Los ca?ones apuntan a Par¨ªs
Alemania, Bruselas y las instituciones internacionales advierten de que Francia puede ser la pr¨®xima ficha del domin¨® de la crisis
En 1953, la revista Time titulaba en portada: ¡°Francia, el enfermo de Europa¡±. Apenas unos a?os antes, en 1940, el ej¨¦rcito de Hitler coloc¨® una pancarta sobre la fachada de la Asamblea Nacional, mirando al Sena, que dec¨ªa: ¡°Alemania manda en todas partes¡±.
D¨¦cada a d¨¦cada, el bucle de la Historia se repite. Los grandes vecinos de Francia siguen mirando con una mezcla de envidia y recelo al pa¨ªs de la Revoluci¨®n y la Comuna, el Estado Social y los Derechos Humanos. En los a?os setenta, en los ochenta y en los noventa, Francia segu¨ªa estando enferma, seg¨²n Estados Unidos, Alemania y Reino Unido, mientras otros vecinos, bajo los Pirineos y los Alpes, pensaban que ojal¨¢ se les contagiara la enfermedad.
El enfermo imaginario empeor¨® a¨²n m¨¢s aquella dram¨¢tica noche de mayo de 1981 en que Fran?ois Mitterrand gan¨® las presidenciales y largas hileras de coches galoparon hacia Suiza con los maleteros llenos de francos, huyendo de los comunistas que iban a robarles sus ahorros, y lamentando quiz¨¢ que en los a?os cincuenta el general De Gaulle se saliera con la suya al amenazar con cortarle la luz al Principado de M¨®naco si el rey Rainiero no prohib¨ªa a los ciudadanos franceses tener su residencia fiscal en ese pa¨ªs del tama?o de un casino.
La historia cambi¨® al principio de esta crisis: Francia resisti¨® los primeros embates de la Gran Recesi¨®n mejor que ninguno de los grandes pa¨ªses del Atl¨¢ntico Norte. Entonces el relato oficial dec¨ªa que la econom¨ªa francesa estaba m¨¢s equilibrada que otras; el peso del sector p¨²blico era, precisamente, lo que hab¨ªa permitido suavizar el golpe. Hoy, la narraci¨®n ha dado un giro radical y lo que antes era una ventaja se ha convertido en un espejismo: mientras Alemania, con los deberes hechos, sal¨ªa como un tiro de la recesi¨®n, la econom¨ªa francesa, que segu¨ªa resisti¨¦ndose a las reformas que llevan el sello de Bruselas, Berl¨ªn y del Fondo Monetario Internacional (FMI), ha ido languideciendo y lleva varios trimestres en un peligroso estancamiento, camino de una recesi¨®n que empezar¨¢ a finales de este a?o, seg¨²n el Banco de Francia.
Tras haber resistido la crisis hasta ahora, Par¨ªs afronta ¡°riesgos a la baja¡±?
Con dificultades para cumplir las metas del d¨¦ficit, con la gente empezando a tener miedo ¡ªlo que se refleja dram¨¢ticamente en los datos del consumo de las familias¡ª y el paro al alza, sobre la Torre Eiffel se cierne una nube oscura que los bur¨®cratas de la comisi¨®n, encabezados por el vicepresidente econ¨®mico Olli Rehn, denominan ¡°riesgos a la baja¡±.
Desde hace seis meses, y especialmente desde que hace tres semanas, Alemania bloque¨® en la ¨²ltima cumbre de Bruselas casi todos los acuerdos concedidos por Angela Merkel a Fran?ois Hollande en la requetehist¨®rica cumbre de junio, los ca?ones est¨¢n apuntados de nuevo sobre Par¨ªs. El heredero sentimental y pol¨ªtico de Mitterrand est¨¢ en el poder desde mayo, y los muy patriotas millonarios franceses no han tardado en demoler su pol¨ªtica econ¨®mica, proponer la contraria y criticar las subidas de impuestos a sus empresas, indispensables ¡ªseg¨²n los socialistas¡ª para equilibrar las cuentas p¨²blicas sin tocar el poder adquisitivo de los franceses.
Al coro de los 98 millonarios que presiden las mayores empresas del pa¨ªs (algunos de ellos, pese a De Gaulle, notorios exiliados fiscales o en trance de serlo), se sum¨® enseguida Berl¨ªn con la participaci¨®n estelar del excanciller socialdem¨®crata Gerhard Schr?der, visiblemente irritado porque Hollande exige sumar al dogma de la austeridad el del crecimiento y entretanto se permite no poner en marcha las reformas que receta el librillo neoliberal germanizado. La puntilla la ha puesto esta semana el Gobierno alem¨¢n, en un movimiento que parece destinado a debilitar a su socio franc¨¦s y a sembrar de dudas en los mercados: el ministro de Finanzas, Wolfgang Sch?uble, ha encargado al comit¨¦ de sabios alemanes un informe sobre el estado de salud de la econom¨ªa francesa y sobre la voluntad reformista de Par¨ªs.
Berl¨ªn trata as¨ª de meter a Hollande bajo una intensa presi¨®n: le obliga a acelerar con reformas, a seguir el diktat de la pol¨ªtica econ¨®mica europea con el caracter¨ªstico sello alem¨¢n, le supervisa levantando la ceja y le conmina a no discutir el liderazgo de Berl¨ªn en Europa. Hace d¨ªas que fuentes diplom¨¢ticas europeas y que fuentes alemanas sostienen en privado que la primera preocupaci¨®n es ya que la crisis fiscal acabe llegando hasta Francia si Hollande no se medica con sus recetas. Berl¨ªn teme que la gripe francesa le acabe salpicando, y algunos datos sugieren que los primeros virus empiezan a caer al otro lado del Rhin.
Los millonarios franceses no han tardado en criticar a Hollande
¡°El mayor problema actual en la eurozona ya no es Grecia, ni siquiera Espa?a e Italia: es Francia, que no ha hecho nada para recuperar competitividad y est¨¢ yendo incluso en direcci¨®n contraria. Francia necesita reformas en el mercado laboral: es el pa¨ªs del euro en el que la gente trabaja menos horas al a?o¡±, asegura Lars Feld, director del Instituto Walter Eucken de Friburgo y miembro del comit¨¦ de sabios que asesora a Merkel.
Tambi¨¦n en casa hay gente que piensa as¨ª. La presidenta de la patronal francesa Medef, Laurence Parisot, asegur¨® hace unos d¨ªas que la situaci¨®n de la econom¨ªa francesa es ¡°grav¨ªsima¡±. ¡°Hace diez a?os, Alemania era el enfermo de Europa. Y si no hacemos nada, pronto lo ser¨¢ Francia¡±, agreg¨® parafraseando la portada de Time de hace 60 a?os.
Por fortuna, no todos los expertos creen lo mismo. Thomas Klau, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, asegura que Hollande ha dado muestras esta misma semana de su voluntad reformadora, con medidas destinadas a reducir los costes laborales: ¡°Es demasiado pronto para decir que el Gobierno franc¨¦s ha hecho lo suficiente; por ahora ha dado los primeros pasos en el camino hacia las reformas necesarias¡±. Frente a an¨¢lisis m¨¢s alarmistas, Klau sostiene que las comparaciones con Italia y Espa?a ¡°est¨¢n fuera de lugar: la situaci¨®n pol¨ªtica es mucho mejor que la italiana, y Francia no tiene ni de lejos los problemas de la banca espa?ola. Cualquier an¨¢lisis de lo que puede suceder en adelante deber¨ªa tener en cuenta todo eso¡±.
Pero lo que ha ocurrido en los ¨²ltimos d¨ªas es m¨¢s o menos lo contrario. Algunos de los fondos m¨¢s potentes de Wall Street y la City de Londres ponen el ¨¦nfasis en la debilidad de la econom¨ªa francesa y de sus cuentas p¨²blicas. En Bruselas hay incluso quien especula, siempre con la condici¨®n de anonimato, sobre la seriedad de los n¨²meros franceses. Y el FMI que dirige la francesa Christine Lagarde ¡ªexministra de Nicolas Sarkozy y sucesora de Dominique Strauss-Kahn en la instituci¨®n¡ª ha alimentado esta semana algunas de las incertidumbres acerca de Francia, ese pa¨ªs extra?o, antiliberal y derrochador que produce m¨¢s de doscientas variedades de quesos, paga subsidios m¨ªnimos de 400 euros a dos millones de parados en lugares como Martinica o Reuni¨®n, abre las botellas de champ¨¢n con un golpe de cuchillo y sigue dedicando cada a?o al gasto p¨²blico un 56% del PIB.
Scha¨¹ble ha encargado un informe sobre la econom¨ªa francesa
El ¨²ltimo informe del FMI parec¨ªa un cat¨¢logo de heridas, anemias y debilidades. Las profec¨ªas de los hombres de negro sugieren que la segunda econom¨ªa de la zona euro y la quinta del mundo podr¨ªa ser la siguiente en el domin¨® de la crisis ¡°si no acomete un completo programa de reformas estructurales¡±. ¡°La situaci¨®n podr¨ªa ser muy seria si la econom¨ªa francesa no se adapta al ritmo de sus principales socios comerciales, especialmente Italia y Espa?a, quienes, despu¨¦s de Alemania, han comprometido profundas reformas de sus mercados laboral y de servicios¡±, a?ade el FMI en un an¨¢lisis sospechosamente parecido al que ha llevado a Sch?uble a pedir opini¨®n a su comit¨¦ de sabios.
El equipo m¨¦dico habitual pronostica una dura convalecencia. La comisi¨®n vaticina que el crecimiento ser¨¢ positivo, pero muy cercano al 0% tanto este a?o como el pr¨®ximo. Goldman Sachs le dedicaba el viernes un exhaustivo informe a Francia con una palabra clave: ¡°Incertidumbre¡±. El banco de inversi¨®n m¨¢s poderoso del mundo ¡ª¡°lo primero que has de saber sobre Goldman Sachs es que est¨¢ en todas partes¡±, dice Matt Taibi en Cleptop¨ªa¡ª asegura que la ca¨ªda del consumo se va a dejar notar el a?o pr¨®ximo y espera magros avances del PIB, no muy alejados del 0%, hasta 2014. ¡°El ajuste solo ha empezado y es necesario¡±, a?ade.
Pero el m¨¢s duro es el FMI. M¨¢s all¨¢ de los n¨²meros ¡ªpronostica tambi¨¦n un estancamiento para 2012 y 2013¡ª, el FMI ni siquiera escatima algunos juicios de valor que un asesor del ministro Pierre Moscovici tacha de ¡°ideol¨®gicos¡±: la subida de impuestos decretada por Hollande al llegar al cargo, dice el FMI, ¡°ha reducido los incentivos para trabajar e invertir y ha puesto a Francia en una situaci¨®n de desventaja respecto a sus pares¡±. El informe concluye que es urgente realizar ¡°m¨¢s recortes del gasto p¨²blico¡±.
Nada nuevo, en todo caso. Solo que, esta vez, parece muy claro que el momento de Francia ha llegado. Y que todos parecen empe?ados en dar lecciones de econom¨ªa a Hollande, que no es precisamente un profano en la materia. De joven estudi¨® en las mejores escuelas de Francia y, como se?ala un diplom¨¢tico europeo, ¡°sabe muy bien lo que dice cuando habla de econom¨ªa¡±. Adem¨¢s, Hollande llevaba m¨¢s de un a?o prepar¨¢ndose para las reformas, tras 10 a?os de presidencia y Gobiernos conservadores. Su programa electoral conten¨ªa ¡°60 compromisos para cambiar a Francia¡±, y m¨¢s de dos tercios se refieren a la econom¨ªa. La medida estrella de la campa?a, la que le permiti¨® desbancar a Sarkozy, fue la creaci¨®n de un impuesto del 75% para las rentas superiores al mill¨®n de euros, que tras suscitar iron¨ªas y mucha controversia se ha dulcificado en el Parlamento dejando fuera a las rentas del capital y limitando su aplicaci¨®n a los dos pr¨®ximos a?os.
La presidenta de la patronal alerta que la situaci¨®n es ¡°grav¨ªsima¡±
En puridad, lo ¨²nico que ahora se discute y que no citaba el programa electoral es la reforma laboral, una cuesti¨®n muy espinosa porque el apoyo de los sindicatos en las elecciones era crucial. Pero tambi¨¦n esa reforma est¨¢ hoy en marcha, y, como las dem¨¢s, se est¨¢ negociando en la gran mesa de concertaci¨®n social convocada antes del verano por Hollande.
Los prejuicios contra el presidente, tan distinto en estilo y formas de su hiperactivo antecesor, llevan a algunos a pensar que Hollande es un hombre lento. Muchos medios afines a la derecha y ciudadanos de todas las tendencias describen al presidente como ¡°paralizado, y las encuestas, un desastre sin paliativos, revelan que solo un 35% de la poblaci¨®n mantiene su confianza en ¨¦l.
En Francia est¨¢ de moda el Hollande bashing (en ingl¨¦s, poner a alguien a caldo), pero el inquilino del El¨ªseo no parece sentir la inquietud que muestran sus paisanos y sus socios. Seg¨²n dice cada vez que puede, los resultados de su Presidencia deben juzgarse al final del quinquenio, no d¨ªa a d¨ªa, y las decisiones importantes se toman dialogando. La tercera pata de su pensamiento sobre las reformas estructurales es que ¡°es mucho mejor que las haga la izquierda porque eso garantiza mejor la justicia social¡±.
De manera que, aunque algunos no lo crean, Francia lleva tiempo arremangada y se dispone, seg¨²n ha dicho esta semana su ministro Pierre Moscovici, a reformar de arriba abajo la organizaci¨®n del Estado, su mercado de trabajo, los costes laborales, el sistema de ayudas a la industria y la fiscalidad de empresas y ciudadanos. El propio Goldman Sachs aseguraba justo antes de las elecciones francesas que las presidencias m¨¢s reformistas en Francia han sido precisamente las de izquierdas.
El ¨²ltimo ejemplo es el pacto por la competitividad, presentado esta semana no por el Gobierno, sino por un c¨¦lebre patr¨®n. Louis Gallois, exprimer ejecutivo de EADS y SNCF, dio a conocer el lunes el informe que le encarg¨® el Gobierno. Su requisitoria, con 22 propuestas, dibuja un panorama de la industria y la econom¨ªa francesa ¡°extremadamente grave¡±, y resume en tres cifras lo que llama ¡°el resbal¨®n¡± de competitividad sufrido en la ¨²ltima d¨¦cada. El valor a?adido en la industria pas¨® del 18% en 2000 al 12,5% en 2011; la cuota de mercado de las exportaciones baj¨® desde el 12,7% al 9,3%, y la balanza comercial, sin contar la energ¨ªa, vir¨® de un super¨¢vit de 25.000 millones en 2002 a un d¨¦ficit de 25.000 millones este a?o.
Al d¨ªa siguiente, el Gobierno hizo suyo el diagn¨®stico de Gallois y adopt¨® buena parte de las medidas. Moscovici a?adi¨® una modificaci¨®n aplaudida por el propio comisario, que la consider¨® mejor que su propia propuesta: la rebaja de los costes salariales beneficiar¨¢n al 85% de los sueldos (los m¨¢s bajos).
Ese es, todav¨ªa, el m¨¦todo franc¨¦s.
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