Un siglo en Medina Azahara

Hace justo un siglo, el arquitecto Ricardo Vel¨¢zquez Bosco se encontraba realizando una de sus obras m¨¢s complejas: la restauraci¨®n de la Mezquita de C¨®rdoba. El templo hab¨ªa sufrido todo tipo de intervenciones y alteraciones desde que en 1236 se convirtiese en catedral cristiana. As¨ª que su af¨¢n por recuperar la esencia hist¨®rica del edificio chocaba con la falta de referencias art¨ªsticas que le orientasen sobre el arte de los omeyas de Al-Andalus. Y decidi¨® buscarlas all¨ª donde todav¨ªa pod¨ªan quedar restos: en la vecina ciudad palaciega de Medina Azahara, a las faldas de Sierra Morena.

Medina hab¨ªa sido construida en el siglo X, bajo el gobierno del primer califa de C¨®rdoba, Abderram¨¢n III. La ciudad era un enorme y lujoso complejo palaciego que aglutinaba su poder pol¨ªtico y administrativo. Menos de un siglo despu¨¦s, en medio de las guerras civiles que romper¨ªan el Estado en una mir¨ªada de taifas, las instalaciones se abandonan y terminan sirviendo de cantera para nuevas construcciones de los cordobeses.

La ciudad se torn¨® en mito y su ubicaci¨®n se olvid¨®. Pero sus restos siempre permanecieron all¨ª. Eran conocidos, aunque nadie los identificaba con la ciudad de Abderram¨¢n. Hasta que en la primera mitad del siglo XIX, el artista e historiador Juan Agust¨ªn Ce¨¢n Berm¨²dez apunt¨® a que aquello era Medina Azahara. "De hecho, se intent¨® una primera excavaci¨®n en 1859, pero fracas¨®", recuerda Antonio Vallejo, director del yacimiento y el museo de Medina Azahara.

Tras aquel intento abortado, es Vel¨¢zquez Bosco el que retoma con m¨¢s fuerza la intenci¨®n de recuperar Medina. En 1911 comienzan unas excavaciones que contin¨²an hoy. Para conmemorar el centenario, la Junta de Andaluc¨ªa y Casa ?rabe celebraron ayer y el viernes unas jornadas bajo el ep¨ªgrafe Una joven ciudad milenaria, que ha reunido a expertos en el palacio califal.

Las primeras excavaciones estuvieron muy condicionadas por la arqueolog¨ªa filol¨®gica, que buscaba justificar las fuentes escritas. "Sobre todo, las del compilador Al-Maqqari que en el siglo XVII recogi¨® todas las descripciones idealizadas de la ciudad palatina", recuerda el director de Medina Azahara.

Pero los logros del arquitecto y restaurador, convertido en arque¨®logo, son muchos. "Para empezar, confirma definitivamente que aquel es el asiento de Medina Azahara. Consigue evidencias de c¨®mo era en realidad la arquitectura califal. Evidencia la extraordinaria importancia del ataurique, la decoraci¨®n que define al periodo y al edificio", contin¨²a Antonio Vallejo.

"Y por ¨²ltimo, Vel¨¢zquez Bosco comienza a entender la conexi¨®n de los elementos externos, caminos, canteras y acueductos como el de Valdepuentes, que abastecen la ciudad", a?ade. Fruto de su trabajo, en 1923 se declar¨® al yacimiento Monumento Art¨ªstico Nacional. Ese mismo a?o muri¨® el primer responsable de las excavaciones.