Lib¨¦lulas esmaltadas en La Rambla
El hotel Bagu¨¦s abre en Barcelona el Museo Masriera, con alhajas modernistas y 'art d¨¦co' creadas por tres generaciones de esta familia de joyeros y orfebres
Dotadas de unas enormes alas transparente, las lib¨¦lulas pasan por ser uno de los insectos con uno de los vuelos m¨¢s perfectos del reino animal. No hay nada que se les resista: vuelan decenas de kil¨®metros a gran velocidad, pueden pararse en seco, subir y bajar en vertical y, lo mejor, volar hacia atr¨¢s. Pero la fascinaci¨®n que ha creado este vistoso animal viene porque sus larvas eclosionan en ninfas, algo que ha dado rienda suelta a la imaginaci¨®n de artistas de todas las ¨¦pocas. Uno de ellos fue el joyero modernista Luis Masriera, que convirti¨® a estos bichos realizados con piedras, esmaltes y oro en una de sus se?as de identidad. Un centenar de piezas realizadas por tres generaciones de Masriera -abuelo, padre, t¨ªo y el propio Luis Masriera-, entre 1900 y 1925, entre ellas una de sus famosas lib¨¦lulas ninfas, pueden verse en el Museo Masriera, inaugurado en el primer piso del hotel Bagu¨¦s, que abri¨® sus puertas hace un ahora un a?o en la c¨¦ntrica Rambla de Barcelona.
Flores, mariposas, insectos, retratos y paisajes en miniatura aparecen en casi todas las creaciones de este artista que llev¨® el esmalte trasl¨²cido a la perfecci¨®n con la creaci¨®n del llamado "esmalte Barcelona", inconfundible por su precisi¨®n y colorido. "No lo ha superado nadie", explica Joan Oliveras Bagu¨¦s, consejero delegado de Bagu¨¦s-Masriera Joyeros, propietaria del hotel y de la joyer¨ªa, donde todav¨ªa se producen y venden cerca de 400 de los 3.000 dise?os creados por los Masriera, gracias a que se han conservado los moldes y los troqueles que se utilizaron para crear muchas de las joyas. Pilar V¨¦lez, historiadora, directora del Museo Mar¨¨s y una de las mayores especialistas en los Masriera, es la conservadora que ha seleccionado para la exposici¨®n pulseras, anillos, broches, brazaletes y collares, adem¨¢s de utensilios, herramientas, dibujos en tinta china y dise?os que permiten ver la evoluci¨®n de esta firma de Barcelona y el cambio de gusto de la burgues¨ªa barcelonesa, desde los primeros pendientes de oro de 25 quilates que realiz¨® Josep Masriera Vidal, fundador de la dinast¨ªa, para obtener en 1838 la categor¨ªa de maestro gremial, hasta los ¨²ltimos broches art d¨¦co con impresionantes esmaltes rojos.
Algunas de estas piezas se han podido ver en los principales museos del mundo y algunas de ellas han vuelto a la ciudad donde fueron creadas tras ser adquiridas en subastas realizadas por Christie's y Sotheby's. Y es que, a diferencia de muchos de los artistas y arquitectos de la Barcelona modernista, que no fueron reconocidos m¨¢s all¨¢ de nuestras fronteras, Luis Masriera -que tambi¨¦n fue pintor, dramaturgo y escen¨®grafo- goz¨® de un gran prestigio internacional. "Es el ¨²nico joyero modernista espa?ol y uno de los ocho o nueve referentes europeos del art nouveau", explica.
En opini¨®n de Oliveras, que dirige con sus dos hermanos la c¨¦ntrica joyer¨ªa barcelonesa que adquiri¨® en 1985 los derechos de Masriera, las joyas de estos artistas siguen gustando en la actualidad porque fueron producidas en un momento similar al actual. "En ¨¦pocas de posguerra, la joyer¨ªa se llena de enormes piedras que exteriorizan el lujo, pero luego se prefieren piezas donde hay un mayor dise?o art¨ªstico, que hablan de un mayor estatus cultural. Son joyas con argumentos", defiende Oliveras, que explica que en la actualidad los dise?os de Masriera que triunfan m¨¢s son los anillos, seguidos de los broches, "algo que representa una excepci¨®n en el mundo de la joyer¨ªa actual", explica.
Seg¨²n Oliveras, la joyer¨ªa tampoco se escapa de la crisis actual. "El futuro no pasa por el mercado local, desde hace 17 a?os exportamos el 50% de nuestras joyas a pa¨ªses como Jap¨®n, Estados Unidos, Alemania o Dubai". Pero, sin duda, la clave del ¨¦xito es "no enga?ar nunca al comprador", remacha.
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