¡°Las condiciones del rescate a Espa?a deben ser amplias¡±
Jens Weidmann es el presidente del Bundesbank, el banco central alem¨¢n, guardi¨¢n de las esencias encargado de evitar a toda costa que la inflaci¨®n suba en el pa¨ªs Se muestra contrario a que el BCE compre bonos y a una uni¨®n bancaria
El demonio econ¨®mico de Estados Unidos es la Gran Depresi¨®n; el de esta Europa tan y tan alemana es la inflaci¨®n. Los alemanes sienten un miedo cerval por ese fen¨®meno econ¨®mico, por el recuerdo de las estratosf¨¦ricas subidas de precios de los a?os veinte, por el temor a que la inflaci¨®n se coma sus ahorros. El guardi¨¢n de las esencias encargado de evitar a toda costa que eso ocurra es el Bundesbank, el banco central presidido por Jens Weidmann (Solingen, 1968), que ejerce una influencia imperial sobre el BCE. Weidmann, exasesor ¨¢ulico de la canciller ?ngela Merkel, se granje¨® las iras de los halcones antiinflacionistas hace unas semanas al mostrarse abiertamente a favor de incrementos salariales en la industria germana: un poco de aire fresco en esa habitaci¨®n cerrada a cal y canto que es la sacrosanta austeridad alemana.
Pregunta. ?Cree que 100.000 millones de euros son suficientes para rescatar a Espa?a, teniendo en cuenta el rumbo de la recesi¨®n y el v¨ªnculo entre los bancos y los bonos soberanos?
Respuesta. Por lo general no hago conjeturas con las cifras. En cuanto a la valoraci¨®n de las necesidades de financiaci¨®n, conf¨ªo en el FMI y en los evaluadores externos. Por lo que sabemos ahora, la cantidad debatida parece contener un margen de seguridad suficiente. La decisi¨®n del Gobierno espa?ol es importante porque mitiga la incertidumbre sobre la solvencia de sus bancos y de este modo contribuye a la estabilizaci¨®n de los mercados financieros. Tambi¨¦n agradezco el hecho de que el Gobierno espa?ol ya no espere un respaldo econ¨®mico sin condiciones. Estas deben ser un elemento fundamental de cualquier ayuda econ¨®mica.
P. En los dos ¨²ltimos a?os Espa?a ha aplicado reformas en el mercado laboral, las pensiones y el sistema financiero, ha hecho recortes en el gasto y ha incrementado los impuestos. ?Qu¨¦ suceder¨¢ ahora? ?Qu¨¦ reformas tiene en mente?
R. El mensaje clave es que el sistema bancario es un reflejo de la econom¨ªa. Evidencia la situaci¨®n de las finanzas p¨²blicas a trav¨¦s del v¨ªnculo con los bonos soberanos. Tambi¨¦n refleja la competitividad de la econom¨ªa y los desequilibrios que se han acumulado en el pasado, como la burbuja del sector inmobiliario. Una soluci¨®n integral incluye m¨¢s reformas y soluciones en diversos ¨¢mbitos. Algunos desaf¨ªos concretos son la transparencia y el control de la ejecuci¨®n presupuestaria en las regiones, y abordar la segmentaci¨®n del mercado laboral. Junto con las reformas del mercado de trabajo ya anunciadas, esto podr¨ªa dar nuevas esperanzas a los j¨®venes desempleados.
P. Pero el Gobierno espa?ol dice justamente lo contrario: que solo hay condiciones para los bancos. ?Cu¨¢les ser¨¢n las verdaderas condiciones para el rescate de Espa?a?
R. Debido a la interconexi¨®n de los diferentes ¨¢mbitos pol¨ªticos, creo que las condiciones van a ser amplias. La impresi¨®n de que este es un rescate sin condiciones fuera del sistema financiero ya est¨¢ erosionando el compromiso con los t¨¦rminos de los programas actuales.
P. ?Existe el riesgo de que otros pa¨ªses, como Irlanda o Portugal, puedan pedir las mismas condiciones y ajustes?
R. Ese es justamente el problema fundamental. En Irlanda y Portugal existe un debate sobre la relajaci¨®n de las condiciones, y en Grecia tambi¨¦n est¨¢ cobrando impulso. Pero insistir en solucionar los problemas estructurales perpetuar¨¢ la crisis, y la reacci¨®n del mercado refleja esta preocupaci¨®n.
Al banco alem¨¢n no le gusta que Espa?a presente el rescate como una victoria
P. ?Por qu¨¦ no se cambian esos principios y se realiza un ajuste m¨¢s suave?
R. Una vez m¨¢s, la ayuda econ¨®mica solo puede comprar tiempo, pero no afronta las causas fundamentales de la crisis. Es como un calmante. Si no nos cercioramos de curar la enfermedad, estaremos peor cuando pase el efecto. Tambi¨¦n dudo de que el apoyo p¨²blico a las reformas necesarias aumente si se alargan m¨¢s en el tiempo, por no hablar del respaldo de la opini¨®n p¨²blica en los pa¨ªses que garantizan el mecanismo de los rescates.
P. ?Considera que Espa?a dud¨® demasiado antes de pedir ayuda?
R. Creo que el Gobierno espa?ol dud¨® porque ten¨ªa la esperanza de que hubiera otros medios de financiaci¨®n sin condiciones.
P. En Grecia hay mucho debate sobre la necesidad de renegociar algunos aspectos del programa. ?Hay margen para realizar cambios?
R. Lo primordial es que existe un acuerdo que han firmado todas las partes implicadas, incluido el Gobierno griego. Si ahora se considerara que los pactos est¨¢n abiertos a renegociaci¨®n, el primer ministro portugu¨¦s, por ejemplo, tendr¨ªa dificultades para presentarse ante el Parlamento y explicar que va a aplicar reformas. Creo que ser¨ªa una estrategia muy peligrosa y perjudicar¨ªa a los pa¨ªses que ejecutan reformas de manera pausada.
P. Normalmente se describe a Grecia como un caso especial. ?Podr¨ªa ser as¨ª, en un sentido positivo, en este caso, lo cual permitir¨ªa a Grecia ajustar el programa?
R. Grecia ya est¨¢ recibiendo un trato especial. Los ajustes se prolongar¨¢n mucho m¨¢s tiempo. El pa¨ªs se benefici¨® de un alivio excepcional de la deuda. Obtuvo mucho m¨¢s apoyo que ninguna otra naci¨®n. Relajar todav¨ªa m¨¢s este marco ya suavizado es imposible.
P. Uno de los l¨ªderes de los dos partidos que podr¨ªan alzarse ganadores dice que el Gobierno griego solicitar¨¢ un cambio total del programa. ?Qu¨¦ respuesta generar¨ªa una iniciativa unilateral de Grecia?
R. Qui¨¦n salga elegido en Grecia ser¨¢ una decisi¨®n democr¨¢tica que todos tendremos que aceptar. Pero el nuevo Gobierno griego estar¨¢ ligado a los acuerdos ya existentes. Si decidiera salir del programa unilateralmente, en mi opini¨®n significar¨ªa que ya no podr¨¢ prestarse m¨¢s ayuda econ¨®mica. Grecia habr¨ªa tomado una decisi¨®n, pero tambi¨¦n tendr¨ªa que acatar las consecuencias. Todos nos veremos afectados, pero mi valoraci¨®n es que Grecia ser¨¢ quien salga peor parada.
P. ?Han preparado alg¨²n plan de contingencia para una salida griega?
R. Yo no hablo de planes de contingencia. Solo reiterar¨¦ lo que ya he dicho: las repercusiones de una decisi¨®n de esa ¨ªndole sin duda ser¨ªan peores para Grecia que para los dem¨¢s. El resultado de los posibles efectos contagiosos no puede ser que uno acepte lo que ha decidido unilateralmente un Gobierno.
P. Si el nuevo Gobierno griego decidiera no cumplir todos los acuerdos, ?supondr¨ªa una salida de la eurozona?
R. Desde luego hay posibilidad de que el asunto se agrave hasta llegar a esa situaci¨®n.
P. Por tanto, ?no cumplir el pacto conduce a una salida?
R. No cumplir el pacto conduce al fin de la financiaci¨®n. Y esto puede tener repercusiones para sus posibilidades de continuar en el euro.
P. Analiz¨¢ndolo retrospectivamente, ?cree que la introducci¨®n del euro en Grecia fue un error?
R. Sin duda recordar¨¢ el controvertido debate que se produjo en su momento, en el que Alemania mostr¨® cierto escepticismo. Pero desde luego fue un error que Grecia no hiciera un uso inteligente de los beneficios de nuestra divisa com¨²n. El progreso que se observ¨®, sobre todo en las finanzas p¨²blicas, antes de la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria (UEM), ha sido traicionero.
P. Algunos dicen que Grecia puede ir a la bancarrota pero continuar en el euro. ?C¨®mo ve el Bundesbank esa situaci¨®n hipot¨¦tica?
R. La cuesti¨®n es que solo Grecia puede decidir abandonar el euro, aunque esto no est¨¢ previsto en el tratado de la UE. Como dec¨ªa antes, ser¨¢ muy dif¨ªcil que un pa¨ªs insolvente al que se retira el apoyo econ¨®mico permanezca en la UEM.
P. Pero si Grecia abandona el euro, ?qu¨¦ ocurrir¨¢ con Portugal y toda la eurozona? ?No es ese un riesgo mayor que financiar a Grecia sin condiciones y correr el peligro de que el Gobierno portugu¨¦s pida lo mismo?
R. Creo que coincidimos en que ambos riesgos son considerables. Naturalmente, no quiero hacer conjeturas sobre el hecho de que un pa¨ªs vaya a abandonar la eurozona; todav¨ªa no lo hemos visto y ser¨ªa un acontecimiento muy grave. Por eso cuento con que el Gobierno griego cumpla sus acuerdos. Esa es mi preferencia.
P. ?Y cu¨¢les son los otros riesgos?
R. Uno de los grandes peligros es que los cimientos de la estabilidad de la uni¨®n monetaria, que hemos acordado y consagrado en los art¨ªculos del tratado de la UE, se erosionen todav¨ªa m¨¢s. Esto entra?a la posibilidad de socavar la confianza en la solidez de la uni¨®n monetaria. E inflar los problemas someter¨ªa todav¨ªa a m¨¢s presi¨®n a la pol¨ªtica econ¨®mica. Algunas voces ya est¨¢n pidiendo al Banco Central Europeo (BCE) que incumpla las normas y rescate sin condiciones.
P. ?Cuenta la Uni¨®n Europea con suficientes cortafuegos para afrontar una salida de Grecia?
R. No quiero hacer conjeturas respecto a una salida de Grecia. Los cortafuegos que hemos creado y consolidado est¨¢n ah¨ª para impedir efectos de contagio. Y no participar¨¦ en el interminable debate sobre su envergadura. En cualquier caso, no debemos permitir que nos haga chantaje un pa¨ªs por los efectos de contagio.
P. ?Existe para Grecia un buen escenario y otro malo?
R. Una vez m¨¢s, mi hip¨®tesis preferida es que el Gobierno griego reconozca la importancia que entra?a el cumplir sus obligaciones y ponga en pr¨¢ctica lo que se ha decidido. Lo que deber¨ªa ser innegociable son los objetivos, no los medios por los cuales se consigan. Si Grecia, por ejemplo, encuentra una alternativa para proporcionar cierta cantidad de ingresos al margen de lo que se ha pactado, sin duda habr¨ªa margen para la flexibilidad.
P. ?Es aceptable ampliar un a?o el programa?
R. Esa es una decisi¨®n pol¨ªtica que tendr¨ªa consecuencias perjudiciales para la Uni¨®n en su conjunto.
P. En cuanto a Portugal, parece proyectar la imagen del buen estudiante en el programa de rescates, pero tambi¨¦n es reh¨¦n de lo que ocurre en Grecia y Espa?a. ?Qu¨¦ mensaje le enviar¨ªa al Gobierno portugu¨¦s?
R. El mensaje clave de Portugal e Irlanda es que los programas de ajustes funcionan. Las reformas que se han puesto en pr¨¢ctica all¨ª han contribuido a reducir los costes de la mano de obra y han frenado el descenso de la competitividad. Tambi¨¦n vemos los primeros beneficios de esto en el d¨¦ficit por cuenta corriente. Y, seg¨²n nuestras previsiones, deber¨ªa repuntar el crecimiento en esos pa¨ªses. Ning¨²n pron¨®stico serio ve una espiral descendente sin fin.
P. Ya se habla de un segundo rescate a Portugal, ya que es posible que el pa¨ªs no pueda volver a los mercados el a?o que viene. ?Qu¨¦ opina al respecto?
R. Estamos lidiando con una crisis de confianza, y la confianza perdida no puede recuperarse de la noche a la ma?ana. Pero el mensaje importante es que Portugal est¨¢ en el buen camino.
P. Pero, ?no est¨¢ en juego todo el euro?
R. Tambi¨¦n se ha perdido la confianza en el funcionamiento de la uni¨®n monetaria en su conjunto. Esto nos devuelve al debate sobre si queremos regresar al marco de Maastricht, que recurre a pol¨ªticas fiscales nacionales que solo son responsables de s¨ª mismas, o si queremos dar un salto cuantitativo con respecto a la integraci¨®n. No podemos decir, por un lado, que confiamos en pol¨ªticas fiscales nacionales y, por otro, mutualizar progresivamente el riesgo sin control, socavando de este modo el marco legal actual. Al final siempre es una cuesti¨®n de equilibro entre responsabilidad y control.
P. ?Est¨¢ diciendo que si existe control podemos tener eurobonos?
R. Estoy diciendo que las responsabilidades comunes solo son compatibles en un contexto completamente distinto, y deber¨ªa demostrarse que este contexto garantiza la disciplina fiscal y unos fundamentos macroecon¨®micos seguros. No se puede dar el tercer paso antes que el primero.
P. Pero, ?qui¨¦n lo controla? ?Basta con el pacto fiscal?
R. Por supuesto que no basta. El Bundesbank acogi¨® de buen grado el pacto fiscal porque fortalece las normas ya existentes. Pero eso no equivale a abandonar la soberan¨ªa. A mi modo de verlo, una uni¨®n fiscal es algo en lo que se recortan los derechos presupuestarios de los Parlamentos, al menos si se incumplen las normas. Y ya vemos lo dif¨ªcil que es renunciar a la autonom¨ªa fiscal: incluso bajo una presi¨®n enorme es muy complicado, por ejemplo para Espa?a, someterse a las condiciones. Se percibe como una cuesti¨®n de orgullo nacional.
P. ?A qu¨¦ se refiere exactamente con responsabilidades comunes?
R. Ya tenemos responsabilidades comunes a trav¨¦s del mecanismo de rescate. Si quisi¨¦ramos ampliarlo ¡ªya sea por medio de eurobonos o de una uni¨®n bancaria¡ª mutualizar¨ªamos las responsabilidades hasta un punto que ya no se contempla en los tratados de la UE y las Constituciones nacionales. Si de verdad queremos avanzar hacia una uni¨®n pol¨ªtica, tenemos que reconocer un entorno completamente nuevo, y eso significa que todos tendr¨ªamos que renunciar a una soberan¨ªa nacional considerable. Significa que una instancia central puede interferir directamente en los presupuestos y los impuestos para imponer el cumplimiento de los acuerdos. Tenemos que preguntarnos con honestidad si estamos dispuestos a ceder tanta soberan¨ªa nacional.
P. ?Lo aceptar¨ªan los alemanes?
R. Al menos seg¨²n las encuestas, la opini¨®n p¨²blica en Alemania estar¨ªa m¨¢s dispuesta a embarcarse en una mayor integraci¨®n pol¨ªtica que la mayor¨ªa de los pa¨ªses. El ¨²ltimo sondeo de Pew Research demuestra que en Alemania, un 58% est¨¢ a favor. En otros pa¨ªses, la actitud es m¨¢s negativa, sobre todo en aquellos que piden con m¨¢s vehemencia la cohesi¨®n de riesgos y responsabilidades, como Italia, Espa?a o Francia. Tenemos que ser honestos en este debate. Llevar¨¢ a?os y a?os. Tendr¨ªamos que modificar los tratados de la UE y nuestras Constituciones, e incluso celebrar un refer¨¦ndum, por ejemplo en el caso de Alemania.
La inflaci¨®n no es ahora la principal inquietud de la entidad
P. ?Preferir¨ªan volver al marco alem¨¢n?
R. No, la opini¨®n p¨²blica alemana est¨¢ claramente comprometida con una divisa com¨²n estable.
P. Pero en la periferia la casa est¨¢ en llamas. Y algunos preguntan qu¨¦ est¨¢ haciendo el BCE. ?Por qu¨¦ no puede ser un prestamista de ¨²ltimo recurso?
R. El BCE ya ha tomado muchas medidas para impedir un empeoramiento de la situaci¨®n. Ha reducido los tipos de inter¨¦s. Sigue proporcionando una liquidez casi ilimitada con unas condiciones muy generosas y ha optado por varias disposiciones poco habituales. Al hacerlo, ha ampliado considerablemente su potestad. Si ejerciera de prestamista de ¨²ltimo recurso para los Gobiernos, redistribuir¨ªa los riesgos de solvencia entre los contribuyentes nacionales, para lo cual no existe legitimidad democr¨¢tica y, por tanto, est¨¢ estrictamente prohibido en los tratados de la UE.
P. ?Teme la hiperinflaci¨®n?
R. No es una cuesti¨®n de ¡°angustia¡± alemana por la hiperinflaci¨®n. Es la lecci¨®n de nuestra historia europea m¨¢s reciente en los a?os setenta y ochenta, cuando pa¨ªses como Italia, Espa?a y Francia experimentaron unos ¨ªndices de inflaci¨®n intolerablemente elevados. No quiero reabrir el debate con nuestros amigos italianos sobre el matrimonio entre el Banco de Italia y el Gobierno hasta 1981. Pero creo que no era, claramente, un modelo que pudiera servir de ejemplo para el futuro de Europa. Todos esos llamamientos a la financiaci¨®n monetaria, para que el banco central intervenga como el ¨²nico actor capaz de hacer algo, nos devolver¨ªan a los a?os setenta.
P. Pero, si bien existe un mandato para mantener la estabilidad de los precios, existe otro mandato para mantener la estabilidad financiera. Y no hay estabilidad financiera en Europa.
R. Existe una jerarqu¨ªa clara. El objetivo primordial del Eurosistema es mantener la estabilidad de los precios, y a la larga, es la mejor contribuci¨®n que podemos hacer a la estabilidad financiera. Pero como dije, el Eurosistema tambi¨¦n ha contribuido a evitar una escalada de la crisis en el sentido de que recortamos los tipos de inter¨¦s hasta unos m¨ªnimos hist¨®ricos, proporcionamos casi una liquidez ilimitada a los bancos, y adoptamos numerosas medidas no convencionales. El problema es que si los pol¨ªticos tienen la impresi¨®n de que pueden pasar su responsabilidad a otro, entonces optar¨¢n por la salida f¨¢cil. Y eso socava la independencia de los bancos centrales.
P. ?C¨®mo valora el ¨¦nfasis del presidente Obama en la necesidad de crecimiento y de una pol¨ªtica m¨¢s expansiva?
R. Tenemos que reconocer que la recesi¨®n que estamos observando en muchos pa¨ªses es consecuencia de la falta de confianza en las finanzas p¨²blicas, adem¨¢s de la erosi¨®n de su competitividad. No existe una salida f¨¢cil, a menos que se aborden las causas de estos problemas. Y, sin duda alguna, abordar esta situaci¨®n aumentando la deuda mediante el est¨ªmulo fiscal no es la soluci¨®n.
P. ?Est¨¢ Estados Unidos totalmente equivocado?
R. A veces, uno tiene la impresi¨®n de que, de repente, algunos se han dado cuenta de la importancia del crecimiento. Pero todos los programas de ajuste se centran en el crecimiento. Tenemos que ser sinceros en este debate. A lo que se refieren los protagonistas de este debate es a unos paquetes de incentivos financiados p¨²blicamente. Y eso es algo diferente. Quiz¨¢s conduzcan a una breve expansi¨®n, pero agravar¨¢n nuestros problemas en el futuro, porque crear¨¢n una deuda adicional, y ya existen dudas sobre la sostenibilidad de la deuda. El exceso de demanda financiada por los cr¨¦ditos fue una parte del problema, por ejemplo cuando hablamos del boom de la vivienda en Espa?a.
P. Financiado por bancos alemanes...
R. No importa qui¨¦n lo financiara. No estoy hablando de la cuesti¨®n de a qui¨¦n hay que culpar. Estoy diciendo que es una situaci¨®n insostenible.
P. ?Y qu¨¦ hay del pacto sobre el crecimiento? La canciller ha hablado de ¨¦l.
R. Nuestro problema en Europa es aumentar el potencial de crecimiento. Si debatimos sobre un pacto sobre el crecimiento, este deber¨ªa centrarse en el crecimiento a largo plazo, y por lo tanto en las reformas estructurales. Esto tambi¨¦n es lo que Merkel tiene en mente.
P. ?Y qu¨¦ hay de los bonos para proyectos?
R. ?Para hacer qu¨¦?
P. Para infraestructuras, por ejemplo.
R. ?Para infraestructuras? No creo que Espa?a y otros pa¨ªses sufran una falta de infraestructuras. Lo que echo en falta es un an¨¢lisis adecuado. Si existe alg¨²n impedimento para la inversi¨®n, como por ejemplo en Grecia, m¨¢s bien hay un exceso de burocracia y un sistema fiscal ineficaz. No creo que un mayor n¨²mero de programas de est¨ªmulo suavice el proceso de ajuste.
P. ?Pero por qu¨¦ no? Tenemos una tasa de desempleo del 25% en algunos pa¨ªses.
R. Para dar perspectivas de futuro a la generaci¨®n m¨¢s joven, hay que abordar las causas del problema. Espa?a, por ejemplo, ten¨ªa unas tasas de desempleo de dos cifras antes del boom de la vivienda. Se trata de la estructura de la econom¨ªa, no de algunos incentivos temporales.
P. Pero no hay solo un pa¨ªs en recesi¨®n, sino muchos, en realidad toda la eurozona. ?C¨®mo podemos esperar crecimiento a largo plazo?
R. Mire las previsiones de Portugal, por ejemplo. Se prev¨¦ que tenga un ¨ªndice de crecimiento positivo sin m¨¢s est¨ªmulos.
P. Podemos discutir si eso es realista. En Grecia y en otros lugares, las previsiones est¨¢n empeorando.
R. Ya se est¨¢n viendo algunos de los efectos de las reformas que se han llevado a cabo, en los costes laborales unitarios, en la competitividad y en el crecimiento de las exportaciones. Yo no pondr¨ªa esto en peligro desvi¨¢ndome del rumbo y comprometiendo la confianza en el cambio de pol¨ªtica que ten¨ªa que haberse hecho hace mucho tiempo.
P. ?Est¨¢ satisfecho con la manera en que Italia est¨¢ emprendiendo las reformas? ?Y con la manera en que est¨¢ tratando de mejorar la situaci¨®n, cuando presenta un ¨ªndice ca¨ªda del PIB del 0,8%, que cada vez empeora m¨¢s? ?Tambi¨¦n observa mejoras en Italia?
R. Mario Monti ha emprendido unas reformas importantes hace solo unos meses. Ahora tienen que ser llevadas a la pr¨¢ctica de forma en¨¦rgica. Y, por supuesto, se necesitar¨¢ tiempo hasta que den sus frutos.
P. ?Es hora de que el BCE piense en una estrategia de salida?
R. Tenemos que pensar en una salida, tenemos que saber c¨®mo salir, pero no cabe duda de que este no es el momento de iniciar una salida.
P. ?No es el momento, entonces, de adoptar medidas adicionales?
R. ?Para qu¨¦?
P. ?Y si las condiciones empeoran?
R. Nunca nos comprometemos de antemano, pero no veo c¨®mo una mayor liquidez cambiar¨ªa la situaci¨®n, dado que la liquidez prestada a los bancos espa?oles acaba en Alemania.
P. ?La activaci¨®n del programa de compra de bonos est¨¢ excluida?
R. El programa est¨¢ inactivo. Ya no estamos en el mercado. No es ning¨²n secreto el hecho de que tengo mis dudas en cuanto a este instrumento. Tomemos el ejemplo de Grecia. Somos el mayor poseedor de deuda griega. ?Ayud¨® en algo?
P. ?Durante cu¨¢nto tiempo deber¨ªa proporcionar liquidez el BCE a los bancos griegos?
R. Nuestros estatutos dicen que proporcionemos liquidez a los bancos solventes a cambio de avales adecuados.
P. ?Por qu¨¦ raz¨®n el Bundesbank est¨¢ imponiendo barreras a las instituciones financieras europeas para usar el exceso de liquidez que tienen en sus sucursales aqu¨ª en Alemania como Unicr¨¦dito o el Santander?
R. Se est¨¢ refiriendo probablemente a las medidas supervisoras del supervisor alem¨¢n, Bafin, no al Bundesbank. En Europa, cada supervisor tiene que asegurarse de que los bancos de su territorio gestionan sus riesgos de forma prudente.
P. Si la situaci¨®n econ¨®mica va a empeorar, ?aceptar¨ªan recortar m¨¢s todav¨ªa los tipos, o el l¨ªmite del 1% es una especie de tab¨² porque podr¨ªan caer en una trampa de liquidez?
R. Han visto que tenemos muy pocos tab¨²es en el Eurosistema, pero, una vez m¨¢s, nunca nos comprometemos de antemano. La inestabilidad del mercado financiero proviene de la incertidumbre pol¨ªtica sobre la ejecuci¨®n del programa en Grecia, y del futuro de la uni¨®n monetaria en t¨¦rminos m¨¢s generales, y eso no es algo que se pueda solucionar con un recorte de los tipos.
P. Pero el euro se devaluar¨ªa nominalmente y esto ayudar¨ªa a las exportaciones europeas.
R. Nuestro objetivo no es el tipo de cambio. Nuestro objetivo es la estabilidad de los precios. Y lo que ayuda a las exportaciones son las reformas estructurales que los pa¨ªses est¨¢n llevando a cabo, no una disminuci¨®n artificial de los precios a trav¨¦s del tipo de cambio. Por tanto, el objetivo del Eurosistema no es fomentar las exportaciones mediante la manipulaci¨®n del tipo de cambio.
P. ?Qu¨¦ podr¨ªa hacer Alemania para ayudar a reequilibrar la eurozona?
R. Ya se est¨¢ llevando a cabo un reequilibrio: el super¨¢vit por cuenta corriente se ha reducido hasta la mitad entre 2007 y 2011, y lo que estamos viendo ahora es, hasta cierto punto, una inversi¨®n de la situaci¨®n anterior a la crisis. En la primera d¨¦cada de la uni¨®n monetaria, Alemania emprendi¨® unas reformas estructurales e inici¨® una moderaci¨®n de los salarios. Hoy en d¨ªa, en Alemania tenemos unos ¨ªndices de crecimiento por encima de la media, la tasa de empleo es m¨¢s elevada que nunca, y los salarios efectivos est¨¢n aumentando m¨¢s r¨¢pido que en los ¨²ltimos 20 a?os. Se traducir¨¢ en poder adquisitivo y ayudar¨¢ a reequilibrar la balanza de pagos por cuenta corriente. Pero no estamos viviendo en una isla. Nuestros principales competidores - como EE UU y China, y otras econom¨ªas emergentes ¨C se encuentran fuera de la eurozona, por eso es muy importante que Europa en su conjunto se vuelva m¨¢s competitiva.
P. ?No teme una inflaci¨®n muy elevada del 5% o el 6% y grandes aumentos de los salarios?
R. A corto plazo puede que incluso veamos una disminuci¨®n de los ¨ªndices de inflaci¨®n debido a la ca¨ªda de los precios energ¨¦ticos. Si la econom¨ªa alemana sigue ganando fuerza, podr¨ªamos ver unos ¨ªndices de inflaci¨®n por encima de la media, al igual que vimos ¨ªndices por debajo de la media en el pasado. Pero estamos hablando de d¨¦cimas. En el Consejo de Gobierno nos aseguramos de que existe estabilidad en los precios en el conjunto de la eurozona. Esto impide una inflaci¨®n galopante en Alemania, ya que la econom¨ªa alemana representa la mayor proporci¨®n del conjunto de la eurozona.
P. Aparte de la uni¨®n pol¨ªtica, existe una uni¨®n bancaria que se encuentra a la espera de ser discutida a finales de junio. ?Qu¨¦ piensa de los tres puntos: una supervisi¨®n paneuropea, un fondo de garant¨ªa de dep¨®sitos y un fondo de reestructuraci¨®n bancaria? La Comisi¨®n ha presentado una propuesta, ?est¨¢ satisfecho con ella?
R. Acojo con agrado la propuesta de resoluci¨®n bancaria de la Comisi¨®n, aunque todav¨ªa haya que discutirla mucho, porque es muy t¨¦cnica, muy complicada. Pero adem¨¢s de eso, est¨¢n los temas de la normativa com¨²n y de la supervisi¨®n com¨²n; y hay dos elementos que implican unas responsabilidades comunes: un programa de seguro de dep¨®sitos com¨²n y un fondo de reestructuraci¨®n com¨²n. Estos son ¨¢mbitos en los que actualmente tenemos una responsabilidad fiscal nacional. Si mutaliz¨¢semos las responsabilidades en estos ¨¢mbitos, nos enfrentar¨ªamos a las mismas cuestiones relacionadas con la responsabilidad y el control en una uni¨®n fiscal.
P. ?Pero no por ahora?
R. Est¨¢ la cuesti¨®n del equilibrio entre el control y la responsabilidad. Y la parte de la responsabilidad, en lo que se refiere a las cifras, es impresionante: si pensamos en asegurar los dep¨®sitos, esas cifras son muy superiores a lo que decidimos para los mecanismos de rescate europeos. Esta es una medida realmente importante, y esa es la raz¨®n por la que tenemos que tener un control centralizado, y luego podremos hablar de las responsabilidades. No creo que se pueda separar realmente la uni¨®n bancaria del resto, especialmente mientras los bancos sean los mayores poseedores de deuda gubernamental. Tenemos que asegurarnos de que a trav¨¦s de una uni¨®n bancaria no introducimos por la puerta de atr¨¢s una especie de sistema de eurobonos, que sirvan de garant¨ªa a los bancos y que financien de esta manera a los Gobiernos. Por eso necesitamos normas estrictas para evitarlo. Otra cuesti¨®n relacionada con esto es si la supervisi¨®n ser¨ªa realmente mejor si estuviera centralizada.
P. Pero los bancos centrales tambi¨¦n dicen que es necesario romper el c¨ªrculo vicioso entre los bonos soberanos y los bancos. Y una manera de hacerlo es teniendo una supervisi¨®n com¨²n, porque, la supervisi¨®n en Espa?a, por ejemplo, no descubri¨® unos riesgos de 100.000 millones de euros en los bancos.
R. Estoy de acuerdo, una uni¨®n bancaria podr¨ªa romper la relaci¨®n entre los bonos soberanos y los bancos. Pero una vez m¨¢s, esto no se soluciona r¨¢pidamente, ya que se requieren cambios legales parecidos a los de una uni¨®n fiscal, porque se asume una cantidad considerable de responsabilidades comunes. Y esto interferir¨ªa mucho en la soberan¨ªa nacional y en los derechos de los parlamentos nacionales. Esa es la raz¨®n por la cual se requieren cambios fundamentales, y no se realizar¨¢n de un d¨ªa para otro. Nadie garantizar¨ªa unos dep¨®sitos de 11 billones de euros sin tener la seguridad de que existe un control sobre ellos.
P. ?Y qu¨¦ hay de usar las reservas de oro de cada banco central para garantizar los dep¨®sitos?
R. Nuestras reservas de oro son reservas monetarias. El Bundesbank y los otros bancos centrales del Eurosistema las gestionan de forma independiente. Y en lo que respecta al Bundesbank, no tenemos ninguna intenci¨®n de contribuir a un programa de seguros. Es m¨¢s, esto no es posible por razones legales.
P. Pero necesitamos una garant¨ªa com¨²n para los dep¨®sitos bancarios.
R. No veo ninguna forma de hacerlo ahora. Finalmente, cada parlamento tendr¨ªa que asumir la responsabilidad sobre los dep¨®sitos en toda Europa. Si algunos de esos riesgos se materializan, esto pondr¨ªa en peligro la posibilidad de que los parlamentos nacionales controlen sus presupuestos. Si no se tienen garant¨ªas de que los riesgos est¨¢n bajo control, esta ser¨ªa una tarea peligrosa.
P. En Alemania, los el comit¨¦ de sabios lanz¨® la idea de un fondo de amortizaci¨®n europeo que fue acogido con entusiasmo en la Uni¨®n Europea. ?Qu¨¦ opina usted al respecto?
R. No cambia nuestra valoraci¨®n de que no es legalmente factible y de que invierte el orden de la responsabilidad y el control. En la pr¨¢ctica, respalda la garant¨ªa de toda la deuda por encima del 60% del PIB, suponiendo que todo el mundo se atiene a las normas y devuelve su parte de la deuda m¨¢s adelante. Pero en el pasado hemos visto con qu¨¦ flexibilidad se interpretaban nuestras normas. Y pienso que mutualizar la deuda solo con la esperanza de que se cumplan las normas es muy peligroso. Todo esto requiere cambios constitucionales.
P. Pero Alemania no puede quedar totalmente aislada del resto de la eurozona.
R. Soportamos el mayor peso de los paquetes de rescate, todos los cuales se benefician de la calificaci¨®n Triple A de Alemania. Por eso Alemania es el ancla estabilizadora, y sin ella, no funcionar¨ªa. Y se supone que Alemania tiene la responsabilidad de hacerlo. Por eso es muy f¨¢cil decir que Alemania siempre dice ¡°no¡±. Es la raz¨®n por la cual resulta injusto decir que Alemania no desempe?a un papel constructivo.
P. ?Pero los problemas entre Alemania y Francia sobre la interpretaci¨®n de c¨®mo seguir adelante pueden poner en peligro al euro?
R. Bien, en primer lugar, vamos a esperar hasta que el ruido electoral desaparezca. Y luego veremos c¨®mo funciona realmente la colaboraci¨®n. Pienso que tienen que ser realistas en cuanto a las soluciones. Y si solo hablan de eurobonos sin hablar de control, lo ¨²nico que se conseguir¨¢ es desviar la atenci¨®n. Si Francia fuese a iniciar un debate sobre la cesi¨®n de la soberan¨ªa nacional, esto har¨ªa que el debate progresase de verdad. El Gobierno alem¨¢n est¨¢ presionando ahora para crear una uni¨®n fiscal, y est¨¢ tratando de encontrar una soluci¨®n. Me alegrar¨ªa mucho que el presidente Hollande abordara este debate y hablara tanto de la responsabilidad com¨²n como de la cesi¨®n de la soberan¨ªa y de la senda hacia esta nueva uni¨®n pol¨ªtica. Pero el hecho de solo pedir eurobonos no nos lleva a ninguna parte.
P. Para que la deuda griega sea sostenible, los economistas dicen que tambi¨¦n ser¨¢ necesario recortar el sector p¨²blico.
R. La deuda griega todav¨ªa tiene que alcanzar su punto m¨¢ximo y har¨¢ falta mucho tiempo para llevarla finalmente a una situaci¨®n sostenible. Pero a estas alturas tengo que confiar en el an¨¢lisis sobre la sostenibilidad de la deuda que ha llevado a cabo la Troika.
P. Los economistas afirman que detr¨¢s de Espa?a viene Italia, que tenemos que detener el contagio, y por eso todo el mundo se alegra de que Espa?a aceptara pedir ayuda. ?Piensa ahora que Europa se est¨¢ dirigiendo hacia un momento de m¨¢s estabilidad, por lo que las elecciones griegas no tendr¨¢n tanto impacto?
R. No creo en la teor¨ªa del siguiente de la fila. Cada pa¨ªs es diferente, y si observa los datos de Italia, hay diferencias muy significativas. Por ejemplo, Italia est¨¢ cerca de alcanzar un super¨¢vit fiscal primario. Soy esc¨¦ptico en cuanto a la obsesi¨®n por las elecciones griegas, como si fuera el ¨²nico problema. Pero determinar¨¢n la manera en que la Uni¨®n Europea se ocupe de un pa¨ªs que no logra cumplir sus compromisos.
P. ?C¨®mo valorar¨ªa el mandato como primer ministro de Papademos, un colega exgobernador de un banco central?
R. Es un excelente economista, tiene una mente brillante, y es alguien en quien conf¨ªo. Contribuy¨® decisivamente a transmitir el deseo de Grecia de cambiar de rumbo y de emprender reformas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Bundesbank
- Rescate financiero
- BCE
- Prima de riesgo
- Euro
- Crisis deuda europea
- Pol¨ªtica monetaria ¨²nica
- Zona euro
- UEM
- Crisis financiera
- Alemania
- Financiaci¨®n d¨¦ficit
- Moneda
- Uni¨®n Europea
- D¨¦ficit p¨²blico
- Espa?a
- Banca
- Finanzas p¨²blicas
- Econom¨ªa europea
- Organizaciones internacionales
- Finanzas
- Econom¨ªa
- Relaciones exteriores