Bruselas rebaja las previsiones para Espa?a por el frenazo de la eurozona
El PIB crecer¨¢ el 1,7% el a?o pr¨®ximo, cuatro d¨¦cimas menos de lo previsto anteriormente y tres d¨¦cimas menos que el pron¨®stico del Gobierno
El invierno del descontento que empez¨® con el estallido de la Gran Recesi¨®n sigue perfectamente instalado en Europa. La Comisi¨®n Europea present¨® este martes sus previsiones de oto?o, que b¨¢sicamente retrasan un a?o cualquier cosa que se parezca a una recuperaci¨®n continental. Bruselas revisa a la baja todos sus pron¨®sticos ¡ªy aun as¨ª es m¨¢s optimista que el consenso de los economistas, que ven un panorama m¨¢s sombr¨ªo¡ª y constata que el club del euro se enfrenta a un largo estancamiento e incluso atisba la que ser¨ªa su tercera recesi¨®n en seis a?os a poco que las cosas se tuerzan. La enfermedad japonesa es ya la enfermedad europea: bajo crecimiento y muy baja inflaci¨®n que complican la digesti¨®n de un empacho de deuda sensacional. Malas noticias para Espa?a, que hizo sus deberes con la promesa de una primavera econ¨®mica que no termina de llegar: tras aplicar un paquete de ajustes peliagudo, la cruda realidad es que el frenazo de Europa lastra tambi¨¦n la cada vez m¨¢s vidriosa reactivaci¨®n espa?ola.
El PIB espa?ol crecer¨¢ el 1,7% en 2015, cuatro d¨¦cimas menos de lo previsto, aunque por encima de la media europea. Eso s¨ª, con las constantes vitales muy alteradas: sin apenas creaci¨®n de empleo ¡ªel paro seguir¨¢ por encima del 23%¡ª y con una deuda p¨²blica que ya supera el 100% del PIB y no se detiene. Y con un d¨¦ficit p¨²blico que incumplir¨¢ en 2015 y 2016 los objetivos fijados por Bruselas. Todo ello, en a?o de elecciones para el presidente Rajoy, que al aluvi¨®n de casos de corrupci¨®n y a los problemas territoriales debe a?adir ahora una econom¨ªa menos briosa de lo que esperaba: Bruselas enmienda las previsiones del Ejecutivo, presentadas hace apenas unas semanas, con datos peores ¡ªo mucho peores¡ª de PIB, creaci¨®n de empleo y d¨¦ficit.
En un entorno cada vez m¨¢s d¨¦bil, Espa?a logra sacar la cabeza del agua, pero se arriesga a contagiarse de la apat¨ªa europea: la eurozona crecer¨¢ apenas el 0,8% este a?o y el 1,1% el pr¨®ximo, mucho menos de lo que se esperaba hace apenas unos meses. Los grandes pa¨ªses del euro se han parado. El club del euro cerrar¨¢ 2015 con una inflaci¨®n inferior al 1%, lo que complica la digesti¨®n de la deuda. Y el desempleo no bajar¨¢ del 10% en todo el horizonte de las previsiones, al menos hasta 2017. La crisis se eterniza, pero en Bruselas solo cambian las caras que cuentan una y otra vez la misma historia: el vicepresidente Jyrki Katainen y el comisario Pierre Moscovici reclamaron este martes a los socios europeos que sigan con las reformas, y se encomendaron al plan de inversi¨®n del presidente Jean-Claude Juncker (del que nada se sabe excepto que ser¨¢ de 300.000 millones de euros en tres a?os) para aligerar la vuelta del crecimiento y el empleo. Pero la m¨¦trica de la crisis deja a Europa en muy mal lugar: Estados Unidos, que ha sufrido la misma crisis que la UE, crece al 3%, tiene un paro del 6% y ha conseguido embridar sus cuentas p¨²blicas con pol¨ªticas menos dolorosas. Tras un lustro de austeridad y reformas, Europa sale muy mal parada de esa comparaci¨®n.
Espa?a vuelve a acumular d¨¦ficits comerciales, pese a las vanas promesas de salida de la crisis v¨ªa exportaciones
En p¨²blico, la Comisi¨®n cierra filas con sus pol¨ªticas, pese a que Alemania, Francia e Italia est¨¢n ya en mala posici¨®n. El informe presentado, sin embargo, incluye un reconocimiento expl¨ªcito del fracaso en la gesti¨®n de la eurozona: ¡°La recuperaci¨®n europea es particularmente d¨¦bil, no solo en comparaci¨®n con otras econom¨ªas avanzadas, sino con otros episodios de crisis financieras¡±. El legado de la Gran Recesi¨®n, en fin, es particularmente ¨¢spero con Europa, en parte por una gesti¨®n que los mejores economistas internacionales califican de desastrosa. Y que pese a todo no tiene visos de cambiar: Bruselas sigue presumiendo de que la pol¨ªtica fiscal en la eurozona es ¡°neutral¡± para el a?o pr¨®ximo, cuando el FMI, la OCDE, el G-20 y sobre todo el BCE reclaman claramente otra cosa.
Solo en Espa?a se ven cifras de crecimiento dignas de una recuperaci¨®n
El mensaje pol¨ªtico que desprenden las previsiones de oto?o es n¨ªtido: nada de lo que ha pedido Mario Draghi ¡ªel jefe del BCE, que reclama flexibilidad fiscal, inversi¨®n y reformas en Par¨ªs y Roma¡ª se est¨¢ haciendo de veras.
Los datos cuentan historias. Y la revisi¨®n a la baja de los pron¨®sticos la Comisi¨®n habla de un nuevo redoble de tambores, de un nuevo cap¨ªtulo de la crisis en el que la eurozona crecer¨¢ apenas el 1,1% en 2015: hace menos de medo a?o, ese pron¨®stico era del 1,7%. El recorte es dr¨¢stico para Alemania (pasa del 2% al 1,1%), Francia (del 1,5% al 0,7%) e Italia, que acabar¨¢ este a?o en recesi¨®n y el pr¨®ximo apenas crecer¨¢. Y aun as¨ª, todos esos pron¨®sticos mejoran la media del mercado, que ve en Europa los mayores problemas econ¨®micos del mundo. ¡°No hay una varita m¨¢gica para resolver todos los desaf¨ªos a los que se enfrentan la UE y la eurozona, pero la vuelta de la inversi¨®n es esencial¡±, dijo Moscovici a la prensa continental. Katainen, sin embargo, prefiri¨® poner el acento en ¡°seguir adelante con las reformas¡±. Y es Katainen, y no Moscovici, quien est¨¢ al mando del plan de inversiones europeo.
Ante esas contradicciones y con los datos en la mano, los expertos no lo ven claro. ¡°La situaci¨®n de la eurozona es extremadamente seria. Seguir hablando de reformas estructurales cuando hay un grave problema de demanda agregada es quedarse muy lejos de lo que exige esta crisis¡±, explic¨® a este diario el historiador econ¨®mico Kevin O'Rourke, del Trinity College. M¨¢s duro a¨²n fue Ken Rogoff, de Harvard: ¡°Europa tiene que encontrar urgentemente un mecanismo para resolver la divisi¨®n Norte-Sur. Lo mejor ser¨ªa activar reestructuraciones de deuda y tener una inflaci¨®n m¨¢s alta para facilitar la digesti¨®n de la deuda. Y los pa¨ªses con desempleos m¨¢s elevados, como Espa?a, deber¨ªan empezar a presionar para conseguir m¨¢s inversi¨®n¡±.
Ese sentimiento de urgencia entre la academia y en instituciones como el BCE no aparece en Bruselas. Y eso deja en un lugar complicado a Espa?a. ¡°El mayor riesgo para Espa?a es la desaceleraci¨®n de la eurozona¡±, explicaron fuentes de la Comisi¨®n. Eso no deja de ser una paradoja, tras un paquete de reformas estructurales que persegu¨ªa mejorar la competitividad internacional para conseguir una salida de la crisis v¨ªa exportaciones. Bruselas y la crisis financiera impusieron a Espa?a una devaluaci¨®n interna, pero a d¨ªa de hoy la econom¨ªa espa?ola resiste el embate de la desaceleraci¨®n europea gracias a la demanda interna.
La Comisi¨®n pone a Espa?a como ejemplo de que las reformas tienen premio: el crecimiento espa?ol supera la media europea. Pero los socios ven tambi¨¦n un paro demasiado elevado, dificultades para absorber la deuda e incluso un regreso a los viejos problemas fiscales, que nunca han acabado de desaparecer. Espa?a incumplir¨¢ de nuevo sus objetivos de d¨¦ficit, a juzgar por las previsiones. La reforma fiscal, con una rebaja de impuestos que el Ejecutivo cifra en 9.000 millones, complica la consecuci¨®n de esas metas. Esta vez, sin embargo, al Gobierno le favorece que otros pa¨ªses, como Italia y Francia, est¨¢n en la misma situaci¨®n.
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