Entre Pinto y Valdemoro
Para que el ¨ªmprobo mayordomo Mariano Rajoy se haga cargo de las tareas de desguace, entre tanto la socialdemocracia caducada prepara sus exequias, no hac¨ªa falta recurrir a los m¨ªtines antiguo imperio, ni a las pantomimas televisivas, ni a prolongar la parada de los monstruos habiendo festejado el Halloween. Tanta incontinencia desatada acaba afectando al sentido de la orientaci¨®n, hasta el extremo de que mi columnista dominical de referencia ha sucumbido al p¨¢nico, atrevi¨¦ndose a dar el p¨¦same, digo el voto, a uno de los cortejos f¨²nebres que se descomponen en el velatorio ind¨ªgena. A saber lo que le habr¨¢n puesto en el agua. Por otra parte, y al ritmo que se suceden las cat¨¢strofes, ?cu¨¢nto disfrute y paz, aunque sea de los cementerios, se le augura al nuevo capataz, considerando la que se va a liar en calles y plazas m¨¢s all¨¢ inclusive de 2012, que es el per¨ªodo de huelgas y movilizaciones que confiesa tener amortizadas? Relean los candidatos al poeta Jorge Manrique: "Cu¨¢n presto se va el placer, c¨®mo, despu¨¦s de acordado, da dolor, c¨®mo, a nuestro parecer, cualquier tiempo pasado fue mejor..." Sobre la credibilidad de cuantos se aventuran en la prosa exultante de medias verdades y enormes mentiras, las audiencias dan cuenta del declive. Esto ya no es lo que era. La ciudadan¨ªa damnificada, m¨¢s pendiente de los amos del casino que de sus empleados y crupieres, sigue sin entender por qu¨¦ en Islandia encausan, juzgan, encarcelan, buscan, capturan e inhabilitan a los malandrines financieros y aqu¨ª siguen en la c¨²pula o se retiran con el ri?¨®n forrado tras el derribo. En caso de duda, la historia reciente de la agon¨ªa y muerte de las cajas de ahorro valencianas, les ilustrar¨¢ sobre la magnitud del asalto. Si Mario Draghi, un tipo que maquill¨® tiempo atr¨¢s la contabilidad griega con los resultados conocidos, preside el Banco Central Europeo, El Dioni deber¨ªa ser el pr¨®ximo presidente del Gobierno y Charles Manson (Cincinnati, 1934) puede aspirar a Papa.
De la refriega bipartidista solo me interesaba el discurso fiscal, especialmente tras entregar a do?a Salgado el diezmo del IRPF. Mi tributo para calmar la voracidad de los mercados. Mariano promete menos impuestos, sobre todo para los suyos. El fin de los servicios p¨²blicos que alimentar¨¢ la revuelta. Alfredo, adem¨¢s de tasas para alcohol y tabaco -un cl¨¢sico junto con los carburantes-, recita un impuesto no cuantificado sobre bancos y grandes fortunas. Pero entre las grandes fortunas y el subsuelo de cuantos pagamos el cat¨¢logo de desmanes, existen fortunas a secas, bienes patrimoniales y, en fin, un vasto territorio inexplorado -e inexplicado- de fiscalidad directa progresiva, persecuci¨®n del fraude, coto a los para¨ªsos, fin de privilegios y voladura de toda clase de instrumentos de evasi¨®n. Un poco de decencia. Y ya que estamos, de este sistema electoral perverso, excluyente y explotado hasta el abuso, ?qu¨¦ m¨¢s pueden esperar?
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