La continua 'guerra' del Parque Alcosa
La deuda de la Administraci¨®n asfixia un proyecto de m¨¢s de dos d¨¦cadas
"No me llames de usted, ll¨¢mame Manolo", sonr¨ªe un se?or mayor curtido por la vida y sus viajes de marinero. En el Parque Alcosa, un barrio de Alfafar (Valencia) de unos 10.000 habitantes que lleva m¨¢s de 25 a?os luchando por salir de la exclusi¨®n, los nombres importan. Y m¨¢s si detr¨¢s de estos hay una deuda que no les da ni para mantenerlos a flote. Unos 72.000 euros que tanto el ayuntamiento de Alfafar como la Generalitat a¨²n no han pagado y que han llevado a que, desde hace algo m¨¢s de dos meses, sus habitantes protesten de forma continua mediante huelgas de hambre o concentraciones frente a la Administraci¨®n.
Importa, por ejemplo, que a la Plaza Vieja la llamen La plaza de los sue?os, porque aqu¨ª naci¨® el barrio y el proyecto de un arraigo forzoso a costa de la inmigraci¨®n. No est¨¢ de m¨¢s saber que a la calle Orba, la que limita el barrio con Benet¨²sser, se la conoce como La avenida del Pantano porque hasta hace menos de un a?o segu¨ªa sin asfaltar. O que el centro neur¨¢lgico del barrio, un edificio con una estructura c¨²bica y de esquema sovi¨¦tico, albergue lo que ellos llaman el Ateneo Popular. "Esto es como el ¨¢gora de los griegos. Aqu¨ª se hace de todo", explica Juli¨¢n Moyano, uno de los miembros de la Asociaci¨®n de Vecinos.
A la antigua plaza del Ayuntamiento se le llama plaza de la 'Paciencia Infinita'
Y es en esta misma planta donde se encuentra la Koordinadora de Kolectivos del Parke, una asociaci¨®n que aglutina a varios grupos y que mantiene viva la lucha por los proyectos que ha creado el barrio. Su oficina es una habitaci¨®n di¨¢fana con material por el suelo y un ordenador. "Ten¨ªamos dos, pero el otro se estrope¨® y ya no tenemos con qu¨¦ reponerlo", sostiene Mari Luz, madre de 30 a?os que de diez meses trabajando lleva siete sin cobrar. La plaza que se vislumbra desde el ventanal suele estar notablemente animada. Y no solo porque sea d¨ªa de mercado sino porque m¨¢s del 40% de la poblaci¨®n est¨¢ en el paro, casi veinte puntos m¨¢s que el resto de la Comunidad, que alcanza el 23%.
Lo fundamental para ellos, lo que ostenta una categor¨ªa especial, son los proyectos Nosotr@s mism@s. El primero que establecieron es el servicio de limpiezas: un par de casetas cedidas y material del Ayuntamiento sirven para que nueve personas, en turnos de varios meses, tengan un salario y mantengan limpio el barrio desde m¨¢s de dos d¨¦cadas. Dos centros de d¨ªa que educan y entretienen a ni?os de 9 a 13 a?os. Un taller de costura denominado Las cuatro Rosas ("ser¨¢ por las 17 rosas", dice Pako, un chico que camina con confianza por todos los centros) donde un grupo se arregla ropa que lleva la gente o que despu¨¦s vende en mercadillos: "Seguimos con la actividad a pesar de la falta de dinero. Hemos sido m¨¢s listos", sostiene Rafa, un hombre de 42 a?os que enhebra el hilo con una visible soltura. Y, por ¨²ltimo, el Rastro, una tienda de objetos restaurados que tambi¨¦n reparte a domicilio gracias a dos furgonetas financiadas entre todos.
Pero lo que no tiene nombre, seg¨²n Toni Valero, portavoz de la plataforma SOS Parke y en huelga de hambre desde hace 18 d¨ªas, es la "verg¨¹enza" del Consell. El pasado mi¨¦rcoles se reunieron con la consejera de Educaci¨®n, Mar¨ªa Jos¨¦ Catal¨¢, pero solo alcanzaron "buenas palabras y ning¨²n compromiso". Y el s¨¢bado 500 personas se concentraron, una vez m¨¢s, para exigir el pago de la deuda. Una forma de "poner los puntos sobre las ¨ªes" y "decir las cosas por su nombre". As¨ª piensan seguir hasta que alguien les d¨¦ una soluci¨®n. Lo tienen claro, no hay m¨¢s que verlo: a la antigua plaza del Ayuntamiento la han llamado Plaza de la Paciencia Infinita.
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