Sobrerreacci¨®n de los mercados financieros
Los fundamentos econ¨®micos de las empresas, familias y bancos son m¨¢s s¨®lidos que en 2007
Los indicadores espa?oles m¨¢s importantes de la semana han sido el IPC de enero y el IPI y las compraventas de viviendas de diciembre. Pero todo el inter¨¦s y la preocupaci¨®n est¨¢n puestos en los mercados internacionales, sobre todo en las Bolsas, que contin¨²an corrigiendo a la baja y acumulan p¨¦rdidas hist¨®ricas en el espacio de unos dos meses desde que se inici¨® el proceso. Hay muchos motivos para explicar este comportamiento, pero tambi¨¦n parece que estamos ante una sobrerreacci¨®n de estos mercados. Podr¨ªamos decir que se est¨¢n pinchando muchas burbujas creadas al calor de la enorme liquidez proporcionada por los bancos centrales en todo el mundo y de unas expectativas de crecimiento mundial que no se est¨¢n cumpliendo, que era la condici¨®n para que las cotizaciones alcanzadas en los mercados fueran sostenibles a medio y largo plazo. Los bancos centrales han utilizado medicamentos nuevos que, por motivos obvios, no hab¨ªan sido testados antes. Adem¨¢s, las dosis administradas son de caballo m¨¢s que de seres humanos.
Producci¨®n industrial
El dato de producci¨®n industrial de diciembre no fue particularmente bueno, al caer un 0,2% sobre el mes anterior. Como viene sucediendo desde agosto, la ca¨ªda se concentr¨® en el componente de energ¨ªa, ya que la producci¨®n manufacturera aument¨® un 0,2%. Tomando medias trimestrales, la producci¨®n del cuarto trimestre aument¨® un modesto 1,9% en tasa anualizada sobre el trimestre anterior; si bien, dicha tasa se eleva hasta el 5,5% para los sectores de manufacturas. En el a?o, la producci¨®n aument¨® un 3,3% respecto al a?o anterior para todo el sector y un 4% para las manufacturas. Las perspectivas para los primeros meses de 2016 son positivas. As¨ª, el PMI de enero aument¨® 3 puntos respecto a la media del cuarto trimestre de 2015. Tambi¨¦n se mantuvo en enero un buen ritmo de crecimiento de los afiliados al sector (gr¨¢fico inferior derecho).
En este contexto, cualquier evento con dimensi¨®n puede provocar reacciones graves como las que estamos viendo.
Motivos no faltan: uno de los motores del crecimiento mundial y el primer demandante de materias primas, la econom¨ªa china, parece griparse; ello y el exceso de oferta de tales productos y energ¨ªa creado al calor de unos precios altos han provocado el hundimiento de sus cotizaciones, arrastrando a los pa¨ªses y compa?¨ªas productoras; la ca¨ªda de la inversi¨®n en el sector de la energ¨ªa ha afectado al crecimiento de EE UU; el inicio de la normalizaci¨®n de la pol¨ªtica monetaria en ese pa¨ªs tambi¨¦n ha contribuido al repliegue de los capitales desde mercados emergentes y activos de riesgo hacia posiciones m¨¢s seguras en pa¨ªses desarrollados, contribuyendo a depreciar muchas monedas y a que las pol¨ªticas monetarias hayan tenido que endurecerse en dichos pa¨ªses; como todo queda al descubierto cuando baja la marea, ahora se ve que el saneamiento de los bancos en algunos pa¨ªses europeos no ha sido completo, lo que se agrava al publicar unas cuentas de resultados decepcionantes a causa del estrechamiento de sus m¨¢rgenes en un contexto de tipos de inter¨¦s bajos y de unas mayores exigencias de capital. Por otro lado, los mercados s¨®lo ven las consecuencias negativas de todo esto y no los efectos positivos que la bajada de los precios de la energ¨ªa tiene en los pa¨ªses dependientes, como es el caso de Europa.
La cuesti¨®n es si estas sacudidas en los mercados est¨¢n anunciando o pueden desencadenar una nueva recesi¨®n global, que es lo que descuentan los mercados. Las incertidumbres son muchas, pero los fundamentos econ¨®micos y financieros de las familias, empresas e incluso de las entidades financieras son m¨¢s s¨®lidos que en 2007. No hay condiciones para que se propague el fuego. Eso s¨ª, es probable que la econom¨ªa mundial atraviese una fase de desaceleraci¨®n m¨¢s aguda de lo previsto. En cuanto a Espa?a, su econom¨ªa est¨¢ en aguas m¨¢s resguardadas y con fundamentos m¨¢s s¨®lidos que en 2007, a falta de dar soluci¨®n al actual impasse pol¨ªtico.
La inflaci¨®n baj¨® en enero tres d¨¦cimas porcentuales, hasta el -0,3%, dos d¨¦cimas porcentuales menos de lo previsto. La desviaci¨®n fue debida a una fuerte y err¨¢tica ca¨ªda de los precios de la electricidad provocada por la menor demanda y esta, a su vez, por las temperaturas m¨¢s altas de lo normal. La inflaci¨®n subyacente, en cambio, se mantuvo en el 0,9%. Las previsiones, inciertas por la volatilidad del precio del petr¨®leo, apuntan a que se mantengan las tasas negativas hasta agosto, repuntando para acabar el a?o en el 0,6%. La media anual ser¨ªa de -0,3% para la inflaci¨®n total y del 0,9% para la subyacente.
?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorro (Funcas).
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