Guy de Maupassant: la gracia del cl¨¢sico

Publicada por la editorial P¨¢ginas de Espuma, acaba de aparecer una edici¨®n en espa?ol, en dos tomos, de los cuentos completos de Guy de Maupassant, el genial escritor que, al influir en muchos otros autores importantes, como Anton Ch¨¦jov o Leopoldo Alas Clar¨ªn, es un decisivo antecedente directo de la cuent¨ªstica moderna.

El responsable de la edici¨®n y de la traducci¨®n ha sido Mauro Armi?o, y se puede asegurar que esta edici¨®n es un verdadero acontecimiento literario. Ante todo, porque re¨²ne toda la obra breve de Maupassant, 303 cuentos, lo que no se hab¨ªa hecho nunca en espa?ol con tanta meticulosidad -la anterior compilaci¨®n no fue tan exhaustiva- y adem¨¢s por hacerlo en una edici¨®n muy cuidada, que no solo presenta los cuentos completos, ordenados cronol¨®gicamente e ilustrados con abundantes im¨¢genes de ¨¦poca, sino que facilita la mejor comprensi¨®n del lector mediante un interesante pr¨®logo que ofrece una clara semblanza del autor, y otros apartados que ayudan a adentrarse en el enorme conjunto: por ejemplo, el que resume las tramas de todos y cada uno de los cuentos, el que los clasifica tem¨¢ticamente, o el que recoge las adaptaciones teatrales y cinematogr¨¢ficas que han tenido muchos de ellos.

Los cuentos de Normand¨ªa evocan miserias y encantos del mundo rural John Ford se inspir¨® en 'Bola de sebo' para filmar 'La diligencia'

Muri¨® a los 43 a?os enloquecido tras una s¨ªfilis contra¨ªda en una de sus correr¨ªas

El adulterio, tema usual en la narrativa del siglo XIX, nutre numerosos relatos

Guy de Maupassant muri¨® en 1893, a los 43 a?os, culminando el proceso de locura al que lo llev¨® una s¨ªfilis contra¨ªda en sus innumerables aventuras er¨®ticas, y fue a lo largo de los 10 ¨²ltimos a?os de su vida cuando public¨® pr¨¢cticamente toda su obra: siete novelas, tres obras de teatro, varios libros de viajes y cr¨®nicas, as¨ª como numerosos art¨ªculos, y sobre todo 17 libros de cuentos escritos para los peri¨®dicos con inventiva y fecundidad asombrosas. El cuento fue para Maupassant el instrumento id¨®neo para construir un mundo literario homog¨¦neo, marcado por tramas llenas de originalidad, en las que se afronta de forma natural, sin restricciones ni prejuicios, cualquier aspecto de la vida, y que se desarrollan narrativamente con mucha precisi¨®n y fuerza dram¨¢tica.

La clasificaci¨®n tem¨¢tica que presenta el responsable de esta edici¨®n ofrece un abanico de temas que, ordenados alfab¨¦ticamente, abarcan desde "adulterio" hasta "violaci¨®n" pasando por "bastard¨ªa", "dinero", "prostituci¨®n", o "suicidio" hasta abarcar 50.

El adulterio, tema tan usual en la narrativa del siglo XIX, nutre muchos de los cuentos de Maupassant que pudi¨¦ramos adscribir al entorno cosmopolita, principalmente parisino, un ¨¢mbito abundante en ocultaciones, astucias y malentendidos, donde el enga?o al c¨®nyuge es una especie de deporte, a veces practicado con el c¨®mplice a lo largo de los a?os casi en forma de matrimonio paralelo. Los adulterios suelen producirse en un contexto social marcado por la ambici¨®n, la vanidad y el deseo de poder, a cuya referencia Maupassant nunca renuncia, pues en todos sus cuentos late, aunque de modo imperceptible a primera vista, un prop¨®sito de cr¨ªtica tan bien presentado que se asume a trav¨¦s del inter¨¦s del propio relato y no por la denuncia que pueda llevar consigo, y el erotismo impregna casi todos ellos con la sabidur¨ªa de la sugerencia.

Normand¨ªa, donde naci¨® y transcurri¨® su primera juventud, es otro espacio muy familiar en los cuentos de Maupassant, y muchas de sus mejores piezas son las que transcurren all¨ª. Bastantes de los cuentos normandos reflejan el mundo rural con magn¨ªfica evocaci¨®n de sus encantos y de sus miserias, sin ninguna complacencia. Se trata de un mundo donde hay cazurrer¨ªa, crimen y desdicha, pero tambi¨¦n sentido del humor, conmiseraci¨®n y amor. Bastantes de los cuentos del ¨¢mbito normando y rural tratan de cazadores, de la caza como pasi¨®n, y en muchos otros las relaciones er¨®ticas y los enga?os amorosos constituyen el tejido argumental.

La guerra franco-prusiana sirve tambi¨¦n de motivo para muchos otros cuentos de Maupassant. Los prusianos est¨¢n vistos en general como autoritarios, desp¨®ticos y prepotentes, sobre todo cuando se trata de los jefes militares pertenecientes a la aristocracia, pero tambi¨¦n son tratados con benevolencia cuando representan al civil enrolado por los requerimientos b¨¦licos... Dentro del extens¨ªsimo conjunto, aunque predomine la mirada realista, otro de los aspectos a resaltar son los cuentos que pudi¨¦ramos llamar terror¨ªficos y fant¨¢sticos, abundantes en desdoblamientos, invasiones del yo, delirios y cr¨ªmenes espeluznantes, desde una mirada nada extra?a para nuestra sensibilidad de hoy.

No es raro que muchos de estos cuentos surjan desde el planteamiento convencional de una reuni¨®n social, o de una cena de viejos amigos, donde alguien relata la historia, y predomina en casi todos ellos, con estilo conciso y sutileza fuera de lo com¨²n, un mundo lleno de belleza natural y de crueldad humana donde pueden fructificar, con el crimen y el atropello, la piedad y la ternura. Desde una mirada ir¨®nica donde se maneja con maestr¨ªa la sugerencia, las descripciones del escenario suelen adquirir mucha relevancia, al resultar un apoyo dram¨¢tico sustantivo.

Las 55 adaptaciones teatrales y 168 cinematogr¨¢ficas que muchos de sus cuentos han tenido hasta ahora, de las que hace relaci¨®n el meticuloso editor, nos pueden dar idea de su repercusi¨®n al margen de lo espec¨ªficamente literario: baste recordar que Bola de sebo sirvi¨® de inspiraci¨®n tanto a La diligencia del norteamericano John Ford, en 1939, como a la ¨®pera bufa hom¨®nima del ruso Vladislav Pazi, en 2009.

Maupassant fue traducido en Espa?a desde sus primeras obras. Uno de sus iniciales traductores, el muy olvidado cr¨ªtico Leopoldo Garc¨ªa-Ram¨®n, escribi¨® en 1889 un ensayo sobre el autor franc¨¦s donde hablaba de la "tersura y limpidez de la lengua"; de su estilo aparentemente sencillo, falto de artificio, muy sonoro y fluido; de su tono entre ir¨®nico y melanc¨®lico; de la claridad de los argumentos y la cotidianeidad de unos personajes que tienden a la "degeneraci¨®n moral"; de la intensidad de emoci¨®n que es capaz de suscitar en el lector... La publicaci¨®n de estos Cuentos Completos permitir¨¢ verificar la vigencia de todos esos valores, y disfrutar nuevamente de un autor que, al hablar de las pasiones y de los sentimientos de una sociedad ya desaparecida, est¨¢ sin embargo descifrando muchas claves que resultan cercanas y familiares en la actualidad. Esa es, precisamente, la gracia de los cl¨¢sicos.