Ros sopesa si retirarse y reservarse para las primarias a la Generalitat
Votar por separado al l¨ªder y a la ejecutiva patentizar¨¢ los apoyos de cada candidato
El sustancial voto de castigo a Jos¨¦ Montilla dio alas a ¨²ltima hora de la noche de ayer a los candidatos cr¨ªticos con el actual aparato del PSC. Con todo, el alcalde de Terrassa, Pere Navarro, sigue siendo el gran favorito para ocupar la primera secretar¨ªa y esta ma?ana se ver¨¢n los movimientos que tendr¨¢n que hacer sus dos rivales para mantenerse en el tablero y seguir desempe?ando un papel en el futuro. El candidato con m¨¢s apoyos entre el sector catalanista, ?ngel Ros, sopesaba anoche si retirarse de la carrera dando su apoyo al tercer aspirante en discordia, Joan Ignasi Elena, encuadrado en la corriente Nou Cicle. El paso se explicar¨ªa por su inter¨¦s en evitar la imagen de una derrota y reservar su capital pol¨ªtico para las elecciones primarias en las que el PSC escoger¨¢ en el futuro a su candidato a la Generalitat.
Por primera vez en la historia del PSC, los delegados en el congreso votar¨¢n primero al primer secretario y posteriormente evaluar¨¢n la ejecutiva que este propone. Eso tiene riesgos, pero tambi¨¦n ventajas. El riesgo, especialmente para ?ngel Ros, es que quedar¨¢ muy claro qui¨¦n tiene el apoyo mayoritario de los delegados. Y si estos votan seg¨²n han ido anunciando los jefes de las federaciones a las que pertenecen, la superioridad de Navarro puede resultar arrolladora. La ventaja para el partido es que, al votarse solo la figura del primer secretario, el ganador podr¨¢ integrar despu¨¦s en su ejecutiva a los perdedores o a sus equipos en aras de mantener la unidad interna.
Navarro, Ros y Elena se reunieron ayer a ¨²ltima hora de la noche para intentar acercar posiciones. El punto de partida es que todos quieren que hoy la militancia pueda votar entre m¨¢s de un candidato, algo completamente nuevo en el PSC. La cuesti¨®n es si los aspirantes ser¨¢n tres o se ver¨¢n reducidos a dos. Los tres lograron los avales necesarios. Ayer por la ma?ana, adem¨¢s de decidirse que la elecci¨®n de la ejecutiva se har¨ªa separadamente de la del primer secretario, todos optaron por reducir el m¨ªnimo de avales necesario para presentarse. Del 20% de los delegados se pas¨® al 10%. Esto es, 83 firmas en un congreso con 830 delegados.
Ros admiti¨® en conversaciones con los periodistas en los pasillos del congreso que no es seguro que hoy se presente. "Lo importante es que haya m¨¢s de una opci¨®n". Dej¨® abierta la posibilidad de integrarse en la candidatura de Joan Ignasi Elena. Eso le evitar¨ªa tener que retratarse y dejar al descubierto los apoyos reales que tiene en el congreso. Ros considera que tiene m¨¢s opciones en unas elecciones primarias abiertas a militantes, simpatizantes y votantes progresistas en general, que en un congreso donde los delegados han sido escogidos en sus agrupaciones bajo el control del aparato del partido.
Lo que est¨¢ claro es que la direcci¨®n que salga del PSC incluir¨¢ todas las sensibilidades. Todos los candidatos han dicho que, gane quien gane, los otros tendr¨¢n abiertas las puertas de la ejecutiva, aunque l¨®gicamente el n¨²cleo duro estar¨¢ formado por el ganador y los suyos. Nadie se imaginaba ayer que la votaci¨®n sobre la ejecutiva que se celebrar¨¢ ma?ana pueda salir con menos del 90% de los votos favorables.
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