Rehn se declara keynesiano
¡°No estoy seguro de si el propio Keynes ser¨ªa hoy keynesiano; yo s¨ª lo soy¡±, declara el comisario en la City de Londres
La receta alemana que Bruselas lleva a?os dictando para sanear la econom¨ªa europea se ha dado un duro ba?o de realidad ante los p¨¦simos datos recientes. Buena parte de los economistas consideran que la medicina favorita de la Comisi¨®n ¡ªla austeridad¡ª est¨¢ m¨¢s cerca de matar al paciente que de curarlo. Consciente de las cr¨ªticas, el vicepresidente de Asuntos Econ¨®micos, Olli Rehn, pasa a la ofensiva ideol¨®gica. Hasta el punto de autodenominarse ¡°keynesiano¡±. ¡°No estoy seguro de si el propio Keynes ser¨ªa hoy keynesiano. Yo, de hecho, s¨ª lo soy¡±, dijo Rehn el jueves, reconvertido en defensor del economista ingl¨¦s en cuyas ideas se basaron los Gobiernos europeos tras la II Guerra Mundial para decretar, grosso modo, un aumento del gasto p¨²blico como forma de salir de la depresi¨®n.
En un discurso pronunciado en la City londinense, el comisario finland¨¦s se declar¨® seguidor del Manchester en lo futbol¨ªstico y de John M. Keynes en lo econ¨®mico. Y bas¨® su defensa en dos pilares: los pa¨ªses del sur no tienen otra opci¨®n que continuar con la disciplina fiscal; pero la p¨ªldora ha de endulzarse con un aumento de la demanda de quien pueda permit¨ªrselo. ¡°Si tienes margen de maniobra fiscal, puedes impulsar pol¨ªticas antic¨ªclicas¡±, asegur¨® Rehn en lo que pareci¨® una saeta con destino Berl¨ªn. No es el caso de los perif¨¦ricos, donde las pol¨ªticas de est¨ªmulo podr¨ªan hacer saltar la alarma en los mercados. ?La soluci¨®n? ¡°Tender puentes entre norte y sur¡±.
La conversi¨®n de Rehn no convence a los economistas consultados. ¡°En Europa suele haber dos tipos de keynesianos: los que no han le¨ªdo a Keynes y los que no han entendido nada de lo que escribi¨® Keynes. No s¨¦ en cu¨¢l de las dos categor¨ªas est¨¢ Rehn, pero sin duda est¨¢ en una de ellas¡±, dispara Wolfgang M¨¹nchau, director de Eurointelligence.
Paul de Grauwe, uno de los economistas m¨¢s cr¨ªticos con Bruselas y Fr¨¢ncfort, explica que Rehn ¡°debe estar bromeando¡± con esa confesi¨®n. "Rehn no destaca precisamente por su flexibilidad. En los recientes debates se ha mostrado inseguro, incapaz de salirse del gui¨®n que le escriben. Como responsable de la pol¨ªtica econ¨®mica europea, est¨¢ por debajo de la media¡±, ataca. Tom Mayer, de Deutsche Bank, le recomienda renegar de esa confesi¨®n ¡°y convertirse en austriaco¡±. Es decir: ser a¨²n m¨¢s liberal para luchar contra la crisis. Justo al otro lado del espectro ideol¨®gico, los keynesianos con pedigr¨ª llevan tiempo criticando el ¡°acto criminal¡± que supone ¡°ignorar deliberadamente las lecciones del pasado¡± y proferir ¡°lamentables perogrulladas sobre la responsabilidad fiscal y el restablecimiento del crecimiento y la confianza con pol¨ªticas de austeridad¡±, asegura el Nobel Joseph Stiglitz en El precio de la desigualdad (Taurus).
Hay un aspecto en el que el comisario s¨ª puede haber cambiado. En una carta enviada hace unos d¨ªas a los ministros de Finanzas del euro, Rehn sosten¨ªa que el debate con el FMI sobre el impacto que la austeridad hab¨ªa tenido en el crecimiento ¡°no sirve de ayuda y amenaza con erosionar la confianza¡±. Ahora, considera que ¡°los debates acad¨¦micos siempre pueden enriquecer las decisiones de pol¨ªtica econ¨®mica; los responsables pol¨ªticos deben estar siempre abiertos a que les rebatan sus ideas¡±. La conclusi¨®n, eso s¨ª, sigue invariable: la econom¨ªa no va mal porque todos los pa¨ªses se hayan puesto a la vez a dieta. ¡°Centrarse en la pol¨ªtica fiscal es una visi¨®n muy limitada. ?D¨®nde est¨¢ el principal problema? En las excesivamente r¨ªgidas condiciones con las que empresas y familias acceden a la financiaci¨®n¡±, dictamina.
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