Sobre ¡®cisnes negros¡¯ y el a?o 2012
Al echar la vista atr¨¢s, sorprende los malos augurios que se aventuraban para este a?o
A Yogi Berra, beisbolista estadounidense famoso por sus frases l¨²cidas y aparentemente il¨®gicas, se le atribuye la frase de que el futuro no es lo que sol¨ªa ser, una manera ingeniosa de decir que el futuro es incierto y que lo que pensamos que puede pasar va cambiando con el tiempo. El a?o que termina es una buena excusa para desempolvar esta frase.
Mirando un a?o hacia atr¨¢s, puede sorprender el elevado n¨²mero de futuros negros que se destacaban como posibles para 2012. Futuros donde se romp¨ªa el euro, donde China tendr¨ªa que lidiar con una crisis inmobiliaria y bancaria mientras cambiaba su modelo de crecimiento, y donde Estados Unidos se enfrentar¨ªa a una crisis de deuda p¨²blica que rasgar¨ªa los mercados. Parece como si el cisne negro que fue la crisis de 2008, seg¨²n la terminolog¨ªa de Nicholas Taleb, hubiera llevado a considerar, a¨²n a?os despu¨¦s, como probables sucesos que antes se hubieran considerado como extremos. Futuros que son posibles tambi¨¦n hoy, pero que se perciben como mucho menos probables.
Al final, lo que ha ocurrido en 2012 ha sido m¨¢s normal. Se ha consolidado el mayor dinamismo econ¨®mico de los pa¨ªses emergentes frente a los desarrollados. Tambi¨¦n ha cambiado ¡ª?y de qu¨¦ manera!¡ª la percepci¨®n sobre el compromiso para que el euro se mantenga en su configuraci¨®n actual. Y aunque el precipicio fiscal siga acechando en Estados Unidos, se percibe que habr¨¢ alg¨²n tipo de acuerdo razonable.
En este sentido, el a?o 2012 deja la sensaci¨®n de que algunos de esos peores escenarios, como el de la percepci¨®n entre algunos analistas de que el euro se iba a romper, se han evitado precisamente porque estaban identificados como riesgos, y se ha trabajado para reducirlos. Saber que hay errores que se pueden pagar muy caros y tener la presi¨®n para trabajar por evitarlos es una importante ense?anza del a?o 2012 que termina.
Ojal¨¢ que lo que pas¨® en 2008 sirva para evitar acumulaciones de desequilibrios
Otro suceso destacable es que ha continuado en el a?o 2012 la entrada de capitales en muchos pa¨ªses emergentes al calor de las expansiones cuantitativas de los bancos centrales de pa¨ªses desarrollados. Y no solo por una mayor expectativa de crecimiento, sino tambi¨¦n por una menor percepci¨®n del riesgo de invertir en estos pa¨ªses.
Estos flujos est¨¢n poniendo a muchos pa¨ªses en un dilema interesante de c¨®mo gestionar el ¨¦xito de su estabilidad macroecon¨®mica y c¨®mo ponerlos al servicio de reducir m¨¢s el diferencial de renta per capita con los pa¨ªses desarrollados; que pasa, entre otras cosas, por invertir m¨¢s y bien, sin excesos de cr¨¦dito.
Ojal¨¢ que el susto de lo que pas¨® en 2008 se mantenga y sirva para estar bien atentos a que no se produzcan acumulaciones de desequilibrios como los que se produjeron en algunos pa¨ªses en la d¨¦cada pasada. Para evitar los excesos, para dise?ar bien los incentivos y para evitar que los optimismos se conviertan en euforias.
Si el pasado sirve de alguna gu¨ªa, es poco probable que esto ocurra. Si lo hiciera, eso s¨ª que ser¨ªa un cisne negro de los buenos, de modo que podr¨ªamos decir, para bien, que el futuro no es lo que sol¨ªa ser.
Jorge Sicilia es director de BBVA Research.
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