La senda electoral de los recortes

"El Partido Popular de la Comunidad Valenciana dobla al PSPV" parece un buen titular para lo que sucedi¨® el domingo en las urnas. Y es matem¨¢ticamente correcto, en todos los sentidos: porcentaje (53,3%-26,7%), esca?os (20-10) y votos totales (1.390.000-695.000). Pero la verdad es que, como resumen, es algo pobre. "El PPCV se estanca, mientras el PSPV se hunde al mismo ritmo que en el resto de Espa?a" resulta, sin duda, m¨¢s acertado. La consecuencia pol¨ªtica puede ser la de un sistema de partidos con una derecha hegem¨®nica y una izquierda disgregada, teniendo un eje en el centro con UPyD. Pero las derivaciones importantes ser¨¢n econ¨®micas. Porque, aunque pueda parecer lo contrario, en estos d¨ªas inciertos pol¨ªtica y econom¨ªa est¨¢n m¨¢s ligadas que nunca.

Los partidos mayoritarios han de fijarse en los minoritarios como captadores de votos

Comencemos con el an¨¢lisis electoral. Por primera vez en unas generales, los populares han perdido votos, aunque pocos: menos de 30.000. Todos ellos en la provincia de Valencia, y la mayor¨ªa (20.000) en la capital, lo que viene a confirmar la tendencia negativa de las auton¨®micas y municipales. El PSPV se ha situado en niveles de 1979, perdiendo medio mill¨®n de sufragios y 14 puntos porcentuales, tambi¨¦n con especial profundidad en la provincia de Valencia. Graneros de votos socialistas, como Gandia, Paterna o Alaqu¨¤s han sufrido ca¨ªdas de hasta 20 puntos. Para algunos, esto ha sido la gota que ha colmado el vaso: mientras se escriben estas l¨ªneas, Manuel Mata est¨¢ lanzando una carta abierta a trav¨¦s de su blog para impulsar un cambio en el PSPV, orientado claramente hacia la socialdemocracia. En el PPCV no se advierten movimientos p¨²blicos, pero la falta de euforia desatada habitual en otras jornadas postelectorales deja entrever la reflexi¨®n interna. As¨ª, la pregunta m¨¢s inmediata que flot¨® la noche del domingo sobre las sedes de las calles de Quart y de Blanquer¨ªas es: ?d¨®nde fueron los votos?

La primera respuesta que suele darse es "a la abstenci¨®n", pero el incremento de estos comicios apenas justifica unos cien mil votos del movimiento global. As¨ª que los partidos mayoritarios han de fijarse en los minoritarios como captadores de votos. Por la izquierda, Comprom¨ªs y EUPV han ganado 190.000 votos (la mitad cada uno) respecto a 2008, probablemente muchos de ellos provienen de desencantados con el PSOE tras el giro de pol¨ªtica econ¨®mica en mayo de 2010. Esto coincide con las voces m¨¢s cr¨ªticas dentro de los socialistas valencianos. Por el centro, UPyD ha dado la campanada, metiendo al otrora actor Toni Cant¨® en el Congreso. Este partido-bisagra (ideol¨®gicamente hablando) saca votos de los n¨²cleos urbanos, principalmente, as¨ª como en la primera y segunda corona metropolitana que habla en castellano. Parece relativamente seguro especular con una absorci¨®n casi total de los votantes m¨¢s moderados del PPCV, as¨ª como un buen pu?ado del mismo perfil respecto al PSPV.

Esta situaci¨®n refuerza en Madrid los resultados de las elecciones auton¨®micas del 22 de mayo: los bloques de votos ideol¨®gicos (a izquierda y derecha) se mantienen, pero para la izquierda la divisi¨®n en partidos se hace m¨¢s profunda, siendo que el PSPV capitaliza menos de dos tercios de esta tendencia. Como el Partido Popular sigue acaparando m¨¢s del 90% de votos de centro-derecha y derecha, el resultado es un esquema de partido casi hegem¨®nico, a pesar de su estancamiento. Todo parece indicar que, tras aguantar hasta tener a Rajoy en el Gobierno, el PPCV comenzar¨¢ con los recortes m¨¢s temprano que tarde. La coordinaci¨®n y la aplicaci¨®n de las medidas se presenta sencilla, dado que la oposici¨®n no puede detenerlas en ninguno de los Parlamentos.

?Qui¨¦n har¨¢ las veces de oposici¨®n? ?Qui¨¦n ser¨¢ el contrapeso para las medidas liberal-conservadoras? A buen seguro, un buen pu?ado de miembros del PSPV quieren que sea su partido, como resultar¨ªa l¨®gico. Pero, siendo realistas, ni su situaci¨®n interna ni su presencia institucional se lo van a permitir en los pr¨®ximos a?os: poca representaci¨®n parlamentaria y medi¨¢tica, y un fuerte debate entre corrientes ideol¨®gicas. As¨ª pues, quedan EUPV y Comprom¨ªs. Ambos optar¨¢n por continuar su actual estrategia de mantener un pie en las instituciones y otro en la calle. Su discurso, radical sin ser extremo, parece haberles brindado unos buenos resultados electorales, si bien no excepcionales habida cuenta de que no han podido absorber ni la mitad de la p¨¦rdida del centro-izquierda socialista. As¨ª las cosas, su situaci¨®n es menos fuerte de lo que podr¨ªa parecer, con varios apoyos "de prestado" y otros que no alcanzaron a conseguir.

Pero lo triste para la oposici¨®n es que el PPCV ni siquiera ha de preocuparse demasiado por responder a estas cr¨ªticas, porque al venir de una izquierda lejana al centro, no afectan en ning¨²n caso a su base de votos. Por tanto, podr¨¢ seguir adelante con su programa, con el horizonte electoral a cuatro a?os vista y cada vez menos afectados por la gesti¨®n del equipo de Camps. El terreno est¨¢, pues, despejado para los recortes. Y, como ya advirti¨® Mar¨ªa Dolores de Cospedal antes del 20-N, a lo ¨²nico a lo que tendr¨¢n que hacer frente es a las protestas en las calles.

Jorge Galindo es soci¨®logo.