La OMC avala el sistema de cr¨¦ditos reembolsables a Airbus

La Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC) ha certificado que parte de los pr¨¦stamos p¨²blicos concedidos en Europa al consorcio aeron¨¢utico Airbus para el desarrollo de aviones como el superjumbo A380 son il¨ªcitos, porque representan un subsidio a la exportaci¨®n. Pero es una derrota a medias, porque avala el sistema de cr¨¦ditos reembolsables que utilizan los Gobiernos europeos para financiar el lanzamiento de nuevos aviones, como al A350.

El dictamen de la OMC tiene su origen en una demanda presentado por la estadounidense Boeing hace seis a?os, en la que acus¨® a su rival europea de haber elevado su cuota de mercado gracias a ayudas p¨²blicas masivas que cuantific¨® en 200.000 millones de d¨®lares. Dinero, afirma, con el que no podr¨ªa haber lanzado nuevos modelos, como el A380.

La OMC cree que los pr¨¦stamos de los que se beneficiaron programas como el superjumbo estaban sujetos a unos tipos de inter¨¦s por debajo a los de mercado. Pero la opini¨®n del organismo, recogida en 1.000 p¨¢ginas, permite a los europeos cantar victoria, al considerar compatible con las reglas internacionales el principio sobre el que se sustenta el sistema de cr¨¦ditos a Airbus.

"Deben cesar las ayuda il¨ªcitas"

Boeing, por su parte, considera que la decisi¨®n es clara y que las ayudas il¨ªcitas "deben cesar sin dilaci¨®n", porque dan una clara ventaja a Airbus. Jim McNerney, su consejero delegado, cree por ello que debe restaurarse "una competencia justa" en la industria. En base a esta decisi¨®n, calculan que su rival deber¨ªa reembolsar 4.000 millones de los que se benefici¨® el A380.

Airbus responde diciendo que la OMC rechaza con su dictamen el 70% de los argumentos utilizados en el litigio por Boeing. En concreto, se refieren a las demandas que conciernen al desarrollo del A3450 y a las ayudas francesas al A330. Es m¨¢s, resalta el hecho de que se constate que estos cr¨¦ditos no afectaron ni al empleo ni a la cuenta de resultados de su rival estadounidense.

El consorcio europeo estudia ahora con Bruselas y sus socios la posibilidad de apelar. Aunque deja la puerta abierta para que se pueda solucionar el contencioso por la v¨ªa de la negociaci¨®n con Washington. Una opci¨®n que el gigante estadounidense de la defensa rechaza, o al menos hasta que se sepa el veredicto sobre las ayudas que recibe de la NASA y el Pent¨¢gono.