250 litros de gasolina por el precio de una lata de Coca-Cola
El Gobierno venezolano quiere aumentar el precio de los carburantes y acabar con el dogma popular que los considera regalados
Lo hizo notar por estos d¨ªas un exejecutivo petrolero en su cuenta de Twitter: seg¨²n el escalaf¨®n del Gobierno venezolano, el presidente de la estatal petrolera Pdvsa le reporta al ministro de Petr¨®leo y Energ¨ªa, quien a su vez rinde cuentas al vicepresidente del ?rea Econ¨®mica. Pero resulta que todos esos cargos corresponden ahora a una misma persona: Rafael Ram¨ªrez.
Ram¨ªrez forma parte de la troika que, en la pr¨¢ctica, gobierna a Venezuela, junto al presidente, Nicol¨¢s Maduro, y al n¨²mero dos del chavismo y presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello. El poder del vicepresidente-ministro se afianz¨® hace un mes con la salida del gabinete de Jorge Giordani, un dogm¨¢tico de izquierdas que fue mentor intelectual del comandante y que como ministro de Planificaci¨®n le hac¨ªa sombra a Ram¨ªrez en el control de la econom¨ªa.
Con todo el poder amasado, ahora el ingeniero mec¨¢nico de 50 a?os de edad, primo segundo de Ilich Ram¨ªrez El Chacal -el terrorista internacional de los a?os 70 que cumple cadena perpetua en Francia-, se prepara para tratar de reanimar a la agonizante econom¨ªa venezolana con algunas medidas ortodoxas de ajuste: concertaci¨®n de precios con el empresariado, unificaci¨®n cambiaria y, s¨ª, actualizaci¨®n de los precios de la gasolina.
El precio de la gasolina es uno de los nudos gordianos que ahogan a la econom¨ªa venezolana. Pdvsa, la empresa que Ram¨ªrez dirige como un comisario pol¨ªtico desde 2006, parece encaminada al prodigio de llevar a la quiebra a una industria petrolera. Su deuda total supera los 45.000 millones de d¨®lares. Es el mayor contribuyente al fisco y financia los programas sociales que tantos r¨¦ditos electorales han reportado al chavismo.
Una ganga
Estas son algunas equivalencias respecto a art¨ªculos de gran consumo seg¨²n los precios dictados por la Superintendencia de Precios Justos y la web Farmatodo, y tomando por el precio de la gasolina (0,097 b¨®l¨ªvares) .
- Lata de Coca-Cola = 247 litros de gasolina.
- Pan Bimbo 600gr = 619 litros de gasolina.
- Tubo Colgate 125 = 191 litros de gasolina.
- Agua mineral 1 litro = 130 litros de gasolina.
- 1 kg de arroz = 98 litros de gasolina.
- 1 litro de gasolina en Espa?a = 1.000 litros de gasolina en Venezuela
Pdvsa en la pr¨¢ctica paga ¡°para que en Venezuela se pueda echar gasolina¡±, una imagen contundente a la que Ram¨ªrez viene apelando desde diciembre pasado para convocar a ¡°un debate nacional¡± sobre el precio de los combustibles. En sus cuentas anuales, Pdvsa admite que los precios regulados a los que vende los combustibles en Venezuela son ¡°significativamente menores a los costos de producci¨®n y venta¡± y cifra las p¨¦rdidas por ello en 14.958 millones de d¨®lares en 2013, m¨¢s de la d¨¦cima parte de sus ingresos globales. En tres a?os, ha perdido 40.000 millones de d¨®lares en vender combustible por debajo de coste.
El precio de la gasolina no se ajusta en Venezuela desde 1996, con el presidente democristiano Rafael Caldera. La congelaci¨®n en una econom¨ªa hiperinflacionista da lugar a una distorsi¨®n casi rid¨ªcula del precio de uno de los bienes m¨¢s valorados de la civilizaci¨®n actual. El tanque promedio de un veh¨ªculo sed¨¢n, 40 litros de alto octanaje, se llena con poco m¨¢s de tres bol¨ªvares o unos cinco c¨¦ntimos de euro, al cambio Sicad II, uno de las tasas oficiales para la compra de divisas en Venezuela. Con lo que vale una lata de Coca-Cola en un supermercado se pueden comprar 250 litros de gasolina. Por lo que cuesta un litro de gasolina en Espa?a se pueden repostar 1.000 en Venezuela.
Por convicci¨®n ideol¨®gica y vocaci¨®n clientelar, el populismo autoritario de Hugo Ch¨¢vez prolong¨® la congelaci¨®n del precio de la gasolina, que traspasa en Venezuela el marco de la pol¨ªtica partidista: es un tab¨² cultural. Los venezolanos de a pie consideran la gasolina barata como un derecho adquirido. Todav¨ªa hoy se achaca el estallido social de febrero de 1989, el denominado Caracazo, al anuncio de aumento de sus precios por parte del presidente de entonces, el socialdem¨®crata Carlos Andr¨¦s P¨¦rez.
Cuando las cuentas p¨²blicas ya no dan para m¨¢s, Ram¨ªrez ha echado mano a una estrategia muy parecida a la que us¨® el presidente Caldera para ir alistando el terreno, en 1996, al aumento -entonces, del 300%-: ha estado dando a conocer datos que intentan provocar a la opini¨®n p¨²blica a que pr¨¢cticamente ruegue por el ajuste, que se anticipa doloroso. ¡°El precio actual estimula el contrabando, que nos cuesta 100.000 barriles diarios¡±, cuantific¨® en un reciente programa televisado con el ex vicepresidente y eminencia gris del chavismo, Jos¨¦ Vicente Rangel. Sin embargo, se neg¨® a fechar el aumento: ¡°Todav¨ªa est¨¢ en discusi¨®n¡±.
En los corrillos del chavismo se sabe de las resistencias que sectores oficialistas ofrecen a una medida que se les parece demasiado a las denostadas recetas de los organismos multilaterales. A¨²n as¨ª, el tercer hombre en importancia del chavismo insiste: ¡°Ni siquiera Arabia Saud¨ª con un nivel de ingresos tan alto, goza de un precio de gasolina como el nuestro. Eso no tiene sentido¡±.
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