Se acab¨® el romance con el Gobierno

Hay quien dice que tras el amor viene la amistad, luego la convivencia y despu¨¦s el odio. Dentro de estas fases del romance, parece que la relaci¨®n entre Mariano Rajoy y los empresarios ya ha quemado la primera etapa. La clase empresarial espa?ola recibi¨® con los brazos abiertos al Gobierno del Partido Popular. La recta final de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero como inquilino en La Moncloa tras dos legislaturas consecutivas al frente del Ejecutivo coincidi¨® con el grado m¨¢s alto de desaprobaci¨®n a la gesti¨®n econ¨®mica de un gobernante desde que se elabora el Bar¨®metro de Empresas. Cuando Rajoy conquist¨® el poder y aplic¨® las primeras medidas econ¨®micas para intentar reconducir la grave crisis que ya atravesaba Espa?a contaba con el apoyo del 50% de los participantes en este estudio elaborado por Deloitte. Tan solo seis meses despu¨¦s, ese cheque en blanco se ha cancelado.

Cuando en la oleada anterior del bar¨®metro se preguntaba a los directivos qu¨¦ opini¨®n les merec¨ªan las pol¨ªticas del Gobierno en las cuestiones econ¨®micas que pod¨ªan afectar a sus empresas, la mitad las calificaba de buenas o muy buenas. Medio a?o despu¨¦s, esta percepci¨®n solo es mantenida por el 29,5% de los encuestados. Las recetas econ¨®micas de Rajoy resultan ¡°indiferentes¡± para el 30,6% de las compa?¨ªas, mientras que el 40% las considera contraproducentes para sus intereses.

En esta misma l¨ªnea, si se pregunta a los participantes de la encuesta cu¨¢l es su valoraci¨®n de los primeros meses del Gobierno, un 27,6% dice que es positiva; para el 35,4% es neutra, mientras que el 37% la califica de negativa.

En enero, el 50% apoyaba la pol¨ªtica econ¨®mica de Rajoy; ahora, solo el 29,5%

El deterioro en la valoraci¨®n del Gobierno contrasta, sin embargo, con el apoyo que le conceden muchos empresarios a sus pol¨ªticas de recortes de gastos e incremento de ingresos. El 48,7% califica estos ajustes como positivos; el 28,8% cree que son negativos, y el 22,5% piensa que las medidas no tendr¨¢n efectos significativos. Esta aparente contradicci¨®n se puede interpretar como que la clase empresarial espa?ola entiende que es momento de realizar sacrificios, pero que la gesti¨®n que ha hecho el Ejecutivo de los ajustes no ha sido buena.

Al valorar el apoyo a las pol¨ªticas de austeridad de Mariano Rajoy hay que explicar que en el bar¨®metro del primer semestre, la mayor¨ªa de las opiniones fueron recogidas con anterioridad al paquete de medidas aprobadas por el Gobierno el pasado 13 de julio. Ese d¨ªa, el Consejo de Ministros dio luz verde a una fuerte subida del IVA, la supresi¨®n de la paga de Navidad de los funcionarios, la reducci¨®n de la cuant¨ªa de la prestaci¨®n por desempleo, recortes en la Administraci¨®n o m¨¢s impuestos medioambientales, entre otras medidas. Como detall¨® el Gobierno en ingl¨¦s a trav¨¦s de la p¨¢gina web que ha puesto en marcha para comunicarse con los inversores internacionales, el objetivo de todos estos recortes es lograr un ajuste presupuestario de 56.440 millones de euros entre 2012 y 2014. La meta es cumplir con las cifras de d¨¦ficit acordadas con Bruselas. Sin embargo, en un entorno recesivo, subir impuestos y restar poder adquisitivo a los ciudadanos puede agravar todav¨ªa m¨¢s la ca¨ªda de la econom¨ªa espa?ola, por lo que habr¨¢ que ver si el apoyo a las medidas del Gobierno por parte de los empresarios se mantiene en el segundo bar¨®metro de 2012.

Los ajustes, sin embargo,

En este contexto, los empresarios ven cada vez m¨¢s negro el futuro de la econom¨ªa espa?ola. Apenas un 10% de los encuestados prev¨¦ una recuperaci¨®n del PIB en el primer semestre de 2013. La salida de la crisis cada vez se retrasa m¨¢s: el 16% espera que la mejor¨ªa llegue en la segunda mitad del pr¨®ximo a?o; el 37,6% la pospone hasta 2013, y el 35,1% cree que la salida de la recesi¨®n no llegar¨¢ hasta el a?o 2015. Con este panorama no extra?a que el 71,8% de los directivos prevean que la tasa de paro aumente desde junio a diciembre de este a?o.

En las dos ediciones del bar¨®metro correspondientes al ejercicio 2011, los empresarios consideraban que la variable que m¨¢s afectaba a la econom¨ªa espa?ola era la evoluci¨®n econ¨®mica del resto de pa¨ªses europeos. Sin embargo, en la oleada del primer semestre de 2012, la situaci¨®n de Europa ha ca¨ªdo a la segunda posici¨®n entre las variables que m¨¢s afectan a la econom¨ªa espa?ola, superada por el impacto de las medidas econ¨®micas y fiscales del Gobierno.

El s¨¢bado 9 de junio, Espa?a solicit¨® formalmente al Eurogrupo un rescate de hasta 100.000 millones de euros para sanear su sistema financiero y facilitar as¨ª que el flujo del cr¨¦dito bancario volviera a fluir hacia familias y empresas. En la encuesta de Deloitte se les pregunta a los empresarios c¨®mo valoran esta decisi¨®n de recapitalizar las entidades con ayuda externa. La gran mayor¨ªa de los participantes (el 77,7%) califican de positivo el paso adelante dado por el Ejecutivo. De nuevo, hay que matizar que casi todas las respuestas fueron dadas antes de que se conociese el Memor¨¢ndum de Entendimiento, donde la Uni¨®n Europea ha impuesto 32 condiciones a cambio del dinero.

Casi ocho de cada diez empresarios apoyan el rescate del sector financiero

El acceso a la financiaci¨®n por parte de las compa?¨ªas espa?olas en los mercados de capitales es una misi¨®n casi imposible desde hace varios meses. La esperanza de los empresarios es que, una vez resuelta la recapitalizaci¨®n de los bancos, la prima de riesgo espa?ola se relajara y, con ello, se abaratase el tipo de inter¨¦s que piden los inversores a las compa?¨ªas para comprar su deuda. Esta situaci¨®n, sin embargo, no se ha producido. El diferencial entre el inter¨¦s del bono a 10 a?os espa?ol y el bono alem¨¢n al mismo plazo es actualmente mayor al que hab¨ªa el 9 de junio cuando se solicit¨® el rescate para el sector financiero. De hecho, los inversores empiezan a especular con la posibilidad de que esos 100.000 millones no sean suficientes; la posibilidad de que se tenga que ejecutar un rescate total a la econom¨ªa espa?ola ha dejado de ser un tema tab¨².

Los problemas de la deuda p¨²blica en Europa y el baj¨®n en el ritmo de crecimiento de la zona euro est¨¢n teniendo su reflejo en el tipo de cambio de la moneda ¨²nica, que ha llegado a situarse por debajo de los 1,21 d¨®lares por primera vez en dos a?os. En este sentido, un 55,5% de los empresarios espa?oles prev¨¦n que el tipo de cambio del euro respecto al d¨®lar se deprecie a¨²n m¨¢s, el 35,1% esperan que la cotizaci¨®n se mantenga en los niveles actuales, mientras que solo el 9,4% de los encuestados apuestan por la apreciaci¨®n del euro.

En una econom¨ªa como la espa?ola, con una severa ca¨ªda de la demanda interna, las exportaciones cobran cada vez m¨¢s peso, y una p¨¦rdida de valor de la moneda deber¨ªa favorecerlas. De hecho, el 57,5% de los empresarios creen que las exportaciones aumentar¨¢n en la segunda mitad del a?o. No obstante, y como viene siendo habitual en el bar¨®metro, para la mayor parte de los participantes, en concreto para el 47,4%, el tipo de cambio ¡°no afecta¡± al negocio de su compa?¨ªa.

Los encuestados prev¨¦n que el euro siga depreci¨¢ndose frente al d¨®lar

La pol¨ªtica monetaria del Banco Central Europeo (BCE) es otro de los asuntos que preocupan a los empresarios. El 64% de los mismos consideran que el organismo presidido por Mario Draghi deber¨ªa bajar los tipos de inter¨¦s en el segundo semestre de 2012, y ninguno valora como adecuada una subida del precio del dinero en estos momentos. Los expertos de Deloitte destacan que resulta llamativo que los directivos de las compa?¨ªas esperen una nueva bajada de tipos, cuando el BCE ya ha recortado a principios de julio los tipos oficiales en 25 puntos b¨¢sicos, dej¨¢ndolos en el m¨ªnimo hist¨®rico del 0,75% con el objetivo de impulsar el crecimiento en la regi¨®n.

En cuanto a la evoluci¨®n del precio del crudo, cuyo valor ha perdido un 9,8% en el primer semestre de 2012, un 85,9% de los panelistas prev¨¦n que se sit¨²e entre 90 y 120 d¨®lares el barril. Pr¨¢cticamente ning¨²n empresario ve el crudo por debajo de los 80 d¨®lares, ni por encima de 120 d¨®lares.