Anulada una condena por abusos a una menor al no ser interrogada en el juicio
El Constitucional considera vulnerado el derecho a un proceso con garant¨ªas
La Sala Segunda del Tribunal Constitucional ha anulado la pena a un hombre de 58 a?os que en 2010 fue condenado a dos a?os y medio de c¨¢rcel por abusar sexualmente de una ni?a de nueve a?os en su domicilio de Sevilla la Nueva. El alto tribunal, en una sentencia del pasado 7 de noviembre, considera que la Audiencia Provincial de Madrid y el Juzgado de lo Penal n¨²mero 1 de M¨®stoles vulneraron el derecho de Lucas Jer¨®nimo G. A. a recibir un juicio "con todas las garant¨ªas". Los citados tribunales no consideraron necesario que la menor, que desarroll¨® anorexia a consecuencia de las agresiones, contestara durante el juicio a las preguntas del letrado del presunto pederasta.
Se da la circunstancia de que el abogado del acusado no se opuso ni aleg¨® vulneraci¨®n del derecho de defensa durante el juicio cuando dicho interrogatorio fue sustituido por el visionado de una grabaci¨®n con la declaraci¨®n de la menor ante un agente de la Guardia Civil doctorado en Psicolog¨ªa.
La ni?a, que ten¨ªa nueve a?os, prest¨® declaraci¨®n ante la Guardia Civil
La grabaci¨®n fue usada como prueba de cargo sin que la defensa protestara
Esta decisi¨®n, tomada con la intenci¨®n de salvaguardar la integridad de la menor, ha llevado al Tribunal Constitucional a considerar que el acusado no pudo, "en ning¨²n momento", ni directa ni indirectamente, dirigirle ninguna pregunta durante el proceso penal. Solo pudo formular alegaciones sobre el desarrollo y contenido de la grabaci¨®n. "No se respetaron sus derechos m¨ªnimos de defensa. Es decir, no disfrut¨® de un proceso con todas las garant¨ªas, por lo que un tribunal imparcial debe repetir el juicio con pleno respeto de sus garant¨ªas procesales", asegura.
As¨ª, la causa se retrotraer¨¢ al principio de la instrucci¨®n, pese a que tanto la titular del Juzgado n¨²mero 1 de M¨®stoles como los magistrados de la Secci¨®n Segunda de la Audiencia Provincial de Madrid consideraron probada la existencia de un delito continuado de abusos sexuales. Por este motivo fue inicialmente condenado en el juzgado de M¨®stoles a un a?o y un mes de c¨¢rcel, endureciendo la pena cinco meses la Audiencia Provincial. Tambi¨¦n se le impuso una multa de 2.000 euros por da?o moral a la v¨ªctima.
Los hechos, seg¨²n el relato de la agredida, se remontan a un d¨ªa sin determinar del a?o 2006, cuando se encontraba en la vivienda de una amiga. El padre de la misma aprovech¨® en varias ocasiones que se quedaba sola viendo en la televisi¨®n dibujos animados para sentarse junto a ella: "La aproximaba hacia s¨ª y le met¨ªa la mano bajo la ropa, toc¨¢ndole sus genitales. Manifestando la menor que ¨¦l le ped¨ªa que le tocara la colita", explica la sentencia. La v¨ªctima asegura en el v¨ªdeo que esa situaci¨®n se hab¨ªa producido en varias ocasiones.
El condenado le advirti¨® de que no se lo contara a nadie. "La menor en su relato fue espont¨¢nea, no se observ¨® indicaci¨®n alguna del entrevistador y utiliz¨® en su relato palabras y modos de expresi¨®n propios de su edad. Si a?adimos que posteriormente la ni?a fue explorada por el juez instructor y su resultado fue el mismo, la coherencia del relato y su persistencia en el tiempo resulta incuestionable", argumenta la juez de M¨®stoles en la sentencia.
La condena se basaba en dos pruebas principales: la declaraci¨®n de la v¨ªctima, que se produjo justo despu¨¦s de presentar su madre la denuncia, y la exploraci¨®n judicial, realizada sin presencia del responsable del ministerio p¨²blico ni el abogado defensor.
Tanto la Audiencia como la juez de M¨®stoles otorgaron credibilidad al relato de la menor, que fue corroborado por la m¨¦dico-forense y la pediatra que trataba a la ni?a desde dos a?os antes. Esta ¨²ltima asegur¨® que desde 2006 la menor comenz¨® a ser m¨¢s retra¨ªda, a sufrir v¨®mitos y dolor abdominal, y a adelgazar much¨ªsimo sin causa m¨¦dica conocida.
La madre de la agredida explic¨® en el juicio que se enter¨® del problema que sufr¨ªa su hija al constatar que hab¨ªa empezado a adelgazar, lloraba sin motivo, empezaba a bajar su rendimiento escolar. Pero un d¨ªa le dijo que no quer¨ªa quedarse en la casa de su amiga porque su padre la hab¨ªa estado tocando y quer¨ªa que le tocara a ¨¦l. Y que no lo cont¨® porque ¨¦l le dijo que, al ser una ni?a, nadie la creer¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.