Los rescates p¨²blicos a los bancos suman 1,2 billones en ocho pa¨ªses
Entidades de EE UU, Alemania, Reino Unido, Holanda, B¨¦lgica, Irlanda, Grecia y Espa?a deben a sus Estados 865.160 millones
El sistema financiero espa?ol est¨¢ empachado por un atrac¨®n de ladrillo y el Estado ha decidido salir en su rescate. El caso de Espa?a no es ¨²nico: hasta el momento, al menos, ocho pa¨ªses han desembolsado m¨¢s de 1,2 billones de euros de sus arcas para rescatar al sistema financiero, seg¨²n datos del Fondo Monetario Internacional (FMI). La diferencia es que el Gobierno de Rajoy ha tenido que recurrir a sus socios europeos para inyectar dinero p¨²blico a las entidades espa?olas.
? Espa?a. A pesar de que las autoridades espa?olas no dudaron en alardear de la buena salud de sus bancos durante el colapso financiero de 2008, el estallido de la burbuja inmobiliaria dej¨® un reguero de cajas enfermizas. En 2010, el anterior Gobierno socialista inici¨® un proceso de reestructuraci¨®n del sector para impulsar la fusi¨®n entre las entidades. Las operaciones eran apoyadas mediante un fondo (FROB), a trav¨¦s del cual Espa?a ha aportado 40.789 millones a las instituciones financieras, aunque se han recuperado 27.908 millones. No obstante, como el problema persiste el Ejecutivo ha recurrido a Bruselas, que ha puesto a disposici¨®n de Espa?a un fondo de hasta 100.000 millones.
? Estados Unidos. La crisis financiera de 2008 tuvo su epicentro en EE UU y el s¨ªmbolo de aquella tormenta financiera fue la ca¨ªda de Lehman Brothers. Las consecuencia de aquel tsunami financiero llev¨® al Gobierno del expresidente George Bush a poner en marcha un fondo, el TARP (Troubled Asset Relief Program), para inyectar hasta 700.000 millones de d¨®lares (unos 574.086 millones de euros) a la banca. Ese dinero permiti¨® nacionalizar las grandes entidades al inocular el dinero p¨²blico a la fuerza en sus balances. La entidad que recibi¨® m¨¢s ayudas fue AIG (140.000 millones). Las hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac tambi¨¦n fueron nacionalizadas. La ducha de dinero p¨²blico para eliminar las dudas en el sector financiero, enfermo por la crisis de las hipotecas subprime, tambi¨¦n alcanzaron a Citigroup (unos 35.000 millones de euros en dos tramos) o Bank of America (otros 35.000 millones). Cuatro a?os despu¨¦s, las devoluciones al Gobierno de EE UU ascienden a 227.468 millones de euros, la deuda pendiente corresponde sobre todo a peque?os bancos estatales y locales y a las participaciones que el Estado tom¨® en algunas entidades.
? Reino Unido. Mientras las entidades espa?olas sacaban pecho en 2008, los bancos brit¨¢nicos sufr¨ªan la virulencia de una crisis que se intensific¨® en Londres. El banco Northern Rock fue el primero en caer afectado por el veneno de los activos t¨®xicos. El Gobierno de Gordon Brown lo nacionaliz¨® y abri¨® la v¨ªa de las ayudas p¨²blicas para rescatar a la banca. Durante el v¨¦rtice de la crisis, en oto?o de 2008, el Reino Unido aport¨® cerca de 118.122 millones de euros en el capital de los bancos m¨¢s afectados, entre ellos el Royal Bank of Scotland (25.000 millones de euros), Lloyds (5.000 millones) y HBOS (16.000 millones). La rapidez con que actu¨® el Gabinete del ex primer ministro Brown fren¨® el deterioro del sector. El Tesoro brit¨¢nico a¨²n conserva participaciones en muchas de las entidades por importe de 99.000 millones.
? Irlanda. Uno de los casos paradigm¨¢ticos de c¨®mo un pa¨ªs practica una transfusi¨®n millonaria de fondos p¨²blicos ¡ªel 41,2% de su PIB¡ª para salvar al sistema financiero. La medida result¨® demasiado dolorosa y tuvo consecuencias inesperadas. El manguerazo de dinero tuvo su origen en un sector financiero desmedido ¡ªrepresentaba cerca de ocho veces el PIB irland¨¦s¡ª. Varios meses despu¨¦s del estallido de la crisis financiera, sus consecuencias a¨²n sacud¨ªan Irlanda. Dubl¨ªn se vio obligada a nacionalizar el Anglo Irish Bank y el Irish Nationwide entre 2009 y 2010. El virus financiero se contagi¨® con fuerza y el Gobierno decidi¨® crear un banco malo, Nama, para concentrar los cr¨¦ditos t¨®xicos de los bancos. Para ello, las autoridades irlandesas destinaron 64.452 millones para comprar pr¨¦stamos dudosos y capitalizar entidades. Irlanda a¨²n debe recuperar cerca del 90% de esa aportaci¨®n. La may¨²scula inyecci¨®n de fondos desemboc¨® en el rescate del pa¨ªs por parte del FMI y la UE.
? Holanda. En la misma ¨¦poca, la grave infecci¨®n de la crisis en dos entidades holandesas llevaron al Gobierno de Amsterdam a desembolsar 84.897 para rescatar a dos de sus bancos principales y a otras entidades. El Fortis recibi¨® 28.000 millones e ING 10.000. Cuatro a?os despu¨¦s, el Ejecutivo holand¨¦s ha recuperado casi la mitad de su aportaci¨®n.
? Alemania. A pesar de la buena reputaci¨®n de los bancos alemanes, el Ejecutivo alem¨¢n ha inyectado hasta 313.638 millones de euros para sanear sus entidades. Una buena parte de dinero p¨²blico fue a parar a una multitud de bancos regionales. Pero como el problema financiero fue creciendo, Berl¨ªn cre¨® un banco malo que se trag¨® m¨¢s de 250.000 millones en activos t¨®xicos.
? B¨¦lgica. El Gobierno belga aport¨® el 7% de su PIB para ayudar a Fortis y recapitalizar Dexia. El Tesoro p¨²blico a¨²n debe recuperar 24.676 millones.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.