Sospechoso deflactor chino
La coyuntura es una patada a seguir pero la realidad no puede ocultarse siempre
Pareciera que desde China se quisiera calmar a los mercados a base de amasar el PIB real con harina de inflaci¨®n. Traspasar la volatilidad de la actividad a los precios, como si as¨ª todo fuera m¨¢s cre¨ªble. La variaci¨®n anualizada del PIB del tercer trimestre ha sido del 6,9%, lo que implica una desaceleraci¨®n respecto al trimestre anterior (7%) pero un dato mejor de lo esperado. No obstante, el PIB en t¨¦rminos nominales si cae, hasta el 6,2% desde el 7,1% del trimestre anterior. Es, por lo tanto, una supuesta menor inflaci¨®n y no la actividad lo que explica el ¡°sorprendente¡± dato de PIB real. El deflactor que transforma el agregado nominal en el de precios constantes lleva subiendo y bajando como un yoy¨® varios trimestres, lo que no ha dejado de levantar sospechas sobre las estad¨ªsticas.
Para acabar de rematar la faena informativa, las autoridades chinas aseguran que estos datos apuntan, no ya a una recuperaci¨®n, sino a un rebote de la econom¨ªa. La crudeza de los datos estructurales pone esta ros¨¢cea visi¨®n en duda. El sector industrial apenas avanza un 0,3% interanual y evidencia una m¨¢s que considerable sobrecapacidad cuya correcci¨®n no puede ser sencilla ni agradable. El sector servicios es el que mantiene el tir¨®n, con un avance anualizado del 10,8% (aunque inferior al 12,2% del trimestre precedente). En todo caso, habr¨¢ que observar su composici¨®n porque en los ¨²ltimos tiempos vienen siendo elementos ocasionales m¨¢s que estructurales los que hacen crecer a este sector. Por ejemplo, recientemente, ha sido la intermediaci¨®n financiera (por extraordinarias comisiones en servicios de brokerage) la que explic¨® la pujanza de buena parte de los servicios.
Tambi¨¦n vienen hablando las autoridades del pa¨ªs de que parte de la ¡°recuperaci¨®n¡± vendr¨¢ explicada por la construcci¨®n. Sin embargo, los principales analistas sobre el terreno indican que bastante habr¨¢ con absorber parte del stock de vivienda actual antes de que se produzca un pinchazo de la burbuja inmobiliaria. La coyuntura china es una patada a seguir, pero la realidad estructural no puede ocultarse eternamente. Con esos componentes industriales y sobrecapacidad, es dif¨ªcil creer que el desempleo no est¨¦ aumentando de forma significativa y que eso no implique m¨¢s tensiones de tipo social de las que probablemente seamos testigos m¨¢s pronto que tarde, aunque parezca algo inusitado en China.
El componente monetario puede acelerar a¨²n m¨¢s ese esclarecimiento de la realidad macroecon¨®mica. A¨²n parecen ser mayor¨ªa los analistas e inversores que esperan que Estados Unidos suba tipos este mismo a?o lo que puede desequilibrar a¨²n m¨¢s la situaci¨®n financiera asi¨¢tica. Tan s¨®lo en septiembre, la autoridad monetaria china vendi¨® m¨¢s de 43.000 millones de d¨®lares para tratar de apoyar al yuan pero este mecanismo no es eterno y s¨®lo est¨¢ surtiendo efectos transitorios.
Este desajuste de divisas es extensible a un n¨²mero considerable de econom¨ªas emergentes. China tiene un importante efecto ¡°arrastre¡± negativo pero cada cual cuenta con debilidades propias. Los principales efectos para el viejo mundo, en 2016.
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