Alquiler social: ahora o nunca
Un parque de pisos baratos es la ¨²nica salida para frenar la pobreza Piden que los pisos y suelos residenciales de la Sareb se destinen a arrendamiento
Apenas un 0,5% de las viviendas espa?olas responde a la categor¨ªa de viviendas p¨²blicas protegidas de alquiler. Aunque ha aumentado el n¨²mero, el porcentaje ha bajado desde el comienzo de la d¨¦cada, disolvi¨¦ndose en la exuberancia de la pasada burbuja inmobiliaria. Este raqu¨ªtico porcentaje est¨¢ engrosado por promociones de iniciativa privada, como sucede con las obras sociales de las cajas de ahorros o las de organizaciones sin ¨¢nimo de lucro como C¨¢ritas, hasta llegar al 2%.
El parque de alquiler a precios muy por debajo del mercado e incluso del alquiler protegido es la ¨²nica esperanza para familias en riesgo de exclusi¨®n social. Seg¨²n el INE, llegar¨ªamos hasta el 3% de los hogares espa?oles si se ampl¨ªa el concepto a ¡°alquileres a precio inferior al mercado¡±. Y aqu¨ª est¨¢ la fatal divergencia con el resto de Europa: en Alemania los alquileres asequibles suponen un 6%; en Francia, un 19%, y en Reino Unido, un 21%.
Fomento aprobar¨¢ ayudas para el alquilado en funci¨®n de la renta y los ingresos
¡°Es la gran diferencia incluso respecto a Portugal. Y la creaci¨®n de un parque de vivienda social es imprescindible para activar el derecho a la vivienda y para poder garantizar una ley de desahucios justa y coherente. No tiene por qu¨¦ ser p¨²blico, la mayor¨ªa de las viviendas de alquiler social inglesas o francesas no lo son¡±, indica el soci¨®logo Jes¨²s Leal.
El problema, en su opini¨®n, es que ¡°Espa?a desmantel¨® el escaso parque que ten¨ªa y ahora no hay dinero para recuperarlo a corto plazo. La propuesta es que se desarrolle a trav¨¦s de entidades sin ¨¢nimo de lucro con patrimonio de vivienda en alquiler social, que cuenten con ayuda p¨²blica a cambio de una cesi¨®n gratuita de suelo y un estatus fiscal especial¡±.
Y parece llegado el momento. Por un lado, por la necesidad de atender a los desahuciados, tanto de vivienda en propiedad como por impago de alquileres, y a los nuevos pobres, con el fin de evitar su desarraigo social. Y, por otro, es la oportunidad de un nuevo plan de vivienda pendiente de redactar, enfocado al alquiler y dirigido a grupos con pocos recursos econ¨®micos. Se suma una banca intervenida con un importante parque residencial y de suelo sobre el que el Estado tiene mucho que decir. Muchos agentes sociales consideran esta una oportunidad ¨²nica para edificar ese parque p¨²blico de alquiler a precios bajos.
El Estado ha movido ficha pero con una cobertura y un futuro m¨¢s que incierto cuando ha decretado un fondo de vivienda social, promovido desde el Ministerio de Econom¨ªa para desahuciados por impago hipotecario. Se inicia con 6.000 viviendas, la mitad de ellas procedentes de cajas de ahorros que conservan la titularidad de los inmuebles.
En Espa?a el arrendamiento asequible es un 1% o 2%, en Alemania, un 6%; en Reino Unido, un 21% y en Francia un 19%
La m¨²sica suena mejor que la letra. Pedro Hern¨¢ndez del Olmo, un abogado experto en arrendamientos, lo califica en el portal enalquiler.com como ¡°un brindis al sol¡±. Requiere interminables requisitos a cumplir en cuanto a renta, endeudamiento y composici¨®n familiar, pero no establece la cuant¨ªa del alquiler social. Habla de rentas asumibles en funci¨®n de los ingresos que perciban y faltar¨ªa un horizonte temporal. Los expertos consultados descartan que vaya a ser un embri¨®n de parque social de alquiler.
Tambi¨¦n por concretar, Cinco D¨ªas adelant¨® por d¨®nde ir¨ªa el futuro Plan de Vivienda, 2013-2016, con el alquiler social como protagonista. Fomentar¨¢ arrendamientos con 400 euros mensuales como m¨¢ximo para familias con ingresos de menos de 1.600 euros. La ayuda estatal se dirigir¨ªa a empresas p¨²blicas y ONG para crear un parque de nuevo cu?o con un horizonte a 30 a?os y un uso rotativo: entre uno y dos a?os y sobre suelos cedidos por los consistorios. El 25% del parque as¨ª creado ser¨¢ para familias atendidas por servicios sociales p¨²blicos o privados sin ¨¢nimo de lucro.
Una de las objeciones es que no parece tiempo de edificar sino de aprovechar lo existente, seg¨²n expertos como Carme Trilla, hoy responsable de Acci¨®n Social de C¨¢ritas.
Un parque de alquiler con rentas a precios por debajo del alquiler protegido ¡ªen torno a 350 euros¡ª es la ¨²nica esperanza para familias en riesgo de exclusi¨®n social. Y a estas se dirige la ONG C¨¢ritas. Y facilitar vivienda a las familias es un paso m¨¢s en un programa de inserci¨®n sociolaboral. El objetivo es que en dos o tres a?os la familia pueda recuperar su autonom¨ªa econ¨®mica, un tiempo que reconocen escaso dada la gravedad de la crisis.
Trilla explica que son las entidades sociales las que cubren esa funci¨®n: atender a quien no puede pagar m¨¢s de 80 o 150 euros y eso con dificultades. Es un alquiler social deficitario que supone una media de mil euros de p¨¦rdida al a?o por vivienda para C¨¢ritas, seg¨²n Pau P¨¦rez de Acha, al frente de Fomento de la Vivienda Social de la ONG en Barcelona. Gestiona 220 viviendas (532 personas) y en 2014 espera llegar al medio millar.
Para que funcione como inversi¨®n
El alquiler social, para evitar la exclusi¨®n social, es un negocio socialmente rentable. Pero no en los libros de cuentas. Ganar el partido de la vivienda en alquiler tiene que contar con el concurso de los inversores privados, seg¨²n pone de manifiesto Concha Os¨¢car, de Lazora -especializada en alquiler protegido-, quien no duda que este aumentar¨¢ en Espa?a. Cuantifica en un 8%-12% del parque espa?ol de primera residencia el volumen de alquiler. 1,8 millones de casas que configuran un parque obsoleto, no profesionalizado y falto de una oferta a precios asequibles. ?Cu¨¢ntos pisos har¨ªan falta para converger con el 20% europeo? Tanto como un mill¨®n, seg¨²n sus c¨¢lculos. A 180.000 euros de media, sale una inversi¨®n de 18 millones de euros a 10 a?os vista -el 18% del PIB-. Con una financiaci¨®n hipotecar¨ªa que cubrir¨ªa el 75%, requiere 4,5 millones de euros de fondos propios y 13,5 millones de deuda. Cifra que contrasta con los 8.000 millones de euros que es el m¨¢ximo valor de los fondos inmobiliarios espa?oles. Moraleja: la inversi¨®n no provendr¨¢ ni de las promotoras o la banca, focalizadas en la venta, ni de la Administraci¨®n, que tiende a la privatizaci¨®n, ni de nuestro mercado financiero. Y, en cambio, s¨ª ve inter¨¦s creciente de inversores internacionales. Y ¨¦ste choca con inseguridad jur¨ªdica, falta de producto, veh¨ªculos y fiscalidad adecuados. Esas carencias contribuyen a que la rentabilidad espa?ola, 2,7%, est¨¦ por debajo de la europea, que oscila entre el 6% y el 12%. Y subir un punto precisa un descenso del 20% al 30% del precio.
Parte del parque es fruto de donaciones, pero han tenido que complementarlo con pisos que, a su vez, alquilan a CatalunyaCaixa y a la Generalitat por precios, sobre todo en el segundo caso, m¨¢s elevados que los que luego pueden repercutir a las familias en riesgo de exclusi¨®n. Hay costes de gesti¨®n y de acompa?amiento social que cubren con las donaciones y ayudas p¨²blicas. P¨¦rez de Acha explica que se debe a sendos convenios con la Generalitat y CatalunyaCaixa, de la que destaca la voluntad de colaboraci¨®n.
C¨¢ritas adem¨¢s de vivienda, tambi¨¦n atiende el pago de habitaciones o pensiones y recibos pendientes del hogar. Por este concepto se pas¨® de destinar 500.000 euros en 2007 a 1,5 millones en 2011.
Ahora ve como oportunidad el parque de vivienda en manos de las entidades que pasar¨¢n a la Sareb, sobre todo edificios completos de promotores con dificultades. Reclama parte de ese parque antes de que en grandes paquetes pase a manos de inversores a precios de saldo, porque ¡°?qu¨¦ control p¨²blico se har¨¢ de las plusval¨ªas generadas por inmuebles una vez que estos inversores los revendan?¡±, pregunta Trilla. La filosof¨ªa de esta ONG y otras organizaciones que trabajan junto a los desahuciados, como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca o Adicae, es que viviendas y suelos ubicados donde hay necesidades de vivienda social podr¨ªan ser una oportunidad social o una ocasi¨®n f¨¢cil para especuladores.
El c¨¢lculo que hace la organizaci¨®n que trabaja con colectivos necesitados independientemente de su orientaci¨®n religiosa es que con el 1,5% de los fondos obtenidos por el FROB podr¨ªan salvarse del desahucio 30.000 familias.
La ONG trabaja con estos colectivos en colaboraci¨®n con los Gobiernos regionales de Euskadi y Catalunya. En el Pa¨ªs Vasco colaboran con Kutxa Bank que engloba a las tres cajas vascas, aunque las obras sociales conservan su autonom¨ªa y presupuestos.
El Fondo de Vivienda Social es demasiado restrictivo, seg¨²n los expertos
En Madrid, el Gobierno regional y el local han firmado un convenio con esta y otra ONG de larga trayectoria, Provivienda, que est¨¢ adecuando las viviendas que ceder¨¢ a familias desahuciadas. El Gobierno regional se propone llegar a mil, recuperadas de ocupaciones ilegales. Las rentas ir¨¢n de 40 a 200 euros. Tambi¨¦n colaboran ambas ONG con los servicios sociales del Ayuntamiento.
La Confederaci¨®n de Cajas de Ahorros (Ceca) resume algunos de los programas en marcha: La Caixa tiene el Programa Solidario con 3.000 viviendas en r¨¦gimen de alquiler para personas que han visto reducidos sus ingresos por la crisis. La renta es inferior a la de protecci¨®n oficial y se subvenciona adem¨¢s el 50%. La renta es por cinco a?os para quien perciba m¨¢s de 6.000 euros anuales. Suma otro programa, Vivienda Asequible, compuesto por 4.000 pisos para j¨®venes, mayores y familias en r¨¦gimen de alquiler con rentas inferiores a las de protecci¨®n oficial.
La Caja de Canarias ofrece Ayudas de Emergencia Social a Familias. Los beneficiarios son propuestos por las ¨¢reas de servicios sociales de los Ayuntamientos.
El de Ibercaja se denomina Llaves Solidarias. Desde 2003, la bolsa de vivienda de su obra social permite que determinados colectivos con escasos recursos y con dificultades sociales accedan a una vivienda de alquiler. Garantiza el cobro al due?o.
La obra social de Catalunya Caixa tiene el Proyecto Emanc¨ªpate en el que act¨²a como mediadora en un alquiler solidario de habitaciones para j¨®venes de hasta 35 a?os, preferentemente universitarios, y los propietarios con una habitaci¨®n libre.
Los parques sociales europeos son de iniciativa privada en su mayor parte aunque con ayuda p¨²blica
La obra social de Kutxabank tiene el programa Etxelan, en colaboraci¨®n con C¨¢ritas, para dar residencia digna a sus clientes objeto de una ejecuci¨®n hipotecaria o acogidos al C¨®digo de Buenas Pr¨¢cticas. Llega a subvencionar el 95% de la renta.
En el caso de Vital Kutxa, auspicia el programa Vitalquiler con 981 viviendas protegidas en Vitoria-Gasteiz. Por ¨²ltimo, el de BBK Vivienda es fruto del acuerdo con el Ayuntamiento de Bilbao. Ha adquirido 40 viviendas que cede durante 50 a?os para su explotaci¨®n como alquiler social.
Estas iniciativas no son ¨²nicas aunque s¨ª escasas para atender la demanda de los expulsados del mercado inmobiliario. Y aunque la vivienda se gestiona en las cocinas regionales y locales, Fomento y econom¨ªa tienen la palabra.
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