"La sensibilidad sola no sirve"
Bilbao acoge el congreso nacional sobre discapacidad, que revisa los retos para la pr¨®xima d¨¦cada - La cita recalca que la actual normativa est¨¢ obsoleta
La Coordinadora Vasca de Representantes de Personas con Discapacidad (Edeka) tiene registradas a 36.300 personas con discapacidades sensoriales, intelectuales y f¨ªsicas en Euskadi. En el conjunto de Espa?a hay cuatro millones, lo que representa el 10% sobre el total de la poblaci¨®n, un porcentaje similar al del resto de pa¨ªses desarrollados. El colectivo aspira a mejorar su integraci¨®n sociolaboral, apuesta por la educaci¨®n inclusiva y rechaza los recortes de derechos sociales. Para ello a¨²n es necesario "movilizar mentalidades", como se?ala Luis Cayo, presidente del Comit¨¦ Espa?ol de Personas con Discapacidad (Cermi), que ayer inaugur¨® junto al Gobierno vasco y Edeka en Bilbao el s¨¦ptimo Congreso Estatal sobre Discapacidad, que se clausura ma?ana.
Los organizadores critican que las empresas incumplan la cuota del 2%
Bajo el lema 2011-2020, una d¨¦cada para la inclusi¨®n, el evento analiza, entre otras cuestiones, la necesidad de elaborar una nueva normativa que regule su acceso al mercado laboral, ya que la vigente, la ley de Integraci¨®n Social de los Minusv¨¢lidos, de 1982, est¨¢ "obsoleta". "?Qu¨¦ sigue igual en el ¨¢mbito socioecon¨®mico despu¨¦s de 30 a?os? Nada", critica Cayo.
Por eso, el Cermi quiere "sentar unas nuevas bases" para afrontar el futuro. La tasa de actividad del colectivo est¨¢ casi 40 puntos por debajo de la de la poblaci¨®n sin discapacidad. "Nuestra tasa de paro es tres veces superior a la de la poblaci¨®n general", ilustra el presidente del comit¨¦. "Si los empresarios, los agentes socioecon¨®micos, la comunidad en general acepta la diferencia de la discapacidad como algo positivo y con potencial, terminar¨¢ acept¨¢ndolo como empleado, como emprendedor...", se?ala Cayo.
El nuevo modelo debe conectar, en opini¨®n del presidente del Cermi, el empleo con la educaci¨®n, "ahora r¨ªgidamente separados". "Todav¨ªa los discapacitados est¨¢n excluidos en el proceso educativo", sostiene Cayo. Arrastran un d¨¦ficit educacional que resta competitividad al colectivo. "Llegamos poco a la Universidad, aunque va mejorando. En Espa?a el 18-19% tiene un t¨ªtulo superior. Entre los discapacitados, solo el 3%", ilustra.
Cayo opina que, tal y como defienden las Naciones Unidas, "no cabe la educaci¨®n segregada". En Espa?a el 80% de los ni?os discapacitados cursan sus estudios en aulas ordinarias.
Cayo aboga por una mayor coordinaci¨®n integral del sistema a nivel educativo, social y laboral. "No podemos esperar pasivamente a que nos atiendan, sino poner todo de nuestra parte para ser competitivos".
Otra medida que reclama el comit¨¦ es que las Administraciones no puedan adquirir o contratar bienes o servicios que sean prestados por empresas que no cumplan los cupos de inclusi¨®n del 2% para empresas con m¨¢s de 50 empleados. Cayo rechaza las pol¨ªticas represivas para obligar a las compa?¨ªas a acatar la ley. "La cuota no es un fin en s¨ª mismo para nosotros, es un instrumento. Hist¨®ricamente, Espa?a se ha caracterizado por su incumplimiento sistem¨¢tico. Ahora, para que veamos la magnitud del problema, aplic¨¢ndose la cuota en su literalidad se crear¨ªan 90.000 empleos. Tenemos casi 800.000 personas inactivas, as¨ª que no resolver¨ªamos el problema del desempleo. Cuota si, pero mucho m¨¢s que cuota", dice Cayo. "Agradecemos que los pol¨ªticos tengan sensibilidad, pero la sensibilidad solo no nos sirve. Incluso a veces nos hiere porque hablamos de derechos y los derechos no pueden depender de que alguien sea sensible".
Sin embargo, hay muchas personas "para las que no est¨¢ en su expectativa vital tener un empleo, no est¨¢n form¨¢ndose, no est¨¢n pensando en activarse", admite Cayo. ?Por qu¨¦? En algunos casos es por "sobreprotecci¨®n familiar". En otros, "es la sensaci¨®n de que no eres una persona empleable, piensan m¨¢s bien en tener una pensi¨®n y un cuidado pasivo, no en ser protagonista de tu destino econ¨®mico". A veces, es que la legislaci¨®n existente en torno a pensiones y ayudas sociales es muy r¨ªgida y hace que "no sea compatible" tener alg¨²n tipo de protecci¨®n social con trabajar.
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