La oportunidad de Alarte en la derrota

Los resultados de ayer, no por esperados son menos frustrantes para los socialistas valencianos. En dos oleadas, de mayo a noviembre, han visto la cara a la derrota en tres elecciones (auton¨®micas, municipales y generales). Anoche, por tanto, en la sede del PSPV-PSOE las opiniones reflejaban no pocas dudas sobre el futuro. La novedad es que los socialistas valencianos ya no son una excepci¨®n, un descosido, en el mapa electoral espa?ol, aunque han perdido incluso el diferencial positivo que les hac¨ªa acortar distancias con el PP en los comicios generales. Dicho de otra manera, se han equiparado a la media del PSOE en la desgracia. O el PSOE se ha equiparado a ellos.

Lo que pase a partir de hoy depender¨¢, en la organizaci¨®n que lidera Jorge Alarte, de lo que ocurra en el conjunto del PSOE, obligado a sobreponerse y cerrar filas como principal fuerza de la oposici¨®n y a promover los cambios que la p¨¦rdida del poder exige en los liderazgos y el discurso. Si Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, como parece, est¨¢ dispuesto a asumir el tim¨®n, al menos mientras se produce la catarsis, necesitar¨¢ apoyos territoriales de cara al congreso federal que probablemente se celebrar¨¢ en febrero. Y es en ese escenario, en el que Rubalcaba puede verse enfrentado a Carme Chac¨®n, donde los socialistas valencianos dirimir¨¢n su futuro, mucho m¨¢s que en el posterior congreso nacional del PSPV-PSOE. Sintom¨¢ticamente, la cabeza de lista por Valencia, Inmaculada Rodr¨ªguez-Pi?ero, hizo p¨²blico en campa?a su apoyo a Rubalcaba como secretario general del PSOE.

Alarte es consciente de ese panorama en el que buscar¨¢ un sitio a la federaci¨®n valenciana ahora que nadie, o casi nadie, puede esgrimir ¨¦xitos electorales. Entre los dirigentes de su c¨ªrculo arde un sordo resquemor con Rodr¨ªguez Zapatero y su gente. Est¨¢n convencidos de que la desafecci¨®n hacia el presidente saliente que se produjo en la opini¨®n p¨²blica por la actuaci¨®n ante la crisis frustr¨® sus posibilidades de recuperaci¨®n electoral en mayo y les hundi¨® en el pozo. Sin embargo, ni ¨¦l ni su equipo han sabido transmitir al electorado sensaciones de renovaci¨®n. Las rutinarias candidaturas del 20-N han sido el reflejo m¨¢s evidente de ello. Con los socialistas barridos en toda Espa?a, Alarte, cuyo partido lleva ya mucho tiempo instalado en la derrota, busca una oportunidad de sintonizar con el discurso general del PSOE y encontrar elementos ¨²tiles de oposici¨®n a un PP valenciano ahora desarmado, debido a su propio ¨¦xito, del recalcitrante argumentario victimista con el que sac¨® provecho de la ca¨ªda en desgracia de Zapatero (aunque no hay que descartar que ahora recurra de nuevo a la ideolog¨ªa de reserva del anticatalanismo). Pero nada podr¨¢ hacer si no reactiva a un PSPV-PSOE desmoralizado, lo abre a la sociedad, lo reconcilia con amplios sectores de opini¨®n y refuerza, en calidad y cantidad, su devaluada n¨®mina de cuadros.