¡°El sector p¨²blico en Espa?a est¨¢ poco auditado¡±
Mario Alonso (Badajoz, 1960) es desde julio de 2013 el presidente del Instituto de Censores Jurados de Cuentas (ICJCE). Esta organizaci¨®n cuenta con 5.200 miembros y representa los intereses de los auditores espa?oles. Alonso tiene ante s¨ª un desaf¨ªo importante: presionar para que se reconduzca la nueva Ley de Auditor¨ªa, con la que el sector no est¨¢ nada de acuerdo.
¡°Es una ley no consensuada y de muy dif¨ªcil comprensi¨®n lo que generar¨¢ problemas de seguridad jur¨ªdica¡±, advierte Alonso. El nuevo marco normativo para los auditores no entrar¨¢ en vigor hasta el 17 de junio de 2016, aunque algunas diposiciones son efectivas desde el 1 de enero. ¡°Nuestra esperanza es que el reglamento que desarrolle la ley reduzca esa inseguridad jur¨ªdica y los problemas t¨¦cnicos que hay en ella¡±. El presidente del ICJCE, sin embargo, es consciente de que un Parlamento tan fragmentado como el que ha quedado tras las elecciones generales ¡°complica¡± ese trabajo.
La Ley de Auditor¨ªa, que sali¨® adelante solo con los votos del Partido Popular sin tener en cuenta las numerosas enmiendas que presentaron los partidos de la oposici¨®n, ampl¨ªa el contenido del informe de auditor¨ªa para entidades que no son consideradas de inter¨¦s p¨²blico (b¨¢sicamente, los grupos familiares no cotizados). En opini¨®n del ICJCE, esta decisi¨®n ¡°generar¨¢ un notable sobrecoste¡± con respecto a la Uni¨®n Europea. ¡°Es un criterio innecesario que va a causar muchos problemas tanto para los auditores como para los usuarios¡±.
Incompatibilidades
El texto aprobado por el Gobierno tambi¨¦n incrementa y endurece el r¨¦gimen de incompatibilidades para poder ser auditor de cuentas de una compa?¨ªa. El sector considera que es un r¨¦gimen de independencia ¡°casi imposible de entender y de aplicar¡±. Y denuncia que supone una vuelta de tuerca m¨¢s a la burocracia del sistema. ¡°La diferencia entre el veneno y la medicina solo est¨¢ en la dosis¡±, ironiza Alonso.
La ley tambi¨¦n fija las funciones del Instituto de Contabilidad y Auditor¨ªa de Cuentas (ICAC), dependiente de Econom¨ªa, as¨ª como su funcionamiento. Desde la patronal de los auditores creen que es un contrasentido que en la composici¨®n de uno los principales ¨®rganos del ICAC, el Comit¨¦ de Auditor¨ªa de Cuentas, no puedan estar aquellos auditores en ejercicio. ¡°Se van a dar cuenta que es un error may¨²sculo. No es l¨®gico que se renuncie a esa p¨¦rdida de conocimiento en un comit¨¦ consultivo¡±.
¡°El sistema de supervisi¨®n actual no es independiente del poder pol¨ªtico¡±
La industria de las auditoras funciona bajo un modelo oligopol¨ªstico, sobre todo en lo que se refiere a la revisi¨®n de las cuentas de las grandes empresas. En Espa?a, por ejemplo, todos los informes de auditor¨ªa de las compa?¨ªas del Ibex 35 en 2014 se los repartieron las denominadas big four: Deloitte, PwC, KPMG y EY. Adem¨¢s de esta falta de competencia, muchas compa?¨ªas llevan dos o incluso m¨¢s d¨¦cadas trabajando con el con el mismo auditor, circunstancia que podr¨ªa erosionar la independencia del censor de cuentas. Por este motivo, el legislador ha fijado un periodo contractual m¨ªnimo de tres a?os y m¨¢ximo de diez.
¡°Un mecanismo para evitar la excesiva concentraci¨®n no es tanto introducir una mayor rotaci¨®n como facilitar los trabajos de coauditor¨ªa. Es un sistema que funciona muy bien en otros pa¨ªses y que en Espa?a su desarrollo es muy t¨ªmido¡±, seg¨²n Alonso. ¡°Adem¨¢s, si lo que se quiere es introducir mayor competencia, no tiene sentido el exceso normativo actual, ya que hace la vida m¨¢s dif¨ªcil a las peque?as firmas de auditor¨ªa¡±, a?ade Alonso, que sabe bien de lo que habla puesto que preside Auren, una firma de tama?o medio que debe competir con las big four.
El trabajo del auditor en complejo ya que se trata de examinar a un cliente que te paga por ese servicio. La delgada l¨ªnea roja que separa la ¨¦tica profesional del conflicto de inter¨¦s se estrecha todav¨ªa m¨¢s cuando, como viene ocurriendo en los ¨²ltimos a?os, los ingresos de los auditores por servicios ajenos al escrutinio de las cuentas (asesoramiento fiscal, consultor¨ªa y formaci¨®n) son cada vez m¨¢s importantes en la minuta total. En este sentido, la nueva ley dice que trabajos como los servicios de abogac¨ªa, el asesoramiento en procesos de control interno y auditor¨ªa interna, o labores de contabilidad o valoraci¨®n, son incompatibles con el concepto de independencia. Adem¨¢s, si un solo cliente aporta durante tres ejercicios consecutivos el 15% de los ingresos totales de un auditor, ¨¦ste deber¨¢ abstenerse de auditor sus cuentas al siguiente a?o. ¡°Hay firmas de auditor¨ªa que, debido a este duro r¨¦gimen de incompatibilidades, ya se est¨¢n planteando que quiz¨¢s les conviene m¨¢s ofrecer servicios distintos a los de auditor¨ªa¡±, indica Alonso.
A pesar del proceso deflacionista abierto en la mayor parte de los sectores econ¨®micos como consecuencia de la crisis, la facturaci¨®n de los auditores no ha parado de crecer en los ¨²ltimos a?os. En 2014 las empresas del Ibex afrontaron gastos de auditor¨ªa y otros servicios por valor de 499 millones de euros. Desde 2008, la minuta de las big four a las grandes cotizadas espa?olas pr¨¢cticamente se ha multiplicado por dos. ¡°El precio por hora trabajada de un auditor en Espa?a est¨¢ en torno a los 68 euros, muy inferior al de otros pa¨ªses europeos. Esto se debe a la total transparencia de los honorarios que permite hacer ofertas a la baja de los competidores¡±.
¡°El informe binario de los auditores debe superarse y ser m¨¢s cualitativo¡±
Peticiones de futuro
El presidente del ICJCE subraya que los pol¨ªticos deben tomar una decisi¨®n sobre las cuentas p¨²blicas. ¡°El sector p¨²blico representa el 45% del PIB espa?ol y mientras el sector privado est¨¢ auditado razonablemente, las corporaciones p¨²blicas est¨¢n claramente infrauditadas¡±. Alonso pone como ejemplo Andaluc¨ªa, donde en 2013, ¨²ltimos datos oficiales, solo el 19% de las corporaciones locales hab¨ªa rendido cuentas en plazo. ¡°En Navarra funciona con ¨¦xito un modelo mixto donde los organismos p¨²blicos se apoyan en auditores privados. Eso les permite auditar anualmente todos los ayuntamientos de m¨¢s de 9.000 habitantes¡±. Los auditores tambi¨¦n piden que se modifique el actual modelo de supervisi¨®n ya que bajo el actual, el ICAC no es independiente del poder pol¨ªtico. ¡°El presidente de esta instituci¨®n debe de ser nombrado por el Parlamento¡±.
En cuanto a por d¨®nde debe ir la auditor¨ªa del futuro, Alonso cree que hay un exceso de informaci¨®n en las cuentas y poco conocimiento. ¡°Hay que ir m¨¢s a la esencia, para que nuestro trabajo aporte valor en la toma de decisiones¡±. Tambi¨¦n cree clave reforzar la informaci¨®n no financiera: riesgos, sostenibilidad, gobierno corporativo. ¡°El informe binario de los auditores, donde o todo est¨¢ bien o mal, debe superarse para ser m¨¢s cualitatitivo y descriptivo¡±. Otro reto es subirse al carro de las nuevas tecnolog¨ªas. ¡°Los auditores nos hemos basado en muestras. Ahora el Big Data nos permite analizar el 100% de las transacciones¡±. Asimismo, clama contra el exceso de regulaci¨®n: ¡°Los pilares de la auditor¨ªa no est¨¢n en las normas, sino en la independencia, la ¨¦tica profesional y la formaci¨®n¡±.
Cada a?o estalla alguna mina ¡ªAbengoa es el ¨²ltimo caso¡ª, pero Alonso defiende el valor de su profesi¨®n: ¡°Los auditores tienen mucho futuro en un mundo donde la econom¨ªa se hace m¨¢s compleja y los negocios m¨¢s sofisticados¡±.
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