Wall Street mira a Sol

Un oc¨¦ano, unas ocho horas de viaje en avi¨®n y 5.779 kil¨®metros separan a Madrid de Nueva York. A pesar de la distancia, una decena de espa?oles curtidos en el campamento que se instal¨® desde el pasado 15 de mayo en la Puerta del Sol de la capital decidieron trasladarse hasta la ciudad estadounidense, primero, para "apoyar la acci¨®n", y en segundo lugar, para asesorar a los indignados de Zuccotti Park (renombrada como plaza de la Libertad) a trav¨¦s de la experiencia de la acampada en Sol.

La artista multimedia Nikky Schiller (Madrid, 1974) lleg¨® a la ciudad de los rascacielos el 17 de septiembre para respaldar "internacionalmente" la iniciativa Occupa Wall Street -la acampada frente a la Bolsa de Nueva York para pedir la regulaci¨®n de los mercados, la creaci¨®n de una banca p¨²blica y un reparto equitativo y justo de la riqueza-. Una protesta que al igual que en Sol no empez¨® a lo grande sino que fue creciendo, desde los activistas que la promovieron los primeros d¨ªas hasta la llegada de familias completas. Resta importancia a c¨®mo tom¨® la decisi¨®n y contesta por correo electr¨®nico: "En junio decid¨ª apoyar la cr¨ªtica al sistema financiero y venir a Nueva York. Viaj¨¦ sola aunque sab¨ªa que habr¨ªa compa?eros que ya se hab¨ªan trasladado y otros que llegar¨ªan m¨¢s tarde".

La magia del lugar

Justo 50 d¨ªas despu¨¦s, es miembro activo del grupo de centro de medios audiovisuales, una actividad que ya hab¨ªa desempe?ado en su estancia en la denominada "rep¨²blica de Sol". En Manhattan, el comit¨¦ de medios ha bebido de la experiencia espa?ola: transmisi¨®n en directo a trav¨¦s de Internet (globalrevolution.tv) y publicaci¨®n de un diario propio (Occupied Wall Street). "Una de mis sugerencias fue que se hiciera el peri¨®dico, pero ya se estaba trabajando en ello. Muchas veces he podido proponer cosas, pero despu¨¦s he visto que ya se estaban produciendo de manera espont¨¢nea", explica Schiller, "esta es la magia que se produce en las plazas que se ocupan", a?ade.

Junto a ella, otra decena de espa?oles, "la mayor¨ªa de ellos profesores", se embarcaron en el viaje que se plante¨® por primera vez en una reuni¨®n de la Comisi¨®n de Extensi¨®n Internacional. Gracias a la vivencia del kil¨®metro cero han compartido con los indignados de Nueva York el organigrama de comisiones que se puso en marcha en el campamento de Madrid y que ha tenido su r¨¦plica en el coraz¨®n del distrito financiero de Manhattan con los grupos de artes, alimentaci¨®n, limpieza y legal. Todos, basados en el funcionamiento "horizontal no jer¨¢rquico y abierto a todo el mundo que quiera implicarse". Los espa?oles formaron la comisi¨®n de informaci¨®n y cobertura, la de educaci¨®n y participaci¨®n, adem¨¢s de fundar la asamblea general en espa?ol dirigida a la gran comunidad latinoamericana de la ciudad, que supera los dos millones de personas, seg¨²n el Instituto Cervantes.

Schiller asegura que ha sido seguida por agentes de la polic¨ªa federal: "Una mujer vestida como el FBI en las series de televisi¨®n me hizo una docena de preguntas: d¨®nde vivo, cu¨¢ndo llegu¨¦, por qu¨¦, con qui¨¦n, qu¨¦ hac¨ªa, cu¨¢ndo me voy... Durante unos d¨ªas not¨¦ que los agentes me segu¨ªan hasta que dejaron de aparecer". La artista relata lo incomprensible que resultan algunas caracter¨ªsticas del movimiento para las autoridades. "A los detenidos les preguntan qui¨¦n es el l¨ªder, aqu¨ª y en Espa?a. Cuando nos lo cuentan, nos da la risa".

Entre los inconvenientes se refiere al fr¨ªo. En Madrid, el campamento se levant¨® en primavera; en Nueva York, las temperaturas de octubre oscilan, de media, entre 10 y 18 grados. El pasado s¨¢bado cayeron los primeros copos de nieve, aunque afirman que la polic¨ªa no ha actuado contra las tiendas de campa?a que se han montado, a diferencia de los primeros d¨ªas.

Entre las ventajas del movimiento en EE UU frente al europeo destacan la cultura de donaciones que dota de recursos a los indignados norteamericanos. "En el centro de medios audiovisuales hemos podido comprar el equipo necesario para cubrir y transmitir en directo lo que sucede a nuestro alrededor 24 horas al d¨ªa". Los indignados han recaudado ya 435.000 d¨®lares (m¨¢s de 300.000 euros) y Greenpeace ha donado paneles solares que permiten abastecerse de electricidad y alimentar los equipos inform¨¢ticos y t¨¦cnicos. Schiller reconoce que la sociedad americana "se ha vuelto m¨¢s c¨¢lida y est¨¢ viendo lo que nunca hab¨ªa visto hasta ahora; la decadencia del individualismo y la generaci¨®n de debates y di¨¢logos ciudadanos".

Semejanzas y diferencias

M¨¢s all¨¢ de esa leve diferencia, Schiller incide en que todas las personas "aqu¨ª y all¨¢ son iguales. Gente con esperanza que se junta para crear un debate abierto sobre el futuro de la sociedad y que trabaja para poderlo cambiar", y contin¨²a, "aunque Nueva York es una ventana m¨¢s, ha sido la semilla para crear ese efecto domin¨®" como Chicago, Atlanta, Oakland y Washington.

El comportamiento de pol¨ªticos, indignados y autoridades revela las semejanzas y difumina las diferencias. EE UU reproduce las posiciones por la que ya pas¨® Sol. Si los socialistas intentaron mantener "contactos informales" con miembros del 15-M para despu¨¦s afirmar que 200 personas "no pod¨ªan poner patas arriba una ciudad"; el presidente de EE UU, Barack Obama, asegur¨® entender la frustraci¨®n de los indignados aunque en sus ¨²ltimas declaraciones sobre el movimiento lo equipar¨® al Tea Party.

El campamento ha cumplido ya 50 d¨ªas, y ya ha empezado a trasladarse a los barrios, siguiendo la huella de los indignados de la capital espa?ola. El primer barrio fue Brooklyn el pasado 17 de octubre.