Un hombre abre fuego indiscriminado y causa una matanza en el centro de Lieja
El asesino, que se suicid¨®, mat¨® al menos a 4 personas e hiri¨® a otras 120
La vieja Lieja de la cr¨®nica de sucesos, ya sean s¨®rdidos asesinatos de ni?as o ajustes de cuentas con tintes mafiosos a alg¨²n pol¨ªtico de relumbr¨®n, a?adi¨® ayer otra p¨¢gina a su negra historia con la muerte de cuatro personas por disparos a discreci¨®n de un delincuente local en el mism¨ªsimo coraz¨®n de la ciudad, la c¨¦ntrica plaza de Saint Lambert.
Nordine Amrani, de 33 a?os, estaba en libertad condicional y ayer por la ma?ana ten¨ªa una cita para responder de una denuncia de agresi¨®n sexual. No lleg¨® a presentarse en el Palacio de Justicia. Sali¨® de casa con una mochila en la que guardaba una pistola, un fusil autom¨¢tico y algunas granadas de sonido (o aturdidoras, no letales). Llegado frente al palacio, se encaram¨® en un altillo, tir¨® una primera granada y comenz¨® a disparar r¨¢fagas a ciegas sobre quienes colmaban las marquesinas del autob¨²s. Al poco, agarr¨® una pistola y se peg¨® un tiro. Para entonces hab¨ªa matado a dos j¨®venes de 15 y 17 a?os, a una mujer de 75 y a un beb¨¦ de 17 meses, y causado m¨¢s de 120 heridos, algunos de los cuales luchaban anoche por su vida.
El homicida, un delincuente habitual, us¨® granadas de sonido
El p¨¢nico se apoder¨® de un centro de Lieja lleno de gente. Anoche, una ciudad en estado de choque y encerrada a cal y canto viv¨ªa pendiente de la televisi¨®n. "No ha sido un acto de terrorismo. No ha sido un atentado. No hay amenazas", declar¨® la ministra del Interior, Jo?lle Milquet.
La jornada hab¨ªa amanecido lluviosa y los vientos fuertes hab¨ªan llevado a las autoridades a posponer la apertura del tradicional mercado de Navidad. A¨²n as¨ª, la c¨¦ntrica plaza de Saint Lambert, un n¨²cleo de comunicaciones del transporte local, estaba a eso de las 12.30 llena de personas, muchas de ellas adolescentes que, una vez celebrados los ex¨¢menes, esperaban en las paradas las llegadas de los autobuses.
De repente, fue el caos. "Justo delante de m¨ª vi c¨®mo un hombre con una mochila lanzaba unas granadas y empezaba a disparar con un fusil de asalto sobre la gente. Luego sac¨® un revolver y se peg¨® un tiro en la cabeza", relataba un joven.
La multitud empez¨® a correr despavorida en todas direcciones, al tiempo que llegaban a toda velocidad polic¨ªas a pie y en coche. Nadie sab¨ªa lo que estaba pasando y la tensa intervenci¨®n policial, con gritos nerviosos urgiendo a las personas a que entraran en los locales comerciales y se encerraran, contribuy¨® al p¨¢nico. Llantos, gritos, huidas a la desesperada. Los agentes reten¨ªan y cacheaban a sospechosos. A eso de las dos de la tarde, una nueva oleada de agentes, armas en mano, de uniforme y de paisano, coches con sirenas volvieron a quebrar los nervios. Entre tanto, las redes sociales echaban humo dando p¨¢bulo a toda clase de rumores, presuntamente basados en testimonios personales y sin descartar a las autoridades locales: que si hab¨ªa un hombre armado, que eran dos, que eran tres, que hab¨ªan escapado todos y se hallaban entre la gente...
Tres horas m¨¢s tarde, quienes se encerraron en tiendas, restaurantes o guarder¨ªas o en los pisos superiores de los locales comerciales con la luz apagada, comenzaron a salir hacia sus casas, a¨²n estremecidos e inseguros.
Pasadas las cuatro de la tarde, la fiscal del Rey, Danielle Reynders, dio una conferencia de prensa para tratar de explicar lo inexplicable. Nordine Amrani era un viejo conocido de la justicia, con la que ya se las tuvo como delincuente juvenil. Hab¨ªa tocado todos los palos: cultivo y tr¨¢fico de droga, perista, posesi¨®n de armas de gran calibre y delitos varios de orden sexual. "Nunca en el pasado se le hab¨ªan detectado problemas psiqui¨¢tricos", revel¨® Reynders, primera en dar una clave tranquilizadora: "No tiene relaci¨®n con terroristas" ?El m¨®vil, entonces? "Desconocido". La polic¨ªa registr¨® la casa de Amrani, no lejos de la plaza, en busca de informaci¨®n sobre el particular, una carta, unas l¨ªneas, indicios que arrojaran alguna luz. Nada.
Amrani estaba en libertad condicional desde el pasado mes de octubre, tras ser condenado en 2008 a 58 meses (cinco a?os menos dos meses) por poseer unas 3.000 plantas de cannabis y un arsenal de armas y municiones de cuidado, incluidos un lanzagranadas, un fusil de asalto Kal¨¢shnikov y un fusil de precisi¨®n propio de tiradores de ¨¦lite, para el que ¨¦l mismo fabricaba silenciadores. Al parecer nunca explic¨® qu¨¦ pretend¨ªa con todo ello.
Los reyes, Alberto y Paola, el primer ministro, Elio de Rupo, y los ministros de Interior y Justicia acudieron a media tarde a la traumatizada Lieja, donde se inform¨® a los soberanos de lo que se sab¨ªa. Anoche, la ciudad presa del estupor, apenas pudo encontrar un cierto alivio en las palabras de la ministra Milquet: "No es terrorismo. No es un atentado. Ha sido un hombre que ha actuado solo. No hay amenazas".
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