Los peque?os empresarios pierden su vivienda aconsejados por la banca
Las pyme deben negarse a hipotecar la vivienda para garantizar los cr¨¦ditos empresariales Es necesario ampliar el capital social de forma acorde con el tama?o de la actividad Por menos de 100 euros se consigue poner a salvo el patrimonio familiar
Entre los 280 desahucios paralizados por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, no faltan peque?os empresarios a los que la entidad financiera, cuando han ido a pedir financiaci¨®n para proseguir su actividad, les ha impuesto garantizarla con su propia vivienda
"El patrimonio empresarial debe estar netamente separado del personal. Que se vinculen ambos es una anomal¨ªa", indica el notario Jos¨¦ Ignacio Navas Ol¨®riz. Ese es el caso de Jos¨¦ Miguel Garc¨ªa Gallardo, uno de los 10 subcontratistas en huelga de hambre encerrados en el edificio que han contribuido a construir pero no han cobrado. Est¨¢ en el Parque Cient¨ªfico Tecnol¨®gico de C¨®rdoba llamado Rabanales 21. Gallardo ha perdido su vivienda y ahora tambi¨¦n puede perder la de su hija. "Cuando pides negociar las l¨ªneas de descuento o los pagar¨¦s o ponemos la vivienda o no nos dan nada", explica.
Trabajaron para la UTE formada por Jicar y Gea 21, en Rabanales 21. Y los accionistas de este parque tecnol¨®gico son la Junta de Andaluc¨ªa, la Universidad de C¨®rdoba, el Ayuntamiento, la Diputaci¨®n Provincial, Caja Sur y Caja Sol.
Han callado y aceptado impagos y quitas "por miedo a que no nos den m¨¢s trabajo", pero ahora ya no tienen nada que perder mientras la caja de ahorros de turno les embarga la vivienda. En alg¨²n caso, la misma entidad que les embarga por no pagar la cuota hipotecaria de su casa es la que, indirectamente, no les paga el trabajo.
Entre los 280 desahucios parados por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca no faltan peque?os empresarios
"Si el empresario es individual responde con todos sus bienes. Y el que crea una sociedad an¨®nima (SA) o una sociedad limitada (SL) para limitar la responsabilidad al capital social, no se da cuenta de que esto no sirve de gran cosa. ?Por qu¨¦? Por la vieja e irregular costumbre espa?ola de constituir sociedades con el capital m¨ªnimo exigido legalmente, ponerse a trabajar y olvidarse de las ampliaciones de capital, que son las que convierten una sociedad en solvente y le facilitan liquidez", indica Navas Ol¨®riz.
Destaca que hay mucha SL con un capital de 3.006 euros que facturan m¨¢s de dos millones al a?o, por lo que tienen que recurrir constantemente a los pr¨¦stamos o l¨ªneas de cr¨¦dito.
"Un d¨ªa a alg¨²n bancario preocupado por la solvencia de su cliente, se le ocurre sugerirle que ser¨ªa mucho mejor para ¨¦l agrupar todas sus deudas, refundir los cr¨¦ditos y los pr¨¦stamos y convertirlos en uno solo, para tener que pagar una sola cuota y en una sola fecha. La sugerencia parece razonable, pero lleva una carga diab¨®lica: la garant¨ªa que se presta es la hipotecaria sobre la vivienda familiar", seg¨²n el notario.
"Cuando las cosas empiezan a ir mal, las empresas con escaso capital social no disponen de reservas, no tienen cr¨¦dito, no pueden hacer frente al pago de las cuotas del pr¨¦stamo hipotecario y, en ese momento, el empresario recuerda la entrevista con el amable director de la sucursal bancaria. La hipoteca se ejecuta, el inmueble se adjudica al banco por el 60% de su valor, y el empresario sigue debiendo la diferencia. Es su ruina empresarial y personal", concluye Navas Ol¨®riz.
Ejemplos no faltan: en un pueblo de los alrededores de Madrid coinciden dos casos. Un peque?o empresario con seis empleados al que 2006 le dieron un cr¨¦dito para comprar la nave en la que llevaba a?os en alquiler. No le dio importancia cuando le pidieron que avalase con su vivienda y con la propia nave -tasadas y retasadas sumaban un mill¨®n de euros- un cr¨¦dito creciente a 15 a?os. Cuando le fue imposible seguir pagando una cuota que rondaba los 2.000 euros mensuales la casa estaba pagada y tambi¨¦n m¨¢s de una cuarta parte del valor de la nave y ten¨ªa cuotas impagadas por menos de 30.000 euros. La caja ejecut¨® ambos bienes sin m¨¢s alternativa. Y est¨¢ embargado.
En el segundo caso y la misma localidad, el promotor constructor ven¨ªa reinvirtiendo todo el capital generado en un cuarto de siglo y lleg¨® a tener 200 empleados y todo al corriente de pago. Entr¨® en 2008 con todas las promociones acabadas, pero la caja no le renov¨® una p¨®liza de 600.000 euros y ese fue el palo que rompi¨® los ejes de la rueda. La empresa desmontada y su vivienda familiar y la del pueblo est¨¢n embargadas.
La misma caja de ahorros que forma parte del accionariado del Parque Tecnol¨®gico de C¨®rdoba y no paga al subcontratista, le embarga su vivienda
"La respuesta debe ser no", afirma Fran de la Torre, cuando el empleado de banca presiona al empresario que se acerca a pedir un cr¨¦dito y se resiste a ofrecer su casa como garant¨ªa. Es un comentario habitual. "Si no apuestas por tu empresa, no querr¨¢s que apostemos nosotros...", indica y sabe de lo que habla. Est¨¢ al frente del departamento de consultor¨ªa estrat¨¦gica y financiaci¨®n empresarial ¡ªcompuesto por 60 expertos y despachos especializados en banca y direcci¨®n financiera¡ª de Pimec, la patronal catalana de las peque?as y medianas empresas.
Han asesorado a m¨¢s de 5.000 empresas desde 2008 y buena parte de los empresarios han llegado lastrados por aportar garant¨ªas personales como su vivienda para salvar su empresa.
"A las empresas les est¨¢ perjudicando gravemente las relaciones con la banca", explica. A un lado de la mesa, un empresario que puede no haber sabido plantear su plan de negocio o venderlo. O s¨ª, pero carece de la suficiente formaci¨®n financiera y se ha dejado asesorar por la propia entidad. "?Ha estudiado mi plan de negocio? deber¨ªa ser la pregunta ante la negativa de financiaci¨®n. La banca es un proveedor m¨¢s y como tal hay que tratarle, negociar e insistir", aconseja De la Torre. El problema es que al otro lado de la mesa sucede algo parejo. "A las empresas que facturan menos de seis millones les atiende el departamento de banca comercial que desconoce los productos financieros espec¨ªficos para empresas y suele carecer de criterio para evaluar la viabilidad de una compa?¨ªa".
A juicio de De la Torre, lo primero que hay que hacer es conocer los productos financieros dise?ados para la empresa. "La l¨ªnea de descuento que tiene contratada la gran mayor¨ªa no sirve y encarece la financiaci¨®n. Y si la facturaci¨®n es alta, la empresa debe contar con un director financiero", concluye.
El cierre de una de cada tres pymes se debe a la morosidad de las administraciones o empresas
Quiz¨¢ as¨ª no le ocurra lo que denuncia uno de los empresarios consultados: la entidad le asesora sobre determinado producto financiero y despu¨¦s le hace firmar que no le ha asesorado.
Que el pr¨¦stamo es para la empresa y las garant¨ªas debe darlas la actividad empresarial, es algo en lo que insisten los expertos consultados. El camino es la ampliaci¨®n de capital social. Este debe ser acorde con la actividad, el plan de negocio y el crecimiento de la empresa. Desde Pimec se renegocian las deudas y consideran un problema grav¨ªsimo que empresas que funcionan bien y con un buen plan de negocio hayan ca¨ªdo en el error de aportar garant¨ªas personales porque todas las dem¨¢s entidades se lo van a pedir en adelante.
Hay recursos alternativos como Enisa, agencia p¨²blica estatal que hace pr¨¦stamos participativos: aporta la misma cantidad que desembolse la empresa. El Instituto Catal¨¢n de Finanzas ofrece pr¨¦stamos al socio que deben ser aportados como ampliaci¨®n de capital. Tener la garant¨ªa p¨²blica facilita conseguir un pr¨¦stamo adicional de la banca privada.
Un peque?o respiro cuando todas las puertas parecen haberse cerrado para las pymes. En el caso de Jos¨¦ Miguel Garc¨ªa Gallardo, en C¨®rdoba, a su propia deuda y la crisis se ha sumado la morosidad. Para Antoni Ca?ete, portavoz de la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad "una de cada tres empresas que han cerrado lo han hecho directa o indirectamente por la morosidad". El 99,8% de las empresas espa?olas son pymes, aportan el 70% del PIB y el 75% del empleo, pero est¨¢n emparedadas entre la falta de financiaci¨®n, sus deudas y la morosidad de Administraci¨®n y grandes empresas. Sin salida laboral y sin techo.
Por menos de 100 euros
El notario Jos¨¦ Ignacio Navas Ol¨®riz explica que nuestro C¨®digo de Comercio -que data del siglo XIX- vincula los bienes del que ejerce el comercio -entendiendo el comercio en sentido amplio como actividad econ¨®mica- y los que adquiera, a su actividad de comerciante. Pero es que tambi¨¦n est¨¢ sujeta a esa responsabilidad los bienes del c¨®nyuge no comerciante siempre que su marido o esposa ejerza la actividad econ¨®mica con su conocimiento y sin su oposici¨®n expresa.
"El marido o la esposa puede manifestar ante notario la oposici¨®n expresa. Es fundamental que pacten separaci¨®n de bienes y lo refuercen con la oposici¨®n al ejercicio de la actividad econ¨®mica, (que podr¨ªa ser la de un promotor, por ejemplo)", dice.
El coste de ambas escrituras ronda los 100 euros. Y permite dejar a salvo el patrimonio familiar.
Navas Ol¨®riz estima que en toda Espa?a debe haber solo dos o tres docenas de personas que han prestado atenci¨®n a esa disposici¨®n legal y han hecho la citada oposici¨®n expresa.
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