La familia Gull¨®n entierra el hacha
Los due?os del imperio galletero zanjan una crisis de cinco a?os por la gesti¨®n
La junta general extraordinaria de Galletas Gull¨®n, la empresa fundada en 1892 y una de las primeras firmas alimentarias de Espa?a, est¨¢ decidida a poner fin a una situaci¨®n de enfrentamientos en el seno de la empresa protagonizada por tres de los cuatro hijos de la familia Gull¨®n ¡ªF¨¦lix, Rub¨¦n y Hern¨¢n¡ª frente a las actuaciones del director general, Juan Miguel Mart¨ªnez Gabald¨®n, que contaba con el respaldo expl¨ªcito o la aquiescencia de la madre y viuda del fundador del grupo, Mar¨ªa Teresa Rodr¨ªguez, apoyada por su hija Lourdes.
El pacto de m¨ªnimos de este compromiso contemplar¨ªa concesiones por ambas partes. Los tres hermanos Gull¨®n, que han contado en este tiempo con el apoyo de dos t¨ªos ¡ªhermanos de la madre y tambi¨¦n accionistas del grupo¡ª, Ra¨²l y F¨¦lix, retiran la querella planteada contra el director general por presunta falsedad documental y apropiaci¨®n indebida. A cambio, los hermanos Gull¨®n pasar¨¢n a formar parte del consejo de administraci¨®n.
El director general se compromete a desarrollar una gesti¨®n m¨¢s transparente y, entre otras cosas, a no aumentar su actual participaci¨®n del 16% en el accionariado del grupo y a no vender m¨¢s terrenos adquiridos a t¨ªtulo personal a la sociedad. Ambas partes dicen que ponen el futuro de la empresa por encima de cuestiones personales. Por el mismo acuerdo, los hermanos de la presidenta, F¨¦lix y Ra¨²l, venden su participaci¨®n en la sociedad y salen de ella. Con todo esto, sobre el papel, sellan la paz.
La crisis del grupo galletero Gull¨®n tiene sus ra¨ªces en los primeros a?os de los ochenta, tras el fallecimiento de Jos¨¦ Manuel Gull¨®n. Ante la corta edad de los herederos para gestionar la empresa, Mar¨ªa Teresa Rodr¨ªguez decide contratar a Jos¨¦ Miguel Mart¨ªnez Gabald¨®n, un ejecutivo procedente del sector galletero que en poco tiempo se hizo con el puesto de director general. Con Gabald¨®n al frente del grupo, los hijos de la familia Gull¨®n se fueron incorporando progresivamente a la gesti¨®n de la firma en cargos de segundo nivel, inicialmente en un clima de normalidad.
Datos clave
Marcas: Saludables. Dietnature; Diet-Fibra; Darvida; Calcio-Plus; Active; Ligera; Digestive; Tostafibra, Mar¨ªa B¨ªo, Mar¨ªa Integral. Especialidades. Barqui, Chocobom, Choco Chips, Duo, O2, Panchitos, Surtido, Wafer Mix. Ni?os. Dibus y Tuestis. Cl¨¢sicas. Butterfly, Classic, Creme, Dorada, Mar¨ªa, Tostada. Salados. Cracker! y Tortitas
Facturaci¨®n: 230 millones (2013).
Beneficio neto: 18,5 millones.
Empleados: 1.000
Accionistas: Mar¨ªa Teresa Rodr¨ªguez (55,29%), Juan Miguel Mart¨ªnez Gabald¨®n (16%), F¨¦lix, Rub¨¦n y Hern¨¢n Gull¨®n (15,44%), Autocartera (13,27%).
La viuda y presidenta del grupo mantuvo la filosof¨ªa del fundador: reinversi¨®n de beneficios, no reparto de dividendos y crecimiento financiado con recursos propios. Con esta estrategia, el grupo Gull¨®n, siempre afincado en su ciudad de origen, Aguilar de Campoo (Palencia), ha invertido m¨¢s de 300 millones de euros para crecer en volumen e innovar en productos.
Para aumentar su capacidad productiva, la firma invirti¨® en tres nuevas f¨¢bricas que acabaron forjando un ¨²nico gran complejo, y en 2013, sobre una superficie de 50.000 metros cuadrados, el grupo puso en marcha la planta denominada V¨¦rtice de Innovaci¨®n y Desarrollo de Alimentos (VIDA). En este proceso de expansi¨®n se enmarca la construcci¨®n de la mayor planta galletera de Europa sobre una superficie de 140.000 metros cuadrados, un permanente aumento de l¨ªneas de producci¨®n hasta superar la treintena, con una capacidad de producci¨®n anual de m¨¢s de 200.000 toneladas, equivalentes al consumo total de galletas en Espa?a. Junto a esta estrategia de crecimiento industrial y capacidad de producci¨®n, el grupo destin¨® a I+D una media del 3% de la facturaci¨®n del grupo.
El resultado fue la construcci¨®n de un grupo con capacidad para producir volumen, a precios competitivos en todos los mercados y con todos los instrumentos para innovar de acuerdo con las nuevas demandas del consumo.
El crecimiento del grupo galletero se ha basado fundamentalmente en tres pilares: la mencionada innovaci¨®n, unida a la exportaci¨®n y la diversificaci¨®n. La empresa palentina distribuye sus productos en un centenar de pa¨ªses con filiales para la comercializaci¨®n en Italia y Portugal. Junto a estos dos pa¨ªses, las ventas de galletas son igualmente elevadas en Estados Unidos y Reino Unido, sobre todo gracias a la oferta de una l¨ªnea de productos saludables; y con una presencia importante en China. Las exportaciones suponen el 55% de la facturaci¨®n del grupo.
La distribuci¨®n supone el 50% en volumen de las ventas del grupo y el 35% en valor, operando con la mayor parte de los grupos del sector. La otra gran apuesta del grupo y soporte de futuro se halla en el desarrollo de la l¨ªnea de oferta de productos de salud Vida Sana, por la que se ofrecen diferentes productos dirigidos a todo tipo de consumidores. Entre estos se hallan productos sin gluten para celiacos, sin az¨²car, y otros para personas afectadas por la glucemia.
No obstante, la buena marcha del grupo desde una perspectiva del negocio galletero ocult¨® la progresiva existencia del malestar interior y las crecientes diferencias por la gesti¨®n entre los tres hijos Gull¨®n y sus dos t¨ªos, frente al director general, apoyado por la madre y presidenta de la empresa. Del director general no gustaba su excesivo protagonismo a la hora de adoptar decisiones de inter¨¦s para el grupo y, sobre todo, la falta de transparencia. Este malestar fue a m¨¢s, coinciden medios del sector galletero en la peque?a localidad palentina, cuando el nuevo director general apareci¨® con el 16% del accionariado de la sociedad y el grupo adquiri¨® al director general terrenos comprados a t¨ªtulo personal en una operaci¨®n que, al parecer, le report¨® buenos beneficios.
Esta situaci¨®n de guerra soterrada estall¨® a finales de 2009, durante la celebraci¨®n de un consejo de administraci¨®n. En ese consejo, hijos y t¨ªos, que ten¨ªan mayor¨ªa de votos, acordaron destituir a la presidenta y al director general y hacerse con el control de la empresa. Pero esta situaci¨®n dur¨® solamente un a?o. En noviembre de 2010, la presidenta dio su respuesta cuando, junto con el director general, convocaron y celebraron una ins¨®lita junta extraordinaria a bordo de un coche Mercedes de color negro en las inmediaciones de la empresa. Como propietaria de la mayor¨ªa de las acciones ¡ª55%¡ª, la presidenta decidi¨® nombrarse a s¨ª misma administradora ¨²nica y restituir en su puesto al anterior director general.
Juan Miguel Mart¨ªnez Gabald¨®n posteriormente recurri¨® su despido ante los tribunales y obtuvo una sentencia favorable que oblig¨® a la empresa a pagar una de las mayores indemnizaciones cobradas en Espa?a por un despido, casi nueve millones de euros, desembolsados por la empresa, a los que se sumaron, seg¨²n fuentes cercanas al grupo, otros siete millones de deuda derivada de las condiciones pactadas en el contrato y otros tres millones que se estiman como ingresos del director general por la venta de terrenos a la galletera. Los juicios desarrollados entre el director general y los hermanos Gull¨®n pusieron en evidencia actuaciones por las que los ¨²ltimos presentaron una querella contra Juan Miguel Mart¨ªnez Gabald¨®n, acus¨¢ndolo de supuesta apropiaci¨®n indebida y falsificaci¨®n documental. El pacto incluye la retirada de esta demanda, aunque tras lo acontecido en los ¨²ltimos cinco a?os nadie en Gull¨®n se atreve a apostar por que fructifique un nuevo clima de confianza entre los accionistas y gestores.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.