Econom¨ªa de guerra
Con un paro del 25%, y sin visos de bajar, la cohesi¨®n social en Espa?a est¨¢ en peligro
Otro batacazo para la econom¨ªa espa?ola. La tasa de paro ha rebasado el list¨®n del 25% de la poblaci¨®n activa en el tercer trimestre de 2012, una cifra nunca vista en la historia. Espa?a tiene hoy 5,77 millones de desempleados, una de cada cuatro personas en condiciones de trabajar, y no tardar¨¢ muchos meses en superar los 6 millones. Lo peor es que ni siquiera parece que la escalada en la destrucci¨®n de empleo haya tocado techo. El a?o que viene, el consenso de los analistas prev¨¦ una tasa de paro del 26,1% de la poblaci¨®n activa. Nacionales o extranjeros, ninguno vislumbra que la recuperaci¨®n econ¨®mica vaya a empezar hasta 2014 o 2015.
¡°Necesitamos cifras de crecimiento cercanas al 2% del PIB para que se cree empleo neto, y esto parece inalcanzable al menos hasta 2014¡±, considera Sara de la Rica, catedr¨¢tica de Econom¨ªa de la Universidad del Pa¨ªs Vasco e investigadora de Fedea. ¡°Si para entonces la recuperaci¨®n bancaria va por buen camino, los intereses del pago de la deuda se han estabilizado en niveles mucho m¨¢s bajos que los actuales, las reformas estructurales relacionadas con el sector energ¨¦tico, la liberalizaci¨®n de bienes y servicios, y otras como la implantaci¨®n de la formaci¨®n dual han comenzado a tener efectos y, adem¨¢s, el resto del mundo muestra niveles de demanda mucho m¨¢s altos que los actuales, entonces podremos vislumbrar tasas de crecimiento del PIB suficientes para comenzar a crear empleo. Tienen que darse muchas contingencias positivas y todas a la vez para que empecemos a ver la luz¡±.
Desde que arrancara la crisis casi cuatro millones de personas han perdido su trabajo. ¡°El desempleo ha configurado un nuevo perfil social con tres caracter¨ªsticas: mucho volumen, mucho tiempo y muy mal distribuido. Y eso est¨¢ provocando una nueva sociedad en la que el riesgo de pobreza se empieza a manifestar y donde la desigualdad crece r¨¢pidamente¡±, explica Marcos Pe?a, presidente del Consejo Econ¨®mico y Social (CES). En su opini¨®n, ¡°a partir de la rehabilitaci¨®n del sistema financiero, que pens¨¢bamos que iba a llegar a final de a?o y ahora se retrasa, la recuperaci¨®n es imposible en un plazo inferior a 10 a?os. Y es optimista pensar que se van a crear m¨¢s de 300.000 empleos netos cada a?o durante una d¨¦cada para volver a estar como est¨¢bamos en 2007¡±.
Aspirar al 8,6% de paro con que se cerraba ese a?o es un espejismo. ¡°La historia nos dice que cuando llegue la recuperaci¨®n podremos reducir algo m¨¢s de un punto por a?o la tasa de paro. Y como el crecimiento espa?ol depende de qu¨¦ acabe pasando con el rescate y las expectativas de la zona euro, y no parece que vaya a arrancar hasta 2014, nos quedan al menos ocho o nueve a?os para pasar del 25% al 15% de desempleo¡±, opina Ra¨²l Ramos, profesor de Econom¨ªa Aplicada de la Universidad de Barcelona.
¡°Es un plazo demasiado largo. Pero tambi¨¦n puede ocurrir que los inmigrantes retornen a sus pa¨ªses de origen y cambien el mapa del desempleo actual¡±, advierte Carlos Mart¨ªn, economista de CC OO. Desde su punto de vista, nos enfrentamos a un mercado laboral nuevo, en el que la falta de trabajo ha afectado a todas las clases sociales, edades y niveles de estudios, pero donde tres colectivos son los que m¨¢s pesan.
La mitad de los desempleados cuenta con niveles bajos de cualificaci¨®n (como mucho, Ense?anza Secundaria Obligatoria). En general se trata de j¨®venes que abandonaron los estudios con el boom de la construcci¨®n y de inmigrantes menos cualificados. ¡°Ellos son los m¨¢s preocupantes porque pueden convertirse en parados estructurales¡±, opina.
El otro 50% se reparte entre los desempleados que cuentan con cualificaci¨®n media-alta. Ellos ser¨¢n los que abandonen el paro cuando la econom¨ªa repunte, contin¨²a Mart¨ªn. Y los denominados c¨®nyuges incorporados, en general amas de casa que entraron al mercado de trabajo cuando sus maridos perdieron sus puestos. Este grupo tambi¨¦n es previsible que deje el desempleo para volver a las labores dom¨¦sticas con la recuperaci¨®n econ¨®mica.
¡°La mitad del paro se diluir¨¢ r¨¢pidamente. El problema son los m¨¢s de tres millones de personas con baja cualificaci¨®n, una gran parte mayores de 24 a?os y muchos cabeza de familia, en quienes se deber¨ªan centrar las pol¨ªticas activas de empleo. Habr¨ªa que reasignar recursos. Quiz¨¢s sea el momento de que los 4.000 millones de euros que se destinan a bonificaciones a la contrataci¨®n, vayan a parar a subvencionar contratos para estas personas¡±, apunta Mart¨ªn.
Otro reparto de la protecci¨®n p¨²blica
Para que el paro deje de arraigarse en la sociedad espa?ola y no se cronifique entre determinados colectivos, los expertos consultados coinciden en la necesidad de modificar los apoyos p¨²blicos. CC OO apuesta por revisar el sistema de protecci¨®n al desempleo, ¡°que no est¨¢ pensado para crisis tan largas como la actual ni para parados de larga duraci¨®n¡±, se?ala Carlos Mart¨ªn, quien insta al Gobierno a decidir si finalmente asume el coste de una renta b¨¢sica que permita a las redes familiares respirar y a revisar los subsidios, ¡°pensados para la ¨¦poca de la reconversi¨®n industrial¡±.
Aunque tambi¨¦n, como el resto de expertos, insiste en el cambio de las pol¨ªticas activas de empleo. ¡°Necesitamos planes individualizados y con seguimiento para que los parados puedan abandonar el desempleo. La colaboraci¨®n de las agencias privadas de colocaci¨®n y los servicios p¨²blicos de empleo est¨¢ todav¨ªa sin desarrollar, pero deber¨ªa ser una urgencia. Lo mismo que apostar por la formaci¨®n dual, que ajuste la formaci¨®n a las necesidades de la empresa¡±, se?ala Lorenzo Rivar¨¦s, de AGETT.
En su opini¨®n, tampoco se puede olvidar a esos j¨®venes cualificados espa?oles que han optado por la emigraci¨®n para evitar el paro. ¡°El INE dice que hasta 2020 exportaremos trabajadores. M¨¢s que un problema por la p¨¦rdida de capital intelectual, lo veo una soluci¨®n en un pa¨ªs camino de seis millones de parados. 52.800 espa?oles han abandonado el pa¨ªs en la primera parte del a?o, en una tendencia que continuar¨¢. Por eso debemos invertir y empezar a trabajar ya para crear atractivos sistemas de repatriaci¨®n, convenios de colaboraci¨®n para establecer c¨®mo se cotizan los a?os trabajados fuera y cu¨¢les son los planes de pensiones¡±, a?ade Rivar¨¦s, en una opini¨®n compartida por la mayor¨ªa de los expertos consultados.
El problema de fondo es c¨®mo puede subsistir un pa¨ªs ¡°que vive un proceso de empobrecimiento de su sociedad, en el que la renta media desciende [ha pasado de 26.000 euros por hogar en 2007 a 24.000 en 2011, seg¨²n el INE] y no existe convergencia con la evoluci¨®n de los precios, con lo que el empobrecimiento se consolida y seguir¨¢ consolid¨¢ndose¡±, seg¨²n Francisco Lorenzo, coordinador de estudios sociol¨®gicos de la Fundaci¨®n FOESSA y C¨¢ritas Espa?ola. Y un pa¨ªs en el que las desigualdades sociales se acrecientan r¨¢pidamente, como ha puesto de manifiesto esta semana el Banco de Espa?a: entre 2007 y 2010, el ratio de desigualdad salarial se ha incrementado un 8,7%.
Aunque la verdadera desigualdad en la sociedad espa?ola actual la marca tener o no tener empleo, en opini¨®n de Miguel ?ngel Malo, profesor de Econom¨ªa de la Universidad de Salamanca. C¨¢ritas lo sabe y por eso alerta a la sociedad: ¡°Existe un riesgo alto de dualizaci¨®n social. Cuando el acceso a las rentas y los servicios van separando a la sociedad en dos grupos se genera un modelo social falto de cohesi¨®n que nos lleva a la violencia¡±, advierte Lorenzo.
Hasta el momento, la cohesi¨®n social se ha mantenido en un ejercicio ciudadano que algunos tildan de responsabilidad y otros de resignaci¨®n. Son las redes familiares las que est¨¢n sosteniendo a los parados a costa de un sacrificio al que todav¨ªa no se alcanza a ver el final. Y la econom¨ªa sumergida, que algunos expertos sit¨²an en torno al 25% del PIB.
A las familias cada vez les cuesta m¨¢s llegar a final de mes. Seg¨²n el INE, casi el 32% del total tiene dificultad o mucha dificultad para conseguir cuadrar sus cuentas mensuales. Ya est¨¢n tirando del ahorro para lograrlo. De hecho, la tasa de ahorro de las familias, que entre 2008 y 2010 aument¨® hasta el 18%, se ha colocado este a?o en el 9%, ¡°una tasa m¨ªnima¡±, en opini¨®n de Jordi Fabregat, profesor de Finanzas de ESADE. Y cada vez encuentran m¨¢s dificultades para hacer frente a las hipotecas.
?Hasta cu¨¢ndo podr¨¢n aguantar las familias esta presi¨®n? Esa es la inc¨®gnita que nadie sabe responder, pero que ya est¨¢ teniendo repercusiones en su comportamiento. No solo es que gasten menos y hayan reducido hasta sus consumos m¨¢s b¨¢sicos, como m¨¦dicos o dentistas, se?ala Bel¨¦n Barreiro, doctora en Sociolog¨ªa y directora del Laboratorio de la Fundaci¨®n Alternativas. ¡°Lo m¨¢s significativo de esta crisis es que todos los ciudadanos est¨¢n ajustando su econom¨ªa, independientemente de su estrato social y nivel de renta¡±. Del observatorio que realiza para la Cadena SER se desprende que el 92% de los espa?oles han cambiado su modo de vida con la crisis, y el 68%, su situaci¨®n econ¨®mica. ¡°Estamos en una econom¨ªa de guerra que va a cambiar nuestras estructuras sociales, acercando las rentas altas a las medias, las medias a las bajas y estas ¨²ltimas a la pobreza, que va en aumento. Una econom¨ªa que apunta hacia una sociedad nada cohesionada y dual entre pobres y ricos. Y el cambio se est¨¢ produciendo muy r¨¢pidamente¡±, agrega.
Son los mayores de 65 a?os los que se mantienen mejor ante esta situaci¨®n, al no estar afectados por la disminuci¨®n salarial y los despidos. ¡°Es un orgullo que la ¨²nica renta que no ha ca¨ªdo sea la de los pensionistas, ocho millones de espa?oles que ahora contribuyen a sacar a flote a la sociedad¡±, opina Marcos Pe?a. ¡°Para ello, es necesario salvaguardar el sistema de protecci¨®n que hoy asiste a 15 millones de ciudadanos entre jubilados y perceptores de prestaciones por desempleo u otros subsidios. Hemos conseguido una especie de pegamento social que permite la cohesi¨®n y que debemos mantener¡±, a?ade.
El problema es que no est¨¢ claro si efectivamente se va a salvar este Estado de bienestar. Es m¨¢s, se empieza a poner en duda que la pensi¨®n media se pueda sostener este a?o mientras el d¨¦ficit de la Seguridad Social aumenta, se?ala Jos¨¦ Antonio Herce, socio de Analistas Financieros Internacionales (AFI). Adem¨¢s, agrega Sara de la Rica, ¡°el Gobierno no ha anticipado que las medidas de flexibilidad externas impulsadas por la reforma laboral han provocado numerosos despidos objetivos, con derecho a prestaci¨®n por desempleo durante 24 meses, y muchos expedientes de regulaci¨®n de empleo de suspensi¨®n que provocan que los individuos vayan temporalmente al paro y cobren el subsidio. Esto incrementa el gasto en prestaciones por desempleo y dificulta el cumplimiento de los niveles de d¨¦ficit que tenemos impuestos¡±, contin¨²a De la Rica. Entre enero y agosto los despidos colectivos han crecido un 53% hasta casi 300.000 personas afectadas.
¡°Hemos pasado de casi dos afiliados a la Seguridad Social por cada perceptor de pensiones o prestaciones por desempleo en 2007 a los 1,38 actuales. As¨ª el sistema es dif¨ªcilmente sostenible¡±, se?ala Lorenzo Rivar¨¦s, portavoz de la asociaci¨®n de grandes empresas de trabajo temporal, AGETT.
Los parados de larga duraci¨®n, m¨¢s de la mitad del total ya que por primera vez en la historia superan los tres millones, pueden verse afectados por la falta de recursos p¨²blicos. Sobre todo aquellos 1,7 millones de espa?oles que est¨¢n a punto de concluir sus subsidios de desempleo, al rebasar los dos a?os de duraci¨®n. Se sumar¨¢n a los m¨¢s de 626.000 ciudadanos que ya en el tercer trimestre del a?o figuran como parados sin ingresos en la encuesta de poblaci¨®n activa del INE.
¡°Esta crisis tan intensa ha transformado estructuras profundas del mercado laboral, como el bajo nivel de actividad que lo lastra todo [la tasa de empleo ha ca¨ªdo del 53% al 45% entre 2007 y 2012]. O el paro de larga duraci¨®n, que est¨¢ sacando a la gente del mercado de trabajo una vez que agota sus prestaciones y subsidios sin que les estemos transformando para que desarrollen las nuevas habilidades que exige el mercado laboral¡±, explica Miguel ?ngel Malo. ¡°Estas personas pueden configurar el nuevo n¨²cleo duro de la pobreza y la exclusi¨®n social¡±.
Sin embargo, los j¨®venes tienen m¨¢s tiempo para recuperarse de su alta tasa de paro [del 52,3% de los activos], aunque les deje secuelas, contin¨²a. ¡°Los j¨®venes no son realmente el problema m¨¢s dram¨¢tico que tenemos, pues se est¨¢n retirando del mercado. Alargan su formaci¨®n, y esto es una salida¡±, se?ala Carlos Mart¨ªn. ¡°Los problemas est¨¢n en los cabezas de familia sin formaci¨®n¡±, aprecia.
Suelen ser inmigrantes, explica, y no les va a quedar m¨¢s remedio que retornar a sus pa¨ªses de origen, se?ala Mart¨ªn, sorprendido porque hasta el a?o pasado llegaron y se fueron de Espa?a casi tantos extranjeros como en a?os anteriores. ¡°No es razonable. El Gobierno deber¨ªa regular los flujos de inmigraci¨®n para evitar que, tras una pol¨ªtica err¨®nea de entradas masivas, este colectivo, que engrosa las listas de paro, sea menos vulnerable a la pobreza¡±, aspira el representante de CC OO.
Al final, una bolsa de un mill¨®n o mill¨®n y medio de desempleados ser¨¢n irrecuperables para el mercado de trabajo, pese a que llegue la recuperaci¨®n, pronostica Fabregat. ¡°Tirar¨¢n la toalla muchas personas de entre 45 y 55 a?os con escasa formaci¨®n¡±, a?ade Herce.
Lo ¨²nico que servir¨ªa en este contexto para salvaguardar la cohesi¨®n social y territorial, que va a ser dif¨ªcil, ser¨ªa un reforzamiento institucional y compromiso social capaz de repartir de manera equitativa el sufrimiento. Pero sigue sin existir una convicci¨®n pol¨ªtica sobre la urgencia de la situaci¨®n, dice Pe?a, consciente de que la sociedad primero se resigna, luego opta por la desafecci¨®n pol¨ªtica y luego por la rabia.
Antes de desplegar las quejas, los expertos consultados recomiendan que el Gobierno ponga el empleo como prioridad de su pol¨ªtica. ¡°Necesitamos pasar de la pol¨ªtica de la econom¨ªa a la pol¨ªtica de las personas, donde la austeridad exista, pero sea una austeridad sostenible, que no ahogue a las familias mientras salva a las entidades financieras¡±, afirma Francisco Lorenzo.
Para romper el c¨ªrculo vicioso en que se ha convertido el paro, el descenso del consumo, la ca¨ªda de la producci¨®n y vuelta a empezar del proceso de despidos, Sara de la Rica recomienda que se apoye ¡°de verdad¡± a los emprendedores con la eliminaci¨®n de trabas a la puesta en marcha de la actividad, que se favorezca la competitividad eliminando los oligopolios, ayudando a las pymes a exportar y otorg¨¢ndoles cr¨¦dito para que puedan subsistir.
Jos¨¦ Antonio Herce, que se fija en que desde finales de 2011 el n¨²mero de empresas que se han dado de baja de la Seguridad Social aumenta de mes en mes, igual que los despidos colectivos, cree que el Gobierno deber¨ªa generar unas pol¨ªticas activas de empleo eficaces para evitar que ¡°dos tercios de los parados, con muy poca probabilidad de ser empleables, pasen a serlo gracias a la formaci¨®n¡±. En su opini¨®n, las bonificaciones destinadas a la contrataci¨®n no han servido para nada hasta ahora. ¡°Espero que el descenso presupuestado para 2013 del 34,6% en las pol¨ªticas activas de empleo indique que se va a proceder a un cambio de modelo, que no solo es un recorte¡±. Sin duda ello ayudar¨ªa a que se acortase la d¨¦cada que tenemos por delante hasta alcanzar tasas de paro ¡°razonables¡±.
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