El FMI teme el exceso de tijera
El Fondo comenz¨® antes que Europa a advertir contra la austeridad radical y reclama m¨¢s est¨ªmulos y reformas para reactivar la econom¨ªa global
?Es la deuda p¨²blica elevada la que sentencia a un pa¨ªs a un periodo largo de bajo crecimiento econ¨®mico? ?O m¨¢s bien resulta que los pa¨ªses en crisis ven engordar su pasivo debido precisamente al aumento de gasto social y las medidas de est¨ªmulo? El debate no se ha encendido tan solo a cuenta del error en los c¨¢lculos del popular informe de Carmen Reinhart y Kenneth Roggof, tan citado por pol¨ªticos en Europa y EE UU como argumento para aplicar los ajustes fiscales, sino que son los malos datos de crecimiento los han encendido las alarmas.
La econom¨ªa de la zona euro no sale del atasco en el que entr¨® hace cinco a?os. Mientras el resto de zonas econ¨®micas, mal que bien, han encontrado la forma de levantar cabeza, los n¨²meros europeos preocupan cada vez m¨¢s en el Fondo Monetario Internacional (FMI). Y de ah¨ª viene el ¨¦nfasis puesto recientemente en pedir que se frene la austeridad, y que los recortes de gastos se combinen con los est¨ªmulos, frente a la ortodoxia m¨¢s entusiasta de Berl¨ªn.
Jos¨¦ Carlos D¨ªez, economista jefe de Intermoney y profesor de ICADE, explica que ¡°hay algo de manual: si unos pa¨ªses deben ajustar, para que el efecto sea neutral, otros deben aplicar est¨ªmulos. Francia debe quedarse como est¨¢, Espa?a e Italia deben suavizarlos y Alemania aplicar los est¨ªmulos¡±, opina.
¡°S¨ª, el FMI ha cambiado de opini¨®n, es algo que se va viendo desde octubre. Los recortes no pueden llevarse a cabo en cap¨ªtulos productivos como la inversi¨®n en educaci¨®n, tecnolog¨ªa o capital humano, eso es como decirle al due?o de una cafeter¨ªa que, para pagar las deudas, venda la cafeter¨ªa resulta que despu¨¦s ya no te podr¨¢ pagar nunca m¨¢s¡±, se?ala Luis Garicano, catedr¨¢tico de Econom¨ªa y Estrategia en la London School of Economics.
El viraje del discurso ¡ªde la austeridad fiscal como ¨²nico credo hacia una senda de reequilibrio de las cuentas p¨²blicas m¨¢s amable con el crecimiento econ¨®mico¡ª comenz¨® hace m¨¢s de medio a?o, cuando el FMI present¨® un sonado informe en el que admit¨ªa que los efectos de los recortes en el crecimiento econ¨®mico se hab¨ªa infravalorado hasta entonces. Pero en las reuniones de primavera del Fondo, celebradas la semana pasada en Washington, el aviso se convirti¨® en un clamor: s¨ª, los pa¨ªses deben reducir el desfase entre lo que gastan y lo que ingresan; y s¨ª, deben embridar su deuda p¨²blica, pero este esfuerzo no debe extremarse hasta implicar un agravamiento de la econom¨ªa. Adem¨¢s, hay que persistir en las reformas. La zona euro se contraer¨¢ un 0,3% este a?o, seg¨²n el FMI, y han empeorado especialmente los pron¨®sticos para los pa¨ªses del n¨²cleo, como Alemania.
El informe que el FMI present¨® en octubre, con datos de 28 pa¨ªses, concluy¨® que el efecto de los ajustes sobre la econom¨ªa no es de 0,5 puntos de PIB por cada punto de rebaja de d¨¦ficit, que era el promedio calculado hasta entonces, sino que los tijeretazos erosionaban la econom¨ªa de 0,9 a 1,7 puntos por cada punto de rebaja.
La directora gerente del Fondo, Christine Lagarde, no pudo ser m¨¢s contundente la semana pasada al pedir ¡°m¨¢s tiempo¡± para que Espa?a reduzca su d¨¦ficit hasta el 3% [el Gobierno desvel¨® el viernes que lo har¨¢ en dos a?os m¨¢s, hasta 2016], mientras que el economista jefe, Olivier Blanchard, ci?¨® el relajamiento de los ajustes a pa¨ªses ¡°con margen¡± para poder hacerlo y puso como ejemplo a Estados Unidos o Reino Unido. Y es que la austeridad como virtud o como lastre para la recuperaci¨®n tambi¨¦n ha sido motivo de disputa en el seno del FMI. Los pa¨ªses recortan gastos para reducir su d¨¦ficit, pero si el contexto econ¨®mico empeora, aunque ser hagan los mismos esfuerzos, el meta de d¨¦ficit se aleja. Adem¨¢s, el efecto de los ajustes en s¨ª tambi¨¦n merman el crecimiento y alejan los objetivos.
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