Un exmilitar y un millonario populista se disputan la presidencia en Guatemala
El general retirado Otto P¨¦rez Molina supera en los sondeos a Manuel Baldiz¨®n
Guatemala celebr¨® ayer unas elecciones at¨ªpicas. Por primera vez desde el fin de las dictaduras militares en 1985, el partido en el Gobierno no present¨® candidato despu¨¦s de que los tribunales vetaran a Sandra Torres, exesposa del presidente, ?lvaro Colom: la Constituci¨®n proh¨ªbe la candidatura de familiares del presidente, y el divorcio de conveniencia no les sirvi¨® de nada. De este modo, la carrera presidencial se disputa entre el general retirado Otto P¨¦rez Molina y el millonario populista Manuel Baldiz¨®n.
En la primera vuelta, celebrada el 11 de septiembre, P¨¦rez Molina obtuvo el 37% de los votos, frente al 22% de Baldiz¨®n. Las ¨²ltimas encuestas dan como favorito al militar, aunque no se descartan sorpresas.
La campa?a se ha centrado en la inseguridad, la mayor preocupaci¨®n
La campa?a tampoco ha tenido precedentes: ha sido la m¨¢s larga y cara de la historia de este pa¨ªs centroamericano, sumido en una crisis que tiene al Estado al borde de la bancarrota. Seg¨²n datos de la organizaci¨®n Acci¨®n Ciudadana, entre mayo y octubre, los partidos invirtieron 501 millones de quetzales (unos 42 millones de euros), lo que convierte a las elecciones guatemaltecas en una de las m¨¢s caras de Am¨¦rica Latina, por delante de pa¨ªses como Brasil o Chile... o la misma Espa?a, seg¨²n la organizaci¨®n. Lo anterior, a pesar de que el l¨ªmite fijado por la Ley Electoral es de 48 millones de quetzales (unos cuatro millones de euros). Los partidos ignoran la prohibici¨®n ya que la multa por rebasar el techo legal es de 125 d¨®lares.
Con normalidad, aunque con una afluencia menor que en la primera vuelta, cuando vot¨® el 65% de los 7,3 millones de empadronados, los guatemaltecos fueron desfilando ayer ante las urnas. El pa¨ªs que heredar¨¢ el pr¨®ximo gobernante no ser¨¢ un lecho de rosas. Guatemala es uno de los pa¨ªses m¨¢s violentos del mundo. Ocupa los primeros lugares en desnutrici¨®n infantil y en analfabetismo, lacras a las que deber¨¢ combatir sin suficientes recursos: es tambi¨¦n uno de los pa¨ªses latinoamericanos con la carga tributaria m¨¢s baja, a lo que se agrega que cerca del 80% de la poblaci¨®n activa sobrevive en la econom¨ªa sumergida. La patronal estima que el peso de la econom¨ªa informal se aproxima ya al 50% del PIB, extremo que justifica su secular rechazo a tributar m¨¢s. El argumento se refuerza con la corrupci¨®n que impide que los tributos cumplan su misi¨®n.
As¨ª las cosas, la primera medida que el nuevo gobernante deber¨¢ impulsar es una reforma fiscal que permita al Estado obtener recursos. P¨¦rez Molina puede tener un mayor margen de maniobra, pues el populismo de Baldiz¨®n despierta recelos en el empresariado.
Con todo, la campa?a estuvo marcada por la oferta de seguridad, la mayor preocupaci¨®n de la poblaci¨®n. El militar ofrece reducir la criminalidad con fuerzas de tarea coordinadas entre la polic¨ªa y la fiscal¨ªa. Baldiz¨®n ofrece eliminar la Polic¨ªa Nacional, cuerpo considerado ineficaz y corrupto, y crear una Guardia Nacional.
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