Patinazos legales de grandes empresas innovadoras
Antes de lanzar un producto al mercado hay que estudiar la forma en que se va a proteger. Fallos de multinacionales pueden ayudar
Espa?a no es precisamente un referente mundial en innovaci¨®n. Frente a las 1.700 solicitudes de patentes internacionales?registradas en 2014, otros pa¨ªses como Jap¨®n suman m¨¢s de 44.000, seg¨²n datos de la Organizaci¨®n Mundial de la Propiedad Intelectual. De hecho, un 29,8% de los que decidieron emprender durante 2014 en Espa?a lo hicieron por necesidad, para salir de la crisis, y no porque quisieran llevar a cabo una gran idea, seg¨²n el informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM) de 2014, el principal bar¨®metro internacional sobre el emprendimiento.
A la hora de poner en marcha una empresa innovadora no solo hace falta inventiva, sino un buen equipo de asesores que dejen bien atados todos los aspectos legales relacionados con la protecci¨®n de la propiedad industrial, la confidencialidad de los trabajadores o los l¨ªmites que no deben rebasarse en las campa?as publicitarias. Cualquier error podr¨ªa costar millones de euros.
¡°Un problema frecuente en las empresas innovadoras es que sus campa?as de marketing pueden resultar exageradas al describir las virtudes de un producto¡±, comenta ?lvaro Ab¨¢igar, abogado especializado en propiedad intelectual e industrial. ¡°Se puede dar el caso de que un juez se tome muy en serio lo que se afirma en un anuncio o etiquetado y falle en contra de la marca¡±, a?ade.
Conocer los fallos legales cometidos por gigantes tecnol¨®gicos como Apple o por grandes compa?¨ªas como la juguetera Mattel pueden servir de gu¨ªa para no perder tiempo y dinero en los tribunales.
1. Un dep¨®sito de 6,5 millones por las alas de Red Bull
En 2013 el estadounidense Benjamin Careathers, un consumidor habitual de la bebida energ¨¦tica Red Bull, demand¨® a la compa?¨ªa ante un tribunal de Nueva York por publicidad enga?osa. Tras haber consumido este producto durante m¨¢s de 10 a?os, Careathers no hab¨ªa detectado ninguna mejora en su rendimiento deportivo o intelectual, en contra de lo que rezaba el eslogan publicitario de la marca: Red Bull te da alas. El demandante aleg¨® que pese a no existir ninguna evidencia cient¨ªfica de que esta bebida aportase mayores beneficios que una simple taza de caf¨¦, Red Bull intentaba convencer en sus anuncios de que proporcionaba m¨¢s energ¨ªa que cualquier otra bebida con cafe¨ªna.
Poco despu¨¦s, otros consumidores interpusieron otra demanda en California por los mismos motivos. Para evitar da?os mayores, Red Bull acord¨® indemnizar a cada consumidor con 10 d¨®lares (casi nueve euros) o un cheque regalo de productos de la marca valorado en 15 d¨®lares (unos 13 euros). Los perceptores ser¨ªan todas aquellas personas que se hubiesen sentido decepcionadas entre el 1 de enero de 2002 y el 3 de octubre de 2014. La compa?¨ªa tuvo que depositar 6,5 millones de d¨®lares (unos 5,8 millones de euros) en el tribunal para garantizar que cumplir¨ªa con el acuerdo.
¡°La moraleja en este caso est¨¢ clara: no se deben exagerar las virtudes de un producto por innovador que sea. Adem¨¢s del contenido de los anuncios, tambi¨¦n hay que vigilar lo que se dice en la web, en las redes sociales o en los envases¡±, explica el abogado ?lvaro Arb¨¢igar. ¡°De la exageraci¨®n se puede pasar a la mentira¡±, a?ade. Muchas veces las campa?as se lanzan a escala mundial y nunca se sabe c¨®mo puede reaccionar un tribunal ni qu¨¦ consecuencias econ¨®micas puede conllevar.
2. Barbies contra Bratz. Combate por la propiedad de un nuevo dise?o
Una redacci¨®n demasiado ambigua del contrato de trabajo de un empleado desemboc¨® en uno de los litigios empresariales del sector juguetero m¨¢s largo y sonado de los ¨²ltimos a?os, el caso conocido como Mattel contra Bratz. En el a?o 2001, la salida al mercado de las mu?ecas Bratz puso en jaque a Barbie, hasta ese momento l¨ªder del mercado de mu?ecas con m¨¢s de mil millones de ejemplares vendidos. Las nuevas mu?ecas, m¨¢s modernas y desinhibidas, se hicieron pronto con el ¨¦xito y acabaron con la hegemon¨ªa de la rubia de Mattel.
Cuando los ejecutivos de Mattel descubrieron qui¨¦n hab¨ªa dise?ado las Bratz, decidieron ir a los tribunales. Se trataba de un exempleado suyo, Carter Bryant, quien hab¨ªa dejado la compa?¨ªa en 2000. Antes de marcharse de Mattel, Bryant hab¨ªa presentado unos bocetos y una maqueta de la mu?eca Bratz a la empresa de juguetes MGA Entertainment. Firm¨® con ellos, se despidi¨® de Mattel y se puso a trabajar en el nuevo producto.
Mattel present¨® la demanda contra MGA por la propiedad de las mu?ecas en 2004. Comenz¨® as¨ª un litigio de a?os que acab¨® resolvi¨¦ndose en 2011, cuando, despu¨¦s de resoluciones judiciales favorables a ambas partes, el Tribunal de Apelaci¨®n del Noveno Circuito revoc¨® una sentencia previa y dio la raz¨®n a MGA. El tribunal consider¨® que el contrato de trabajo de Carter era demasiado ambiguo y que no estaba claro que cediese a Mattel todas las ideas sobre las que trabajaba, entre otras cosas, porque las pod¨ªa haber hecho en su tiempo libre o durante el fin de semana. Mattel tuvo que pagar unos 225 millones de euros por ¡°falsa demanda¡±, seg¨²n dictamin¨® un juez de California.
¡°La falta de atenci¨®n al contrato de un dise?ador de mu?ecas dio lugar a una serie de litigios por cientos de millones de d¨®lares¡±, apunta el abogado ?lvaro Arb¨¢igar. ¡°Desde el minuto cero tiene que quedar bien claro en el contrato a qui¨¦n pertenecen las ideas de los creadores¡±.
3. Primero la patente, luego la presentaci¨®n p¨²blica del producto
La presentaci¨®n de Steve Jobs del primer iPhone en enero de 2007 marc¨® un antes y un despu¨¦s en el mundo de los terminales m¨®viles. El dispositivo revolucion¨® la industria y mostr¨® el camino a seguir para el resto de fabricantes. Jobs logr¨® el factor sorpresa que buscaba. Sin embargo, los responsables jur¨ªdicos de la compa?¨ªa no previeron los problemas que tendr¨ªan fuera de Estados Unidos por no haber solicitado antes las patentes. ¡°En la mayor¨ªa de pa¨ªses uno de los requisitos para poder patentar es que no se haya publicado nada previamente acerca de esa invenci¨®n. En Estados Unidos s¨ª que disponen de 12 meses entre la presentaci¨®n del producto y la solictud de patente¡±, recalca Fernando Armend¨¢riz, abogado especizalizado en derecho internacional y contrataci¨®n.
Una de las consecuencias de ese ¡°descuido¡± fue que otras marcas copiaron el llamado ¡°efecto rebote¡± del iPhone (salto al llegar al final de una lista o documento haciendo scrolling) y en pa¨ªses como Alemania los abogados de esas compa?¨ªas alegaron en los tribunales que Apple hab¨ªa solicitado la patente meses despu¨¦s de la presentaci¨®n p¨²blica del iPhone. ¡°Contar con un buen departamento jur¨ªdico es esencial. Vale la pena restrasar el lanzamiento de un producto y hacerlo cuando todos los aspectos legales est¨¢n cerrados¡±, indica Armend¨¢riz.
Otro de los problemas frecuentes es el resgistro del nombre de las marcas. ¡°Adem¨¢s de iPhone y iPad, existen Ifone y IPAD¡±, cuenta Armend¨¢riz. Los dos primeros son de sobra conocidos y pertenecen a la estadounidense Apple. Los dos segundos ya estaban registrados como marcas en M¨¦xico y China, respectivamente, antes de que el gigante de la manzana los acu?ase.
Antes de escoger el nombre definitivo de una marca, webs como Tmview?pueden ayudar a la empresa a hacer b¨²squedas en diferentes pa¨ªses.
Estos ejemplos fueron expuestos por los abogados ?lvaro Ab¨¢igar y Fernando Armend¨¢riz?durante una ponencia en el evento de emprendedores Pamplona Innovation Week, celebrado el pasado septiembre.
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