Obertura singular

Los actos conmemorativos del Cuarto Centenario de la muerte de San Juan de Ribera concluyeron ayer con un concierto donde participaron Estil Concertant y el Cor de la Generalitat, teniendo a Francesc Perales como director. Promovido por el Institut Valenci¨¤ de la M¨²sica, el n¨²cleo de la sesi¨®n (que tambi¨¦n incluy¨® dos obras de Cabanilles) estaba constituido por la recuperaci¨®n de la Missa ? 4 y ? 8, escrita por Antonio Montesinos (1754-1820). La obra se compuso precisamente para la beatificaci¨®n del c¨¦lebre arzobispo y virrey, m¨¢s conocido como El Patriarca. El acto cobr¨® especial cohesi¨®n y sentido al celebrarse en la iglesia del mismo nombre, cuyos frescos han sido recientemente restaurados y que constituye uno de los m¨¢s bellos ejemplos de la arquitectura religiosa de la ciudad. La transcripci¨®n fue realizada por Marisa Esparza.

Francesc Perales es director titular del Cor de la Generalitat Valenciana, y como tal, responsable de su preparaci¨®n para las ¨®peras representadas en el Palau de les Arts. Sin embargo, tanto el coro como su director se asoman con frecuencia a otros campos, desde obras contempor¨¢neas hasta la m¨²sica antigua, interpretada a cappella o, como en este caso, con instrumentos originales. Ello proporciona a la agrupaci¨®n y al director una especial versatilidad, que tambi¨¦n se hizo patente en la sesi¨®n del viernes.

La indudable belleza y solidez de la Misa de Antonio Montesinos qued¨® curiosamente eclipsada por su propia obertura instrumental, cuya singular tensi¨®n y gracia hizo pensar en los grandes compositores del XVIII. Tanto es as¨ª que resultaba dif¨ªcil integrarla con los pentagramas, m¨¢s convencionales, que siguieron despu¨¦s. Ya en el programa de mano se indicaba, acertadamente, que tal obertura, por su estilo, podr¨ªa pertenecer a una ¨®pera. Pero cabe a?adir bastante m¨¢s: se trata de una m¨²sica cuyo encanto y perfecci¨®n formal merecer¨ªan su inclusi¨®n, como pieza aparte, en el repertorio habitual de las salas de concierto.

Y es l¨®gico que los miembros de Estil Concertant, arrastrados por el vigor y la alegr¨ªa que se desprenden de tales p¨¢ginas -muy bien dirigidas por Perales-, dieran lo mejor de s¨ª en su interpretaci¨®n.