Las televisiones auton¨®micas, un agujero sin fondo y sin audiencia
Las 13 cadenas costaron al contribuyente casi 2.000 millones de euros en 2010, m¨¢s un endeudamiento de 1.500 millones "por los d¨¦ficits del pasado"
Ni pegada de carteles ni c¨¢maras en los m¨ªtines. La Televisi¨®n del Principado de Asturias (TPA) no sigue las correr¨ªas de los pol¨ªticos en la campa?a electoral. No tiene dinero para eso.
Es el ¨²ltimo cap¨ªtulo del culebr¨®n que vive la Radio Televisi¨®n del Principado de Asturias (RTPA) desde que gobierna en la comunidad Francisco ?lvarez-Cascos. De la noche a la ma?ana, fiel a su estilo, cort¨® el grifo del dinero a la televisi¨®n regional. Un hecho hist¨®rico entre los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos, que, en primer lugar, se dedican a ser espejo y altavoz del Gobierno de turno.
Mientras la mayor¨ªa de los Gobiernos aut¨®nomos, obligados por la crisis, han cortado en torno al 10% su aportaci¨®n al presupuesto de las televisiones regionales del pr¨®ximo a?o, ?lvarez-Cascos lo cort¨® con car¨¢cter inmediato y retroactivo. De poco vale argumentar que la RTPA es, en t¨¦rminos absolutos, la televisi¨®n menos cara de todas las auton¨®micas, con un presupuesto de 37 millones, de los que 11,3 los aporta el Gobierno regional.
?lvarez-Cascos suprime el pago del Gobierno a la emisora asturiana
La audiencia regional prefiere canales generales a los propios
Desde la restituci¨®n de la democracia en 1976, excepto La Rioja, Navarra, Cantabria y Castilla y Le¨®n, el andamiaje institucional de cada autonom¨ªa se ha apoyado tambi¨¦n en una televisi¨®n p¨²blica pagada con una doble v¨ªa de ingresos, los presupuestos p¨²blicos y los ingresos publicitarios. Vascos, catalanes y gallegos fueron de los primeros en crear sus propias radios y televisiones con el objetivo, entre otros, de preservar y fomentar la lengua vern¨¢cula.
Un cuarto de siglo despu¨¦s, estas tres televisiones, junto a Canal Sur de Andaluc¨ªa, y la reciente Arag¨®nTV, son las m¨¢s arraigadas en su zona, aunque su media mensual casi siempre est¨¦ por debajo del 14%; es decir, la mayor¨ªa de gallegos ve canales diferentes a Tele Galicia, la mayor¨ªa de vascos, canales diferentes a los de Euskal Telebista (su canal en euskera solo lo sigue el 1,7% de los vascos) y parecido ocurre con los catalanes o los andaluces.
Se calcula que las 13 televisiones p¨²blicas auton¨®micas costaron al contribuyente casi 2.000 millones de euros el a?o pasado, m¨¢s un endeudamiento de 1.500 millones "por los d¨¦ficits de explotaci¨®n del pasado", seg¨²n contaba hace un a?o el entonces presidente de la Uni¨®n de Televisiones Comerciales Asociadas, Alejandro Echevarr¨ªa. En 2007, por ejemplo, en una jugada similar a la del Gobierno central con RTVE, la Generalitat de Catalu?a se hizo cargo de la bola de nieve en forma de 1.000 millones de euros, hecha durante los 23 a?os de Gobierno de Pujol.
Este a?o ser¨¢ peor para el panorama de la televisi¨®n auton¨®mica, pues a una reducci¨®n generalizada del dinero que cada Gobierno da a su televisi¨®n (en torno al 10% menos), se a?ade la dr¨¢stica ca¨ªda de ingresos por publicidad. Para paliar los menores ingresos por ambos lados (Gobierno aut¨®nomo y publicidad), los recortes han llegado a la reducci¨®n del salario, como es el caso de la mastod¨®ntica plantilla de la televisi¨®n catalana, unas 1.800 personas.
En total, las televisiones auton¨®micas emplean a 10.000 personas, "que hacen lo mismo que pueden hacer Telecinco o Antena 3 con 1.000 personas de plantilla", seg¨²n explic¨® Echevarr¨ªa el pasado a?o.
Anualmente la consultora Deloitte publica, a petici¨®n de UTECA (Uni¨®n de Televisiones Comerciales Asociadas) un informe econ¨®mico sobre el coste de las teles auton¨®micas. Seg¨²n el de 2010, las que salen m¨¢s caras al ciudadano son Euskal Telebista, que cuesta 253 euros por hogar vasco, seguida de la de Catalu?a (209 euros), la de Valencia (202 euros), la de Murcia (192 euros) y la de Andaluc¨ªa (173 euros). A lo que habr¨ªa que sumar el coste de TVE y, probablemente, el de la televisi¨®n municipal de turno.
Pese a que los c¨¢lculos proceden de parte interesada -las televisiones privadas que aspiran a obtener la publicidad de las p¨²blicas-, sus n¨²meros se quedan cortos si se miden de otra forma. El estudio anual se hace sobre hogar, ya que, en definitiva, cada hogar, cada ciudadano de esa autonom¨ªa, vea o no el canal auton¨®mico, lo paga con sus impuestos. Si el c¨¢lculo se hiciera sobre lo que le cuesta conseguir un espectador, la cifra se multiplicar¨ªa varias veces. Si el presupuesto de la televisi¨®n asturiana se divide por su poblaci¨®n sale a 34 euros a?o/asturiano; si se mide, en cambio, por lo que le cuesta tener un espectador, le sale a 406 euros, basurilla comparados con los 1.200 euros que vale un espectador IB3, la tele de Baleares.
En el caso del canal en euskera de Euskal Telebista, cada uno de sus 37.434 espectadores de media del ¨²ltimo mes superar¨ªa tambi¨¦n el millar de euros, aunque en estos c¨¢lculos en bruto habr¨ªa que descontar el coste, muy inferior, de las emisoras radiof¨®nicas de cada ente.
El crecimiento del presupuesto no ha ido en consonancia con el aumento de sus audiencias. La llegada de las televisiones privadas primero, luego las de sat¨¦lite y finalmente la TDT, ha fragmentado las audiencias, y ha perjudicado mucho a las auton¨®micas, que, adem¨¢s, no han podido reducir con la misma celeridad gastos de personal y de infraestructura.
En octubre solo una televisi¨®n auton¨®mica lider¨® en su zona, TV3, primer canal del ente CCMA de la Generalitat de Catalu?a, aunque el resto de sus canales se qued¨® por debajo del 1,6%. En cualquier caso, una cifra alt¨ªsima si se compara con el segundo canal de Telemadrid, laOtra, aquel por el que con tanto af¨¢n litig¨® el Gobierno regional contra el nacional. A laOtra la sigue el 0,9% de los madrile?os. En general, el p¨²blico local prefiere los canales nacionales a los suyos.
El preanuncio del Partido Popular de cambiar la legislaci¨®n para permitir la privatizaci¨®n de canales p¨²blicos, se matiz¨® en el programa oficial para decir: "Establecer techos de gastos y de endeudamientos para todos los medios p¨²blicos", tanto auton¨®micos como municipales, e "impulsar las reformas legislativas para que las Administraciones aut¨®nomas y locales tengan libertad para adoptar nuevos modelos de gesti¨®n de las televisiones p¨²blicas que permitan la entrada a la participaci¨®n privada". Esto es, "desnaturalizar el servicio p¨²blico de la televisi¨®n", seg¨²n el secretario de Medios de Comunicaci¨®n Social de la Federaci¨®n de Servicios de UGT, Carlos Ponce.
Como las televisiones auton¨®micas se han creado por ley, solo pueden ser modificadas o cerradas por el mismo m¨¦todo... excepto si se aplica la soluci¨®n Cascos: a la extinci¨®n por el impago.
La respuesta no se ha hecho esperar. No hay c¨¢maras para los m¨ªtines en Asturias, pero s¨ª para las manifestaciones de los trabajadores de la RTPA, de las que se informa puntual y exhaustivamente: "Trabajadores de RTPA desarrollaron ayer pegadas de carteles paralelas a las de los cuatro candidatos de Asturias a las generales", se lee y se ve en su web. "Exig¨ªan as¨ª una soluci¨®n a los impagos y a los despidos que est¨¢n sufriendo, y garant¨ªas de futuro para la radiotelevisi¨®n p¨²blica y para el sector audiovisual asturiano".
Es dif¨ªcil pensar que alguien vaya a invertir en, por ejemplo, laOtra o en 7RM, la televisi¨®n murciana (3,2% de audiencia) con, adem¨¢s, gesti¨®n p¨²blica.
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