Finalmente, un banco malo

El marco para la definici¨®n de un banco malo para las entidades con ayudas p¨²blicas va cobrando mayor grado de definici¨®n, acept¨¢ndose que es necesario segregar los activos da?ados de aquellas entidades en una situaci¨®n m¨¢s d¨¦bil, por m¨²ltiples motivos, desde acotar las p¨¦rdidas hasta separar la gesti¨®n y poder vender en mejores condiciones el negocio bancario no da?ado ¡ªsin ayudas del monto de las que hasta la fecha han acompa?ado las adjudicaciones de bancos intervenidos¡ª.

Previsiblemente se traspasar¨¢n activos adjudicados, pr¨¦stamos dudosos, pero tambi¨¦n pr¨¦stamos al corriente de pago y participaciones vinculados a la actividad inmobiliaria. El traspaso de activos normales permite aligerar el balance de las entidades en dificultades y poco sentido tendr¨ªa hoy dejar pr¨¦stamos al corriente de pago en las entidades con problemas si pensamos que el deterioro econ¨®mico podr¨ªa llevar a que, a la vuelta de uno o dos a?os, los balances de estas entidades en dificultades volviesen a tener un volumen significativo de morosos y adjudicados vinculados al negocio inmobiliario. Tampoco puede olvidarse que estos pr¨¦stamos generar¨¢n rendimientos, en la forma de intereses, necesarios para que la cuenta de resultados del banco malo se sit¨²e en positivo.

Tambi¨¦n parece que la valoraci¨®n de los activos va defini¨¦ndose de forma consistente con el objetivo que entendemos que tendr¨ªa este banco malo. Si se pretende acotar y separar el problema inmobiliario y, adicionalmente, que la entidad gestora de estos activos no genere mayores costes para el contribuyente, parece razonable reconocer las p¨¦rdidas necesarias de una sola vez contra el capital de las entidades bancarias, y proceder a la recapitalizaci¨®n de las que sea necesario con los fondos prestados por la Uni¨®n Europea. Ello supone que los precios a los que esta sociedad comprar¨¢ los activos deber¨¢n ser bajos, tan bajos como los dos decretos de saneamiento de activos inmobiliarios definen ¡ªReales Decretos Ley 2/2012 y 18/2012¡ª, e incluso algo m¨¢s, para permitir a la sociedad contar con un colch¨®n con el que afrontar posibles p¨¦rdidas y, sobre todo, gastos de funcionamiento.

Con el per¨ªmetro definido y estas valoraciones, y ci?¨¦ndonos a las entidades ya controladas por el FROB, el banco malo podr¨ªa estar recibiendo activos con un valor bruto aproximado de 90.000 o 100.000 millones de euros y con un precio de adquisici¨®n por la sociedad de gesti¨®n de activos de unos 40.000 o 50.000 millones de euros.

A estos aspectos le a?adimos alg¨²n otro ingrediente m¨¢s, y podemos cerrar el c¨ªrculo. El primero es una gesti¨®n activa, sin parones derivados del traspaso de los activos o de la ausencia de incentivos adecuados. El segundo, una preocupaci¨®n por la econom¨ªa real, intentando mantener la actividad de aquellas compa?¨ªas inmobiliarias a¨²n activas. Una medida positiva podr¨ªa ser el ajuste del valor de las deudas de estas compa?¨ªas al valor reconocido en la sociedad de gesti¨®n de activos, para as¨ª compensar una ca¨ªda en el valor de los activos en cierta medida derivada de los saneamientos bancarios.

Mar¨ªa L¨®pez y Enrique Mart¨ªn son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas AFI