Miles de acentos, un solo idioma
La RAE culmina su Nueva Gram¨¢tica con el tomo sobre fon¨¦tica y fonolog¨ªa - La obra ha sido coordinada por Jos¨¦ Manuel Blecua, director de la Academia
Jos¨¦ Manuel Blecua est¨¢ af¨®nico, toda una paradoja para un hombre que ha consagrado buena parte de sus investigaciones a la lengua hablada. Por m¨¢s que, paradoja sobre paradoja, el sill¨®n que ocupa en la Real Academia Espa?ola desde 2006 corresponda a la letra muda, la h. As¨ª, su nombramiento hace un a?o como director de la instituci¨®n le pill¨® ultimando el tomo de fon¨¦tica y fonolog¨ªa de la Nueva gram¨¢tica de la lengua espa?ola, que vio la luz ayer tras ocho a?os de trabajos.
Ese volumen -publicado por Espasa con una tirada de 20.000 ejemplares que se venden a 39,90 euros- culmina una obra monumental coordinada por Ignacio Bosque, que hace dos a?os sac¨® a la luz los vol¨²menes dedicados a la morfolog¨ªa y la sintaxis (50.000 unidades vendidas, seg¨²n la editorial, todo un r¨¦cord para cualquier novela, no digamos para 3.800 p¨¢ginas y cinco kilos de filolog¨ªa).
Del volumen sobre morfolog¨ªa y sintaxis se vendieron 50.000 ejemplares
"En ning¨²n sitio se habla el mejor espa?ol del mundo", sostiene Blecua
Queda cerrada as¨ª una gram¨¢tica cuya edici¨®n anterior se remontaba a 1931, todo un viaje en el tiempo para una disciplina que durante estos 80 a?os ha conocido varias revoluciones y contrarrevoluciones. Fruto de unas y otras y de avances t¨¦cnicos inimaginables para los viejos estudiosos de vocales y consonantes es el DVD que complementa las 532 p¨¢ginas del nuevo tomo, trufado de resonancias magn¨¦ticas, diagramas, espectrogramas, oscilogramas y explicaciones lo m¨¢s sencillas posible de la rama m¨¢s viva y, a la vez, menos popular de la ling¨¹¨ªstica.
Bajo el t¨ªtulo de Las voces del espa?ol. Tiempo y espacio, el disco presenta la situaci¨®n actual de la lengua y su evoluci¨®n hist¨®rica y geogr¨¢fica; adem¨¢s, incluye un curso de fon¨¦tica ac¨²stica y articulatoria y recoge muestras de los acentos y entonaciones de todos los pa¨ªses hispanohablantes. Los participantes en esa particular antolog¨ªa del espa?ol universal son todos titulados universitarios de entre 20 y 40 a?os y residentes en las capitales de cada pa¨ªs. Se trataba, explica Jos¨¦ Manuel Blecua, de respetar la variedad de la lengua sin perderse en ella: "?Qu¨¦ hacer si no en Ecuador, donde hay tres regiones ling¨¹¨ªsticas distintas?". Como todas las publicaciones de la RAE de los ¨²ltimos a?os, tambi¨¦n la gram¨¢tica es fruto del trabajo de la Asociaci¨®n de Academias de la Lengua Espa?ola, integrada por 22 pa¨ªses, incluidos Filipinas y Estados Unidos.
Por supuesto, en las reuniones de trabajo que han dado lugar al tomo de fon¨¦tica y fonolog¨ªa se seseaba. "Solo somos un 10% los hablantes que no lo hacemos. Lo curioso es que en Espa?a haya todav¨ªa gente que cree que el seseo es una incorrecci¨®n", explica Blecua.
Si la fon¨¦tica estudia desde un punto de vista f¨ªsico el aspecto material de los sonidos del lenguaje, independientemente de su funci¨®n en la lengua, la fonolog¨ªa se ocupa de ellos teniendo en cuenta esa funci¨®n. Como parte de la gram¨¢tica, subraya Blecua, la fonolog¨ªa es "la parte m¨¢s descriptiva y menos normativa". La RAE dice c¨®mo es la lengua oral, no c¨®mo debe ser. "No existe una lengua mejor que otra. En ning¨²n sitio se habla el mejor espa?ol del mundo", dice. ?Y el viejo mito del espa?ol de Valladolid? "Es eso, un mito que se debe a Madame D'Aulnoy, una viajera francesa del siglo XVII que escribi¨® un libro muy bonito sobre Espa?a. Cuando pregunt¨® d¨®nde se hablaba el mejor espa?ol le dijeron que en Valladolid y ah¨ª se qued¨®. Yo aprend¨ª a hablar all¨ª, as¨ª que no se enfadar¨¢n conmigo si digo que el mejor espa?ol se habla en Cochabamba, en el DF, en Buenos Aires, en Tenerife... y en Valladolid".
Otro mito que existe es el que, con permiso de Jes¨²s Hermida, defiende la diferencia de pronunciaci¨®n de las letras b y v. Hace cinco siglos que son un mismo fonema. Una reducci¨®n mucho m¨¢s reciente es la que ha eliminado la diferencia entre ll e y. "Yo pertenezco a la primera generaci¨®n que no distingue", dice Blecua. ?Por qu¨¦ se extienden cambios as¨ª? "Porque existe un fen¨®meno comprobable, y que consiste en que los j¨®venes tienden a sumarse a las cambios en lugar de resistirse a ellos", a?ade el director de la RAE.
Con todo, la comodidad de los hablantes es la que se impone a la hora de espa?olizar los extranjerismos, plagados muchas veces de combinaciones imposibles. Para evitar la m en final de palabra y la duplicaci¨®n de dos consonantes en el plural se adapt¨® filme por film y filmes por films.
Lo mismo se intent¨® con una palabra tan popular como club, tra¨ªda a la Pen¨ªnsula ib¨¦rica por los soldados brit¨¢nicos hace ahora dos siglos, en el transcurso de la guerra de la independencia. Ni clu ni clube llegaron nunca a tener la suerte que, por la v¨ªa futbol¨ªstica, terminar¨ªa alcanzando el plural clubes.
Lengua, norma, man¨ªas
- Aunque no hay un espa?ol oral m¨¢s correcto que otro, tambi¨¦n la lengua hablada genera sus man¨ªas y Jos¨¦ Manuel Blecua recurre a una que alimenta multitud de parodias: "Tradicionalmente, en espa?ol se pronunciaba mama y papa hasta que por influencia francesa pas¨® a decirse mam¨¢ y pap¨¢. Hoy el campo utiliza la primera forma y la ciudad, la segunda".
- La historia de la fonolog¨ªa est¨¢ muy unida a la de la ortograf¨ªa desde aquella vieja pretensi¨®n de escribir como se habla. Fue la masiva pronunciaci¨®n americana de guion como diptongo lo que llev¨® a eliminar, en medio de una agria pol¨¦mica, la tilde de esa palabra. ?Se escribir¨¢ alg¨²n d¨ªa cansao por cansado? "Lo dudo", dice Blecua. "La presi¨®n de la norma es demasiado fuerte". Fue la normativa acad¨¦mica la que, precisamente, recuper¨® ortogr¨¢ficamente el grupo ps en psicolog¨ªa y psiquiatr¨ªa a pesar de que se hubiera perdido mayoritariamente en la pronunciaci¨®n. Fue el psiquiatra Carlos Castilla del Pino, acad¨¦mico desde 2003 hasta su muerte en 2009, el que defendi¨® su recuperaci¨®n con el argumento de que era una forma com¨²n en todas las lenguas de cultura, recuerda el director de la Real Academia Espa?ola.
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