?Lo volver¨¢n a hacer?
Convendr¨¢n conmigo que resultados de las elecciones han sido de todo, menos sorprendentes. Con una crisis de proporciones gigantescas, imposible de manejar (se diga lo que se diga) por los Estados nacionales, era m¨¢s que evidente que cualquier asunto de car¨¢cter extraecon¨®mico ser¨ªa relegado por la mayor¨ªa de la poblaci¨®n a la letra peque?a del debate. ?O es que acaso alguien esperaba, con la que est¨¢ cayendo, que la gente se detuviera a escuchar las propuestas de contenido ideol¨®gico?
Con la credibilidad del Gobierno bajo m¨ªnimos, el PP, quien se presentaba como el adalid de la salida de la crisis bajo el lema "ya lo hicimos una vez y lo volveremos a hacer", se alz¨® con la victoria aupado por el desesperado voto de unos electores que necesitaban creer en algo, olvid¨¢ndose por el momento de la carga ideol¨®gica profundamente reaccionaria que caracteriza a esta formaci¨®n.
No ser¨¦ yo quien les quite la ilusi¨®n, pero debo recordarles que la tan cacareada gesti¨®n econ¨®mica del primer Gobierno de Aznar (1996-2000) que nos introdujo en el Euro tras cumplir las condiciones de la convergencia, se resume en una cifra: 30.000 millones de euros. Precisamente la cantidad que el Estado espa?ol recaud¨® entre 1997 y 1999 por la venta de todas las empresas p¨²blicas, desde Repsol hasta Argentaria, pasando por Iberia, Endesa, Enagas, Tabacalera o Telef¨®nica. Gracias a lo cual pudo reducirse la carga de la deuda p¨²blica, y, lo que es m¨¢s importante, el d¨¦ficit presupuestario. O sea, que la brillante gesti¨®n econ¨®mica del d¨²o Aznar-Rato consisti¨® b¨¢sicamente en vender el patrimonio nacional y hacer caja. Alguien ten¨ªa que decirlo.
Dicho lo cual, lamento informar que, puesto que ya no queda casi nada que vender, y puesto que la magnitud de los problemas a enfrentar en estos momentos no permite comparaci¨®n alguna con la de los a?os noventa, me da la impresi¨®n de que del "ya lo hicimos una vez" no se va a derivar de manera autom¨¢tica el corolario "lo volveremos a hacer".
En realidad, ahora estamos igual, por no decir peor, que antes, y tan pendientes de Europa como lo hemos estado desde el principio mismo de esta crisis. Porque la soluci¨®n a este desaguisado no est¨¢, hoy por hoy, en las recetas caseras que Rajoy pueda instrumentar desde la oferta, sino en las medidas de est¨ªmulo que empujen de nuevo la demanda de bienes y servicios en las empresas y en un sistema financiero que vuelva a ser capaz de cumplir la principal funci¨®n que justifica su existencia. Como ninguna de las dos cosas est¨¢ al alcance de la mano de Rajoy, sino m¨¢s bien de su compa?era de partido Merkel, y del BCE, que es una extensi¨®n de ella misma, m¨¢s vale que nos vayamos haciendo a la idea de que la cosa sigue estando muy dif¨ªcil.
Y a todo esto ?qu¨¦ pasa en el PSOE? se preguntar¨¢n ustedes. La respuesta, aunque no se lo crean, ya la anticip¨® el grupo catal¨¢n La Trinca en los a?os ochenta refiri¨¦ndose a la OTAN. En el PSOE ...narin¨¢n, narin¨¢n, narin¨¢n.
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