Una campa?a aplastada por la crisis
La situaci¨®n griega, el paro y los malos datos econ¨®micos ocultan los mensajes previstos - Todo se pone en contra del PSOE - El PP opta por un perfil bajo y da por hecha una diferencia de 15 puntos - El CIS consolidar¨¢ hoy esa gran ventaja
Las campa?as electorales son una aut¨¦ntica ciencia. Decenas de asesores trabajan durante semanas para marcar una estrategia clara. Dise?an mensajes, logos, estilos. Se re¨²nen centenares de veces para tratar de controlarlo todo. Y gastan mucho dinero. Hasta 41,6 millones de euros va a costar esta que hoy empieza, despu¨¦s de que los partidos pactaran reducir el presupuesto. La anterior, en 2008, vali¨® casi 50 millones. Se supone que todo est¨¢ pensado y dise?ado al mil¨ªmetro. Y, sin embargo, esta vez es diferente. Esta no es una campa?a normal.
Es una campa?a intervenida, incapaz de moverse por s¨ª misma, porque todo lo imprevisto est¨¢ sucediendo a la vez: los malos datos econ¨®micos, el dram¨¢tico dato del paro, la crisis griega, la amenaza de recesi¨®n. Todo parece aliarse en una especie de tormenta perfecta contra el candidato del PSOE, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, o una conjunci¨®n astral para el del PP, Mariano Rajoy, seg¨²n el cristal con el que se mire.
Todo parece ir hacia la tormenta perfecta contra Rubalcaba o a favor de Rajoy
La campa?a costar¨¢ 41,6 millones; la de hace cuatro a?os cost¨® 50
Esta campa?a est¨¢ intervenida por la crisis: nada sale como estaba previsto
El candidato del PSOE solo tiene una oportunidad; el debate del lunes
Nada ha salido como estaba previsto. Ni el PP, que estaba convencido hace unos meses de que ganar¨ªa las elecciones pero no con mayor¨ªa absoluta y de que llegar¨ªa al Gobierno en plena recuperaci¨®n, lo que le facilitar¨ªa las cosas, ni el PSOE, que adelant¨® los comicios en julio con la idea de que en noviembre las cosas podr¨ªan estar algo mejor despu¨¦s de un verano que fue realmente bueno. Nadie pens¨® que la campa?a llegar¨ªa en plena debacle econ¨®mica, con los peores datos de paro de los ¨²ltimos 15 a?os, con un octubre p¨¦simo solo comparable al de 2008, en pleno hundimiento tras la ca¨ªda de Lehman Brothers.
Y, por si fuera poco, llegan las acusaciones de un empresario imputado por corrupci¨®n contra Jos¨¦ Blanco, ministro de Fomento. Aunque esta vez no es el jefe de campa?a, lo es Elena Valenciano, Blanco es un pol¨ªtico fundamental en la estrategia del PSOE, porque en el reparto de papeles habitual en todos los partidos es el encargado de lanzar los mensajes m¨¢s duros contra Rajoy.
Con la pol¨¦mica por la denuncia -aunque el ministro no est¨¢ imputado en nada, niega todos los hechos e insiste en que el ¨²nico elemento es la denuncia de un empresario presuntamente corrupto- se reduce la fuerza de su ataque contra el l¨ªder del PP, en el que siempre ha sido muy eficaz, tanto que en el PP siempre sale a contestarle alguno de los duros para intentar minimizar da?os.
En esas condiciones, sobre todo por las malas noticias econ¨®micas, las que tienen mayor impacto, parece que nada de lo que digan o hagan los candidatos mueve un ¨¢pice la din¨¢mica de campa?a. Las noticias que llegan de fuera de los m¨ªtines trastocan por completo los discursos, convierten en in¨²tiles las horas dedicadas a dise?ar estrategias y se llevan por delante los mensajes preparados. Todo queda oculto.
El ambiente que se vive en el PP qued¨® reflejado ayer en una frase del alcalde de C¨®rdoba, Jos¨¦ Antonio Nieto, en un mitin con Rajoy: "Que nadie se duerma", grit¨® al p¨²blico. El PP llevaba meses convencido de que ganar¨ªa. Pero ahora va m¨¢s all¨¢. Ya da por hecha la mayor¨ªa absoluta. Y clara. Rajoy y sus gur¨²s en las encuestas, en especial Pedro Arriola, est¨¢n cada vez m¨¢s convencidos de que es posible, casi seguro si no cometen alg¨²n error en la campa?a, superar los 15 puntos de diferencia con el PSOE que plantean la mayor¨ªa de los sondeos.
Las percepciones del entorno del PP quedar¨¢n hoy confirmadas cuando se presente la encuesta del CIS, la m¨¢s importante -y cara- que se publica en Espa?a, con 17.000 entrevistas. Los datos que ofrecer¨¢ confirmar¨¢n esa distancia de 15 puntos y sobre todo el enorme agujero que sufre el PSOE en Catalu?a y Andaluc¨ªa, precisamente las dos comunidades, con el Pa¨ªs Vasco, donde el buen resultado de 2008 permiti¨® la segunda victoria de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero.
Rajoy tiene tantas esperanzas puestas en Catalu?a, donde en 2008 tuvo un resultado tan desastroso -ocho esca?os- como espectaculares fueron los 25 diputados del PSOE, que por primera vez en la historia del PP abri¨® la campa?a anoche all¨ª.
Rajoy sabe que con cada mal dato de paro hay un trasvase mayor de votantes socialistas. Por eso toda su campa?a est¨¢ centrada en no dar miedo. Para no movilizar a la izquierda, pero ahora tambi¨¦n para permitir que ese trasvase que detectan las encuestas -el PP habla de hasta un mill¨®n de votos- no se frene y sea natural. Rajoy solo necesita para eso hacer llamamientos a la concordia, prometer que unir¨¢ al pa¨ªs, evitar pol¨¦micas -como ha hecho con su programa de fondo liberal pero lleno de eufemismos y ambig¨¹edades- y seguir subido en el carro de la econom¨ªa. "El dato del paro es insoportable", dijo ayer, y le bast¨® con eso para ganar un d¨ªa m¨¢s y estar convencido de que el PSOE ha perdido otro d¨ªa de campa?a.
Mientras, para mostrar el ambiente que se vive en el PSOE, tambi¨¦n basta una frase del propio Rubalcaba ayer: "En este momento es m¨¢s f¨¢cil que el Madrid le gane al Bar?a que remontar a Rajoy", dijo en Radio Marca. Claro que luego ajust¨® por la tarde en el mitin en Torrelavega (Cantabria), y pas¨® del f¨²tbol al atletismo, su especialidad: "Entramos por detr¨¢s en la recta final, pero lo importante es c¨®mo llegas a la meta. Hay que correr m¨¢s que el PP, lo hemos hecho otras veces, con ganas de ganar", clam¨® ante los suyos. Y es verdad que el PP le tem¨ªa a las campa?as del PSOE, porque siempre ganaba ah¨ª, pero incluso en eso, esta vez parece distinto.
La crisis y el paro han dejado en segundo plano incluso el debate por los recortes de las autonom¨ªas del PP, en el que se concentr¨® con ¨¦xito Rubalcaba en la precampa?a, tanto que los populares estaban molestos. Y falta a¨²n por ver el efecto del 15-M, que hoy y el domingo vuelve a la calle. Todos los analistas coinciden en que en las auton¨®micas y municipales su presencia perjudic¨® al PSOE.
Cuando Alfredo P¨¦rez Rubalcaba acept¨® ser el candidato del PSOE, en mayo, y cuando Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero decidi¨® adelantar las elecciones, en julio, nadie pensaba en este escenario. Hab¨ªa algunos t¨ªmidos datos positivos, y sobre todo el verano fue bueno por la extraordinaria temporada tur¨ªstica.
Rubalcaba, que tiene por estilo personal no mostrarse casi nunca optimista, ve¨ªa entonces la carrera electoral, seg¨²n sus colaboradores, como la tarea tit¨¢nica del monta?ero que debe escalar el Everest sin ox¨ªgeno ni sherpa y con una mochila cargada de piedras. Pero despu¨¦s lleg¨® agosto, el riesgo real de intervenci¨®n, el pacto constitucional, los terribles datos de paro de septiembre y octubre, y ahora la nueva crisis griega. Y el entorno de Rubalcaba parece haberse quedado sin im¨¢genes para calificar lo que les est¨¢ pasando antes de empezar la campa?a.
En medio del desastre, solo hubo ayer un dato positivo para la econom¨ªa espa?ola, un pa¨ªs con cuatro millones de hipotecas a tipo variable referenciadas al Euribor. El Banco Central Europeo baj¨® los tipos de inter¨¦s un cuarto de punto. Este cambio, despu¨¦s de dos subidas en los ¨²ltimos meses, facilita el giro discursivo que Rubalcaba est¨¢ tratando de introducir en la campa?a: la idea de que los recortes solos no valen, que hay que estimular la econom¨ªa. Rubalcaba ha pedido varias veces este recorte de tipos, mientras Rajoy no ha entrado nunca a este detalle. ?l solo habla de austeridad y reformas, sobre todo del mercado laboral.
Pero con la campa?a intervenida, es muy dif¨ªcil que este tipo de debates sobre las soluciones alternativas a la crisis lleguen realmente al votante. Rubalcaba tiene una ¨²nica posibilidad: el debate del lunes. Rajoy y Rubalcaba est¨¢n ya preparando ese encuentro, que podr¨¢ dar un arranque real a la campa?a, aunque nadie espera mucho de ¨¦l.
En 2008, los dos debates movieron un 1,5% de los votos, seg¨²n los estudios poselectorales. Muy poco cuando la diferencia de partida es de 15 puntos. Aun as¨ª, los socialistas conf¨ªan en el debate por otra cuesti¨®n muy importante para ellos: las encuestas detectan, adem¨¢s de la fuga al PP, una grieta por la que se escapan votos socialistas a los partidos peque?os (IU, UPyD, Equo), que podr¨ªan tener un gran resultado en estas elecciones con el Congreso m¨¢s fragmentado que se recuerda.
Un debate como el del lunes refuerza el bipartidismo y el voto ¨²til, centra la lucha en los dos que pueden gobernar, creen en el PSOE, y eso les ayuda. Claro que si despu¨¦s del lunes no cambia nada, Rubalcaba habr¨¢ agotado tal vez su ¨²ltimo cartucho.
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