Una profec¨ªa del pasado. Lugones y la invenci¨®n del "linaje de H¨¦rcules"

Ensayo. Cuando hace unos meses la presidenta argentina inaugur¨® un Museo del Libro y la Lengua, hubo un cierto revuelo en la prensa espa?ola: el proyecto se hab¨ªa hecho a espaldas de Espa?a y de la Academia. En la historia de desencuentros ling¨¹¨ªsticos entre Argentina y Espa?a, Leopoldo Lugones (1874-1938) tiene un importante papel, que analiza con detenimiento el profesor y poeta Edgardo Dobry. A ra¨ªz del Centenario de la Independencia (1910), Lugones, abandonando una producci¨®n literaria esteticista, emprende en conferencias y publicaciones una labor de exaltaci¨®n nacionalista, grata a las oligarqu¨ªas de la pujante Argentina de la ¨¦poca. Lo que se propone es crear la tradici¨®n que la joven naci¨®n no pose¨ªa, y lo hace apelando a un elemento clave ya desde los nacionalismos del XIX: la lengua, el "esp¨ªritu de la patria". Lugones aborda una arriesgada operaci¨®n: demostrar que en Espa?a la lengua decay¨® brutalmente en el siglo XVI, con el Humanismo, pero se mantuvo en el habla del pueblo que emigr¨® a Am¨¦rica. En Argentina esta "estructura natural del idioma" se encarna en los gauchos, que dan lugar a una aut¨¦ntica epopeya, el Mart¨ªn Fierro (aunque Jos¨¦ Hern¨¢ndez, su autor, no fuera ni gaucho ni iletrado). Adem¨¢s, estos "trovadores errantes" son herederos de los provenzales, y muestran rasgos de "ternura viril sencillamente hom¨¦ricos", y sus bailes est¨¢n m¨¢s cerca de las "fuentes griegas" que de las "danzas fren¨¦ticas, como la jota". Por otra parte, como la representaci¨®n del "castellano paral¨ªtico" es la Academia Espa?ola, Lugones se propone desacreditarla atacando las etimolog¨ªas de su Diccionario: lo que ah¨ª se consideran indigenismos americanos en realidad vienen del lat¨ªn, del griego... o del dialecto rumano-megleno, da igual. Lugones demuestra que canoa o c¨®ndor no son voces nativas americanas (para ello escribi¨® un inconcluso Diccionario etimol¨®gico). Y para sustituir la autoridad acad¨¦mica derrocada, e impedir que la "plebe ultramarina" (la nutrida inmigraci¨®n del momento) ataque las esencias nacional-ling¨¹¨ªsticas, Lugones se autopropone como faro salvador. Dobry explora con gran sensibilidad la filiaci¨®n nietzscheana del pensamiento de Lugones, sus relaciones conceptuales con precursores americanos (Sarmiento) o coet¨¢neos espa?oles (Unamuno), y diversos momentos de su recepci¨®n (Borges), para presentar en su contexto intelectual esta labor tit¨¢nica de invenci¨®n de una tradici¨®n. La historia (y aun el presente) muestra operaciones similares en distintos lugares, pero pocas veces habr¨¢n alcanzado la complejidad y la tensi¨®n tr¨¢gica de la que forj¨® Lugones.