Por qu¨¦ el consenso es posible

Si se llegasen a convocar nuevas elecciones generales, ser¨ªa una clara manifestaci¨®n del fracaso de la pol¨ªtica, tanto de la "vieja" como de la "nueva". Sin embargo, mi pron¨®stico es que no las habr¨¢ y que acabaremos viendo un acuerdo amplio para una nueva legislatura de cambio. Una legislatura probablemente corta, pero intensamente reformista. Ese pron¨®stico est¨¢ apoyado en el hecho de que los espa?oles han votado el 20-D unos resultados que favorecen el acuerdo. Pero siempre y cuando se elijan bien las cuestiones sobre las que es posible el consenso. Veamos por qu¨¦.

Hag¨¢monos una pregunta. ?En qu¨¦ circunstancias un l¨ªder y un partido estar¨¢n m¨¢s predispuestos a acordar ciertas cuestiones con sus rivales? ?Cuando tienen una amplia mayor¨ªa y la certeza de que la mantendr¨¢n en el futuro, o cuando no? La respuesta es clara: cuando est¨¦n en una situaci¨®n de relativa debilidad y tengan incertidumbre sobre su poder pol¨ªtico institucional en el futuro. A sensu contrario, la evidencia es clara. En la legislatura que acaba y en anteriores, el PP ha tenido mayor¨ªas absolutas. Y ha mostrado escasa proclividad a acuerdos para reformas pol¨ªticas. Es ahora, en situaci¨®n de debilidad, cuando la manifiesta. Lo mismo ha sucedido con el PSOE. De ah¨ª que, contrariamente a lo que se piensa, Gobiernos fuertes (en el sentido de mayor¨ªas absolutas) no sean Gobiernos reformistas. Ponen por delante sus preferencias de partido sobre las del conjunto de la sociedad.

No hay por qu¨¦ acusarlos. Su comportamiento es racional. Las personas hacemos lo mismo. Es la incertidumbre sobre nuestra situaci¨®n futura la que determina nuestras preferencias. Si estamos seguros de que en el futuro tendremos empleo, que podremos afrontar con nuestros recursos cualquier enfermedad y la jubilaci¨®n, o que nuestros hijos tendr¨¢n una educaci¨®n privada adecuada para garantizar sus oportunidades, entonces seremos poco favorables a pagar impuestos y cotizaciones sociales para financiar los servicios p¨²blicos de sanidad, educaci¨®n, paro y otros servicios sociales.

Es la incertidumbre sobre nuestro futuro lo que nos hace favorables a acuerdos sociales que cubran esos riesgos. La incertidumbre es como una densa neblina que no nos deja ver lo que hay delante de nosotros y nos hace sensatos. Es como cuando vamos conduciendo por una carretera y nos encontramos con una intensa niebla. A esa niebla los economistas y polit¨®logos la llaman velo de ignorancia. Nos hace m¨¢s racionales y altruistas (o ego¨ªstas consecuentes) y favorables al acuerdo social en beneficio de todos.

Los resultados del 20-D son como un velo de ignorancia para todos los partidos. Les impide ver cu¨¢l ser¨¢ su situaci¨®n en el futuro. Eso les hace m¨¢s proclives al acuerdo. De ah¨ª que los resultados del 20-D, al haber incorporado al proceso pol¨ªtico las preferencias de los perdedores de la crisis y la austeridad, sean una bendici¨®n para el cambio pol¨ªtico.

Ahora bien, el asunto esencial es elegir bien las cuestiones que favorecen el consenso y descartar las que lo dificultan. El acuerdo es m¨¢s probable cuando afecta a cuestiones de largo plazo, aquellas que afectan a las reglas de funcionamiento de la pol¨ªtica. Reglas que cuando son acordadas por consenso mejoran la productividad de la econom¨ªa y aumentan el bienestar social. Esta debe ser una legislatura orientada a los procedimientos, no a los resultados. Esos resultados ¡ªya sean de las pol¨ªticas laborales, fiscales o de gasto¡ª se aceptar¨¢n si hay acuerdo sobre los procedimientos. De lo contrario, todos cuestionar¨¢n la legitimidad de las pol¨ªticas de los rivales.

?Cu¨¢les son esas cuestiones que favorecen el acuerdo? Es algo que tendr¨¢n que decidir los l¨ªderes pol¨ªticos. Pero algunas son m¨¢s factibles que otras. Una nueva regla electoral que permita recoger mejor las preferencias del conjunto de ciudadanos, sin penalizar a unos en beneficio de otros. Un cambio en el ordenamiento legal que permita abordar el problema catal¨¢n. Y, por extensi¨®n, el problema de la financiaci¨®n suficiente y en condiciones de igualdad para el acceso a los servicios p¨²blicos fundamentales que prestan las comunidades aut¨®nomas (sanidad, educaci¨®n, servicios sociales). As¨ª como la reforma del Senado que lo convierta en un verdadera c¨¢mara territorial que proteja las competencias auton¨®micas de los arrebatos ocasionales del Gobierno central y sus ministros. Un acuerdo para la profesionalizaci¨®n e independencia de las instituciones, Administraciones y organismos p¨²blicos de forma que evite su patrimonializaci¨®n por los partidos y la corrupci¨®n pol¨ªtica. O una posici¨®n com¨²n sobre la UE y la eurozona, cuyas decisiones tanta influencia tienen sobre la econom¨ªa y el bienestar de los ciudadanos.

Para ello es necesario un acuerdo de gobierno que desde el inicio de la legislatura convoque la comisi¨®n constitucional para que en un plazo razonable, de dos o tres a?os, se pueda convocar un refer¨¦ndum en Espa?a sobre el cambio en toda Espa?a y otro espec¨ªfico para Catalu?a. El velo de ignorancia que introdujeron las elecciones del 20-D favorece esta legislatura del cambio, corta pero intensa. Y a partir de ah¨ª, vuelta a la pol¨ªtica de partido.

Ant¨®n Costas es catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Universidad de Barcelona.