Una estaci¨®n del metro de Londres irrumpe en el mercado inmobiliario

Una hist¨®rica estaci¨®n del metro de Londres, en desuso desde 1934 y utilizada como base militar durante los bombardeos de la II Guerra Mundial (1939-1945), ser¨¢ vendida por el Ministerio de Defensa al m¨®dico precio de 23 millones de euros.

La parada de Brompton Road tiene a su favor su localizaci¨®n, encajada entre los emblem¨¢ticos almacenes Harrods y la zona de Kensington, aunque su futuro due?o no podr¨¢ presumir de espectaculares vistas al museo de Historial Natural o el Victoria & Albert, pero s¨ª de poseer la primera estaci¨®n que sale a la venta.

El mes que viene este pedazo de historia londinense saldr¨¢ a la venta por un precio estimado en 23 millones de euros y, aunque sus m¨¢s de 2.600 metros cuadrados carecen de amplios ventanales victorianos, su uso reciente servir¨¢ de inter¨¦s para los amantes de la historia del Reino Unido.

Esta parada de metro encierra un pasado decisivo en los anales del pa¨ªs, concretamente durante el tiempo que duraron los bombardeos nazis sobre Londres en el periodo conocido como Blitz, entre septiembre de 1940 y mayo de 1941.

Entonces, la estaci¨®n, en desuso desde 1934, se convirti¨® en la base militar de las defensas antia¨¦reas de la capital brit¨¢nica y lugar de reuni¨®n de altos cargos del desaparecido Ministerio de la Guerra.

Era un lugar tranquilo y parec¨ªa que todo el mundo hab¨ªa olvidado que alguna vez pasaron trenes por la parada, que abri¨® en 1906, motivo por el que los jefes de la primera divisi¨®n de la Brigada Antia¨¦rea modificaron el espacio para adecuarlo a las necesidades b¨¦licas.

Como consecuencia, Brompton Road, antigua estaci¨®n de la l¨ªnea Piccadilly, vio c¨®mo sus andenes fueron demolidos y su maquinaria de ascensor retirada para que se pudiera construir en ese espacio una sala circular que sirviera como centro de operaciones.

De aquellos d¨ªas queda holl¨ªn en los recovecos, azulejos rotos y restos de los mapas usados en el exb¨²nker, cuyo uso militar fue descartado a principios de los a?os 50, cuando el advenimiento de la Guerra Fr¨ªa (1947-91) y la amenaza nuclear hicieron obsoleto el refugio.

Seis d¨¦cadas despu¨¦s no hay electricidad, en su suelo se acumula el agua y el ruido procedente de los trenes que recorren la cercana l¨ªnea Piccadilly retumba cada pocos minutos, unos inconvenientes que su actual due?o gubernamental minimiza al asegurar que el espacio es "estructuralmente seguro".

El Ministerio de Defensa ha decidido sacar directamente a venta p¨²blica una estaci¨®n que es ¨²nica, pues, aunque existen m¨¢s paradas inutilizadas en el metro londinense, s¨®lo Brompton Road no es propiedad de la compa?¨ªa que gestiona el legendario suburbano, Transport for London.

La empresa p¨²blica, que gestiona otras 26 estaciones fantasma, ha rehusado hacer comentarios sobre la salida al mercado de esta parada y asegur¨® a Efe que "no tiene constancia" de haber mostrado inter¨¦s por comprarla antes de que la oferta apareciera en la prensa brit¨¢nica a finales de julio.

Brompton Road es la pieza que le faltar¨¢ para completar su hist¨®rico puzzle, una excepci¨®n que en realidad nunca estuvo al alcance de Transport for London, ya que el Ministerio de Defensa no se plante¨® ofrecer la estaci¨®n a la compa?¨ªa.

"Queremos que el dinero que se obtenga con la venta vaya directamente al bolsillo del contribuyente", aclar¨® a Efe un portavoz del Ministerio, que se neg¨® a comentar cualquier otro detalle de la operaci¨®n.

Frente al secretismo que rodea su salida al mercado, Brompton Road ofrece una certeza: sus andenes incomunicados permanecer¨¢n en la intimidad que desee darle su nuevo due?o, muy al contrario de lo que ocurre con el resto de estaciones abandonadas, convertidas en plat¨®s de rodaje para pel¨ªculas de ¨¦poca.

El metro de Londres, el m¨¢s antiguo del mundo, celebr¨® este a?o su 150 aniversario con 275 estaciones y sus 408 kil¨®metros de v¨ªas por las que discurren m¨¢s de tres millones de pasajeros diarios que han convertido este transporte en un icono internacional. Cynthia de Benito