La huelga de polic¨ªas aterroriza a Bah¨ªa
Durante siete d¨ªas de protesta ha habido 93 asesinatos en la ciudad brasile?a
El Gobierno de Dilma Rousseff se encuentra en situaci¨®n de alarma por los sucesos de los ¨²ltimos d¨ªas en el Estado de Bah¨ªa, donde una huelga de la polic¨ªa militar ha puesto de rodillas a la capital y a varias ciudades. Los agentes se han amotinado en el edificio de la Asamblea Legislativa en San Salvador. Hasta ahora el balance es de 93 asesinatos en siete d¨ªas, saqueos, tiroteos en las calles, comercios cerrados y una poblaci¨®n en estado de p¨¢nico.
Brasilia envi¨® enseguida a San Salvador de Bah¨ªa a su ministro de Justicia, Jos¨¦ Eduardo Cardozo, y a la Fuerza Nacional, al tiempo que se moviliz¨® a las tres ramas del Ej¨¦rcito para proteger a los ciudadanos. La situaci¨®n amenaza con extenderse a Esp¨ªritu Santo y hasta a R¨ªo de Janeiro, en v¨ªsperas de los carnavales, momento cumbre del turismo internacional en la ciudad carioca.
El problema de la seguridad tiene un trasfondo pol¨ªtico y otro sociol¨®gico. La parte pol¨ªtica es que hasta ahora la seguridad p¨²blica depend¨ªa de Gobiernos locales que se han mostrado incapaces de resolverlo, con 50.000 asesinatos al a?o en todo el pa¨ªs.
El tema sociol¨®gico es tambi¨¦n doble: los polic¨ªas en Brasil est¨¢n mal formados y ganan poco para el riesgo que supone la profesi¨®n. Por ello, quiz¨¢s son de los que m¨¢s matan del mundo. Los agentes caen con facilidad en la tentaci¨®n de la corrupci¨®n, y en ocasiones llegan a vender sus propias armas a los narcos. Uno de los cabecillas de los narcos de las favelas de R¨ªo declar¨® hace poco que el tr¨¢fico de drogas de la ciudad "dedica el 50% de lo que recaba para sobornar a la polic¨ªa". Los polic¨ªas en huelga de Bah¨ªa, a los que se trata de hacer aparecer como un grupo de rebeldes, presentan cuatro reivindicaciones: un plan de carrera, que no existe o se ha quedado viejo para los nuevos tiempos y los nuevos problemas; mejores condiciones de trabajo; salarios m¨¢s dignos y reglamentaci¨®n del pago de auxilio por accidentes.
Existe el temor de que el caso Bah¨ªa se extienda por Brasil, dejando grandes ciudades desguarnecidas en un pa¨ªs donde la violencia es grave incluso con todas las fuerzas del orden en activo.
Los gobernadores de otros Estados se han reunido estos d¨ªas para estudiar el caso de Bah¨ªa ante el temor de un contagio, sobre todo porque las familias de los polic¨ªas, e incluso una parte de la poblaci¨®n, est¨¢n de su lado y dispuestas a salir a la calle con ellos.
Al mismo tiempo, de c¨®mo el Gobierno central resuelva por fin el caso de los polic¨ªas atrincherados en el palacio del Gobierno de la capital bahiana, va a depender lo que pueda pasar en otros Estados. De resolverse solo con la fuerza -el Gobierno local les ha dado un ultim¨¢tum para que abandonen el edificio- y sin conseguir una negociaci¨®n, con polic¨ªas detenidos y encarcelados como criminales, podr¨ªa crecer "una cultura del resentimiento y animadversi¨®n a los Gobiernos locales", afirma el soci¨®logo Emilson Lopes.
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