Ideas para la pr¨®xima victoria socialista
Tras las elecciones del 20-N se ha abierto un proceso de renovaci¨®n en el PSOE que tendr¨¢ un hito importante en la elecci¨®n de un nuevo liderazgo el pr¨®ximo mes de febrero. Pero ah¨ª no habr¨¢ acabado el proceso, sino que estar¨¢ comenzando, ya que ser¨¢ la nueva direcci¨®n la que tenga que articular un nuevo proyecto pol¨ªtico atractivo para la sociedad. En este contexto, y a medio plazo, la nueva etapa podr¨ªa desarrollarse bajo la etiqueta de "Socialismo abierto" (a nuevas ideas, nuevas personas y nuevas formas de hacer pol¨ªtica). Y con esa perspectiva, la ponencia pol¨ªtica que finalmente apruebe el Congreso deber¨ªa incorporar enfoques renovados en tres ¨¢reas.
La primera es la apuesta que los socialistas deber¨ªan hacer por la "Econom¨ªa de la prosperidad". Esta es la visi¨®n econ¨®mica que sostiene que los ajustes fiscales por s¨ª mismos no son suficientes para la recuperaci¨®n, y tambi¨¦n la visi¨®n que afirma que el crecimiento, el empleo y el bienestar de las personas van m¨¢s all¨¢ de la simple acumulaci¨®n de bienes y servicios. En ese modelo, la sostenibilidad y la cohesi¨®n social son motores del propio proceso productivo y no simplemente una opci¨®n pol¨ªtica. Para avanzar en esa direcci¨®n, la austeridad inteligente, el impulso a los nuevos sectores econ¨®micos, la modernizaci¨®n radical de nuestras pol¨ªticas activas de empleo, la transformaci¨®n total de nuestro modelo energ¨¦tico, el apoyo decidido al emprendimiento, y la revisi¨®n integral de nuestro sistema fiscal, son a¨²n cuestiones de largo recorrido donde el PSOE tendr¨¢ que apostar m¨¢s fuerte que hasta ahora.
Econom¨ªa de la prosperidad, nueva agenda social y los j¨®venes, deber¨ªan ser las bazas del PSOE
La segunda ¨¢rea tiene que ver con la nueva agenda social. El PSOE no puede ser solo el partido que defienda el Estado de bienestar tradicional, sino que tiene que ser tambi¨¦n el que apueste por modernizarlo y dinamizarlo. Asimismo, creo que el PSOE acertar¨ªa si abandonase ligeramente la contraposici¨®n permanente entre Estado y mercado y concentrase parte de su nuevo discurso social en el tercer v¨¦rtice de la ecuaci¨®n: la sociedad. El PP no ha importado a¨²n el concepto de la "Gran Sociedad" acu?ado por los conservadores brit¨¢nicos, y por eso el PSOE puede adelantarse con un discurso solvente sobre la "Sociedad de las Oportunidades", que sea la garant¨ªa de una sociedad mejor y m¨¢s justa. Esto le permitir¨ªa renovar su pedigr¨ª progresista alej¨¢ndolo de la deriva estatalista y dot¨¢ndolo, por tanto, de mayor credibilidad en un contexto de restricciones presupuestarias. El potencial de renovaci¨®n en este terreno es importante, ya que las pol¨ªticas sociales tradicionales divididas en funciones de gasto podr¨ªan reformularse en torno a nuevas categor¨ªas centradas en la fortaleza de los hogares. La divisi¨®n social por edades podr¨ªa trascenderse incorporando nuevas pol¨ªticas para reconectar a los j¨®venes con los mayores, en proyectos de sociedad multigeneracional; el ¨¦nfasis en la igualdad de oportunidades en la infancia podr¨ªa extenderse a todo el ciclo vital bajo un nuevo lema de oportunidades recurrentes; y los derechos sociales podr¨ªan complementarse con compromisos individuales de ciudadan¨ªa.
Con estos mimbres, sin embargo, no ser¨¢ suficiente. Los partidos que ganan el coraz¨®n de sus votantes no son siempre los que mejor alternativa socioecon¨®mica presentan, sino los que son capaces de movilizar a amplios sectores sociales sobre la base de procesos participativos y una narrativa colectiva emocionante. Estos son los aspectos m¨¢s complicados, los m¨¢s relacionados con la estructura de los propios partidos pol¨ªticos y de sus liderazgos.
El socialismo vanguardista y abierto al futuro que deber¨ªa salir del pr¨®ximo congreso tendr¨¢ que esforzarse para conectar con los indignados, que no son solo los j¨®venes del 15-M, sino tambi¨¦n aquellos hombres y mujeres maduros que est¨¢n desencantados ante la aparente inutilidad de su experiencia en el mercado laboral y ante la perspectiva de que sus hijos vivir¨¢n peor que ellos. Las demandas de una democracia mejor deben responderse desde el ejemplo. Por eso, la apertura del partido a los simpatizantes y la consolidaci¨®n del sistema de primarias para la candidatura a la presidencia del Gobierno, incluso las listas abiertas y la limitaci¨®n de los mandatos deber¨ªan estar encima de la mesa del debate.
El socialismo abierto debe reconectar con los electores a su izquierda y a su derecha, y para ello los proyectos transversales que superen el esquema tradicional de clase (como los relacionados con la salida colectiva de la crisis, la sostenibilidad, la identidad comunitaria, la calidad democr¨¢tica, la laicidad o el Gobierno de la globalizaci¨®n) deber¨ªan tener mayor protagonismo en la nueva etapa. Por ¨²ltimo, el socialismo abierto debe reconectar con los j¨®venes. El PP ha logrado que desde hace 20 a?os una mayor¨ªa de los nuevos votantes de cada elecci¨®n fueran populares; el PSOE debe lograr que esa tendencia se revierta. No hay f¨®rmulas m¨¢gicas, pero ser¨ªa bueno debatir ideas novedosas que puedan resultarles atractivas, como nuevas reglas para facilitarles el voto, la creaci¨®n de agrupaciones virtuales, la disoluci¨®n de las barreras entre militantes y simpatizantes, o la introducci¨®n de criterios de m¨¦rito profesional y activismo social para ganar protagonismo pol¨ªtico.
Si con todo ello el PSOE no gana las pr¨®ximas elecciones, entonces estar¨¢ muy cerca de ganar las siguientes.
Carlos Mulas-Granados es director de la Fundaci¨®n IDEAS y profesor titular de la Universidad Complutense de Madrid.
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