PSE y PP se enfrentan en la C¨¢mara por la continuidad de la figura del Ararteko

El Parlamento vivi¨® ayer lo que podr¨ªa denominarse un debate preventivo, que todos los grupos tacharon de innecesario, salvo, obviamente, el proponente, el PSE-EE. Se trat¨® de la propuesta en defensa de la permanencia de la figura del Ararteko y de los defensores del pueblo de comunidades aut¨®nomas. El amplio respaldo que recibi¨® finalmente la propuesta socialista (61 votos en lo referido a la instituci¨®n vasca) dio en parte la raz¨®n a los grupos que, uno a uno, fueron reprochando al PSE haber sometido a la discusi¨®n de la C¨¢mara algo que nadie hab¨ªa puesto en cuesti¨®n en Euskadi. Sin embargo, ni PNV ni PP apoyaron el punto que reivindica las defensor¨ªas auton¨®micas en general,

El PP dice apostar por la instituci¨®n, pero vota contra la propuesta de su socio

Lo preventivo de la iniciativa lo admiti¨®, de alg¨²n modo, la propia portavoz socialista, Mar¨ªa Teresa Laespada: "La hemos tra¨ªdo justamente para que no exista ninguna duda de la figura del Ararteko. No estamos poni¨¦ndonos la venda antes de la herida, es que la herida ha empezado a sangrar en otros sitios y a veces se suele decir que cuando veas las barbas de tu vecino pelar, pon las tuyas a remojar", dijo, en referencia a la supresi¨®n del Defensor del Pueblo en Castilla La Mancha y las dudas sobre su pervivencia en otras comunidades del PP. Laespada se felicit¨® de que ese partido no albergue tal intenci¨®n en Euskadi.

Lo cierto es que el debate s¨ª aclar¨® cosas. El PP fue el ¨²nico grupo que enmend¨® a la totalidad el texto original socialista. Mientras este reconoc¨ªa el "papel privilegiado" de las distintas defensor¨ªas del pueblo auton¨®micas y declaraba que su eliminaci¨®n supondr¨ªa "un menoscabe de la calidad democr¨¢tica", am¨¦n de dar su respaldo concreto al Ararteko, la enmienda del PP reconoc¨ªa su labor, pero instaba al Gobierno a "una revisi¨®n de la instituci¨®n, para evitar duplicidades" y a buscar "la austeridad, racionalidad y eficiencia en la prestaci¨®n de los servicios p¨²blicos". Tambi¨¦n instaba al Gobierno a hacerse cargo ¨¦l mismo de "cuantas medidas sean necesarias para evitar cualquier arbitrariedad, abuso o negligencia".

la discusi¨®n, que no el voto del PP, aclar¨® cualquier duda que ese texto pudiera haber provocado. Su portavoz, Mari Mar Blanco, quiso recalcar varias veces que "nunca, ni en sede parlamentaria ni p¨²blicamente hemos manifestado la menor duda a la continuidad de la figura (del Ararteko". M¨¢s todav¨ªa, declar¨® necesario "reforzar dicha instituci¨®n". Blanco dio la vuelta a la petici¨®n de "revisi¨®n de la instituci¨®n" contenida en su enmienda y la convirti¨® en una exigencia al Gobierno para que "revise la existencia de otras estructuras administrativas" que puedan incurrir en duplicidad de gasto y funciones. Un extremo que Laespada hab¨ªa negado de antemano, tambi¨¦n respecto del Defensor del Pueblo nacional. "Apostamos por al continuidad del Ararteko", dijo Blanco sin ambages, tras acusar a sus socios del PSE de llevar a la C¨¢mara esta iniciativa "para meter el dedo en el ojo" al PP, por medidas adoptadas en otras comunidades. La supresi¨®n de la figura en Castilla La Mancha iba en el programa del PP, dijo. Los votantes le dieron all¨ª la mayor¨ªa a sabiendas.

El PNV, por su parte, aventur¨® que, de aqu¨ª al final de la legislatura, el Parlamento vasco puede vivir otros debates que enfrentan a PSOE y PP fuera de Euskadi. El de ayer estaba " totalmente fuera de lugar". "No ha surgido en Euskadi ninguna duda respecto ala existencia y mantenimiento de la instituci¨®n del Ararteko ni del cumplimiento de sus funciones", dijo su portavoz Amaia Arregi.

La discusi¨®n s¨ª est¨¢ "en el orden del d¨ªa de varias comunidades aut¨®nomas", admiti¨®. "Al entrar el PP a gobernar, y vista la precaria situaci¨®n econ¨®mica en la que se hallan, pretenden recortar de donde sea: suprimiendo las defensor¨ªas del pueblo auton¨®micas, por ejemplo", dijo. Aralar coincidi¨®, como UPyD y EB en lo innecesario del debate y su portavoz, Aintzane Ezenarro, lo atribuy¨® al deseo socialistas de empezar a desmarcarse de sus socios.