la (pol¨¦mica) columna de teletipo.
De esta manera, no es necesario que las personas muy populares se hagan una p¨¢gina como sucede con las marcas y servicios cuando se superan los 5.000 amigos, sino que siguen manteniendo el perfil personal. Facebook sigue considerando 5.000 como el l¨ªmite de contactos, sin embargo, el n¨²mero de suscriptores es ilimitado. Es misi¨®n del periodista decidir si alguien es suscriptor o se le da un acceso m¨¢s cercano y que forme parte del c¨ªrculo de amigos.
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