En recuerdo de Arifa

Acabo de leer la noticia sobre la muerte de Arifa Karim Randhawa, la ni?a prodigio paquistan¨ª que salt¨® a la fama por sus precoces, pero avanzados, conocimientos inform¨¢ticos.

Hace algo m¨¢s de cinco a?os, esta joven ocupaba la portada de algunos de los peri¨®dicos m¨¢s prestigiosos del mundo. Yo ten¨ªa entonces 12 a?os, ella 9, pero recuerdo a la perfecci¨®n aquel d¨ªa. Arifa hab¨ªa sorprendido al mism¨ªsimo Bill Gates con su gran talento y posaba junto a ¨¦l esbozando una t¨ªmida sonrisa que permit¨ªa entrever a una peque?a asombrada por toda aquella situaci¨®n.

Recuerdo que la compar¨¦ conmigo. Pens¨¦ que ten¨ªamos mucho en com¨²n, ya que las dos ¨¦ramos unas ni?as y compart¨ªamos una gran afici¨®n por la inform¨¢tica. Ahora bien, lo suyo ten¨ªa mucho m¨¢s m¨¦rito, sin duda, pues no solo hab¨ªa logrado un nivel inform¨¢tico mucho m¨¢s avanzado que el m¨ªo, sino que lo hab¨ªa hecho en unas circunstancias mucho menos favorables que las de mi alrededor. Arifa hab¨ªa nacido en un pa¨ªs sumido en la m¨¢s extrema pobreza y con serios problemas pol¨ªticos y de seguridad. No obstante, todo aquello no le impidi¨® suplicar a su padre que le comprara un ordenador en cuanto se enter¨® de que exist¨ªan.

Tal vez encontr¨® en la inform¨¢tica el refugio que no hab¨ªa encontrado en su sociedad y en su pa¨ªs. Lo que est¨¢ claro es que esa joven prodigio dio una lecci¨®n a muchas personas. Por lo menos, a m¨ª s¨ª me la dio. Arifa me ense?¨® que los sue?os son sue?os, pero que, ante todo, son posibles. Estoy segura de que nunca imagin¨® que alg¨²n d¨ªa llegar¨ªa a hacerse famosa.

Cinco a?os m¨¢s tarde nos toca despedirla. No todos los d¨ªas muere una persona que nos ha ense?ado el verdadero significado de las palabras sue?o e ilusi¨®n.