Veinte economistas contra la multa de Bruselas
Expertos de tendencias y nacionalidades diversas coinciden en que imponer ahora m¨¢s austeridad a Espa?a y Portugal resultar¨ªa contraproducente
El Pacto de Estabilidad se ha violado en 165 ocasiones en los tres ¨²ltimos lustros, seg¨²n un prestigioso think tank alem¨¢n. Francia ha incumplido a menudo los objetivos de d¨¦ficit: en 12 ocasiones (pero ¡°Francia es Francia¡±, seg¨²n el jefe de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker). Alemania, siete veces ¡ªuna sola vez menos que Espa?a¡ª, pero evit¨® las multas por el expeditivo m¨¦todo de cambiar las reglas cuando le convino. Espa?a y Portugal estrenar¨¢n la semana pr¨®xima el estigmatizador cap¨ªtulo de las sanciones: la multa ser¨¢ m¨ªnima, puede que incluso nula, pero se congelar¨¢n 1.100 millones en fondos europeos y se estrechar¨¢ la vigilancia sobre la pol¨ªtica fiscal espa?ola, de nuevo bajo tutela de la UE.
Espa?a incumpli¨® porque quiso (elev¨® el gasto y baj¨® los impuestos cuando no hab¨ªa margen) las metas de d¨¦ficit de 2015, eso es impepinable. Veinte expertos internacionales consultados por EL PA?S, sin embargo, cargan contra la posibilidad de que Bruselas apriete el bot¨®n nuclear de las sanciones e imponga m¨¢s austeridad. Por las m¨¢s diversas razones, los economistas consultados ¡ªkeynesianos y liberales, norteamericanos y europeos, de pa¨ªses acreedores y deudores¡ª subrayan que una multa ser¨ªa contraproducente en la tesitura actual, con un ramillete de riesgos econ¨®micos y pol¨ªticos al acecho.
Peter Bofinger, Consejo Alem¨¢n de Expertos Econ¨®micos. ¡°La austeridad fiscal severa aplicada entre 2011 y 2013 llev¨® a la recesi¨®n a Portugal y Espa?a. Despu¨¦s, incumplir el pacto era lo adecuado: junto con las medidas del BCE, permiti¨® la recuperaci¨®n. El ejemplo de Grecia muestra los efectos devastadores de aplicar recortes a cualquier precio¡±, dice uno de los sabios que asesoran a la canciller Merkel. ¡°Los d¨¦ficit de Espa?a y Portugal no son mucho m¨¢s elevados que los de econom¨ªas avanzadas como EE UU, Reino Unido, Jap¨®n o Francia. Nadie ha sancionado a esos pa¨ªses por hacer lo adecuado en el entorno econ¨®mico actual. Las multas ser¨ªan una se?al pol¨ªtica completamente equivocada, pero tambi¨¦n un error econ¨®mico may¨²sculo¡±.
Charles Wyplosz, Graduate Institute. ¡°Las sanciones son el equivalente a una bomba at¨®mica: un arma de disuasi¨®n que nunca debe usarse. El problema es que en la Comisi¨®n ya no hay economistas: esperemos que la pl¨¦yade de abogados y diplom¨¢ticos de Bruselas encuentre una forma inteligente de esquivar este absurdo con dos pa¨ªses que han hecho grandes progresos¡±.
A favor del castigo
¡°No podemos estirar m¨¢s las reglas sin crear graves problemas a Alemania. Y si tuvi¨¦ramos que estirar de nuevo, las ayudas a los bancos italianos estar¨ªan en lo m¨¢s alto de la lista. Las sanciones tienen un coste econ¨®mico y pol¨ªtico, pero el coste de degradar por completo la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria ser¨ªa mayor¡±. As¨ª se expresa uno de los asesores de Fran?ois Hollande en el El¨ªseo, que prefiere resguardarse en el anonimato: la prioridad de Francia es Italia, no Espa?a.
Entre los economistas consultados hay varios alemanes partidarios de las multas. Jurgen Donges, de Colonia, no duda de que Espa?a ¡°ha hecho esfuerzos¡±, pero conmina a la Comisi¨®n a hacer cumplir las reglas. ¡°Las continuas infracciones son una de las causas del euroescepticismo en Alemania, Holanda, Austria y Finlandia¡±. Ansgar Belke, de Essen, cree que las sanciones ¡°son apropiadas¡±, pero critica a Bruselas: ¡°Espa?a baj¨® impuestos cuando no deb¨ªa y Portugal aplica medidas expansivas sin dinero para financiarlas. Pero Italia est¨¢ a punto de circunvalar las reglas de ayudas a los bancos, y Francia ha violado repetidamente las reglas fiscales: los d¨¦biles se llevan los palos y los grandes siguen adelante sin un rasgu?o¡±. El influyente Hans-Werner Sinn, exdirector del IFO alem¨¢n, declara que las reglas fiscales europeas ¡°son la contraprestaci¨®n de los rescates del Mede y de las medidas del BCE para proteger al contribuyente europeo¡±. Sinn aboga por importar el sistema de Estados Unidos: ¡°No hay restricciones al endeudamiento, no hay multas, no hay rescates: es el mercado quien castiga. Trasladado a Europa, eso har¨ªa innecesario el procedimiento por d¨¦ficit excesivo¡±.
Carmen Reinhart, Harvard. ¡°No puedo imaginar un timing m¨¢s equivocado. El Brexit es una se?al global de divisi¨®n en la UE; las sanciones ser¨ªan una segunda se?al. Empeorar¨¢n las condiciones econ¨®micas, y pol¨ªticamente son combustible de primera para una situaci¨®n que se pone fea¡±.
Paul De Grauwe, London School. ¡°No recuerdo un grado de estupidez econ¨®mica semejante. La Comisi¨®n aplica una y otra vez reglas que han dejado heridas a millones de personas; tiende a convertirse en inexplicable aliado de las fuerzas antieuropeas¡±.
Wolfgang M¨¹nchau, Eurointelligence. ¡°La ¨²nica raz¨®n por la que seguimos con esta charada es que la Comisi¨®n ha perdido credibilidad y no sabe c¨®mo recuperarla. Y ha encontrado dos pobres diablos, Espa?a y Portugal, frente al poder¨ªo de Alemania y Francia, con quienes nunca se atrever¨ªa¡±.
Alberto Alesina, Harvard. ¡°Yo no impondr¨ªa sanciones. La recesi¨®n hubiera sido menos intensa con ajuste del gasto; para eso habr¨ªa que reformar la gobernanza econ¨®mica de forma fulminante¡±.
Bary Eichengreen, historiador de Berkeley. ¡°Sancionar y forzar alzas de impuestos y recortes de gasto condena a Espa?a y Portugal a un periodo de bajo crecimiento, y por tanto a un d¨¦ficit a¨²n m¨¢s resistente a bajar¡±.
Mark Blyth, profesor de Brown. ¡°Bruselas quiere lanzar un mensaje de dureza tras el Brexit. Se equivoca de plano: cuidado con los efectos secundarios, euroescepticismo y sacudidas econ¨®mico-financieras. El super¨¢vit comercial alem¨¢n est¨¢ en m¨¢ximos y viola todas las reglas: ?Por qu¨¦ no hay multa en Berl¨ªn?¡±.
?ngel Gurr¨ªa, OCDE. ¡°La ¨²ltima cosa que Europa necesita en este momento son las sanciones, que crear¨¢n m¨¢s divisi¨®n. Europa necesita flexibilidad, no multas¡±.
Alessandro Leipold, ex del FMI. ¡°El pacto deber¨ªa aplicarse de manera inteligente; las sanciones nunca son inteligentes, a¨²n menos con la actual situaci¨®n econ¨®mica. Todo el proceso es entre desafortunado y lamentable¡±.
Philippe Legrain, exasesor de la Comisi¨®n. ¡°Pol¨ªticamente es incendiario, y no hay justificaci¨®n econ¨®mica para la multa, ni para un mayor ajuste fiscal: en un momento de tipos de inter¨¦s negativos, paro elevado y d¨¦ficit de demanda, los Gobiernos deber¨ªan invertir. Pero los que quieren no pueden, y los que pueden no quieren. Esperemos que Berl¨ªn se lo piense dos veces¡±.
Kevin O¡¯Rourke, Oxford. ¡°La Comisi¨®n est¨¢ secuestrada por intereses antieuropeos. No hay otra explicaci¨®n racional para un movimiento tan est¨²pido¡±.
Guntram Wolff, Bruegel. ¡°Espa?a y Portugal han hecho esfuerzos sustanciales: la multa enviar¨ªa el mensaje equivocado. Bruselas no tiene otro remedio: todo est¨¢ en manos del Consejo. Hay que volver a reformar las reglas¡±.
Desmond Lachman, American Enterprise Institute. ¡°Con la incertidumbre actual no tiene sentido aplicar las reglas ciegamente: ni las normas fiscales con Espa?a, ni las bancarias con Italia, ni las de inmigraci¨®n con Reino Unido. No estoy seguro de que Bruselas sea consciente del grave riesgo de desintegraci¨®n de la UE¡±.
Jacob Kirkegaard, Peterson Institute. ¡°A pesar del alto paro, el ajuste de Espa?a cuenta una historia de relativo ¨¦xito en la eurozona. No merece la sanci¨®n: lo absurdo es que el riesgo est¨¢ ah¨ª para que nadie acuse a la Comisi¨®n de actuar contra los pa¨ªses peque?os como Portugal, que s¨ª la merece porque ha revertido parte del ajuste y las reformas¡±.
Simon Tilford, Center for European Reform. ¡°A Bruselas le gustaba decir que Espa?a era el alumno mod¨¦lico: pero si crece es justamente porque resisti¨® con sensatez las presiones para aprobar una nueva ronda de austeridad. Es preocupante ese dogmatismo de Bruselas con las sanciones¡±.
Francesco Papadia, exdirector del BCE. ¡°La Comisi¨®n trata de equilibrar necesidades contradictorias: hay que respetar las reglas, pero hay que interpretarlas de la forma m¨¢s flexible. No s¨¦ c¨®mo demonios se puede tomar una decisi¨®n as¨ª¡±.
Jorg Bibow, Skidmore. ¡°La austeridad a rajatabla de 2011 y 2012 fue contraproducente. La austeridad algo m¨¢s suave explica la recuperaci¨®n fr¨¢gil y desigual. Bruselas parece dispuesta a arriesgar una vez m¨¢s esa reactivaci¨®n por hacer cumplir la locura de un Maastricht fallido. Espa?a y Portugal son las v¨ªctimas propiciatorias. Decisiones as¨ª llevan el proyecto europeo al naufragio¡±.
Lorenzo Codogno, exdirector del Tesoro italiano. ¡°La Comisi¨®n tiene la obligaci¨®n de aplicar las reglas. Estrictamente. Pero los l¨ªderes pol¨ªticos tienen la obligaci¨®n de encontrar la manera de que Espa?a goce de cierto tiempo extra para ajustarse, preservando la validez de las normas¡±.
Federico Santi, Eurasia. ¡°Las sanciones pueden elevar los riesgos pol¨ªticos en ambos pa¨ªses¡±.
Lisboa dice que la sanci¨®n ser¨¢ perjudicial
Portugal ha remitido a Bruselas sus argumentaciones para evitar una multa por incumplir el d¨¦ficit. Embarcado en el mismo proceso de amenaza de sanciones que Espa?a, el Ejecutivo luso ha alegado que ¡°imponer multas a un pa¨ªs que est¨¢ implementando una exigente senda de reducci¨®n del d¨¦ficit es desproporcionado¡±. El ministro de Finanzas, M¨¢rio Centeno, afirma en la misiva que ¡°castigar por el pasado no tiene sentido pol¨ªtico o econ¨®mico en el caso de un pa¨ªs que est¨¢ adoptando acciones efectivas¡± y que est¨¢ ¡°en la senda para cumplir¡±.
Es m¨¢s, a su juicio ser¨ªa ¡°contraproducente porque perjudicar¨ªa los esfuerzos para lograr el objetivo¡±. Centeno cita el compromiso luso con la consolidaci¨®n fiscal, c¨®mo se ha rebajado el d¨¦ficit y las medidas tomadas como bajadas de salarios, recortes de funcionarios o subidas de impuestos. Y subraya c¨®mo eso ha tenido un ¡°gran coste social¡±: ¡°El impacto inmediato de las medidas fue una econom¨ªa en recesi¨®n, un alza del paro y un gran flujo de j¨®venes abandonando el pa¨ªs¡±. Destaca que todas esas iniciativas se aprobaron con la participaci¨®n de la Comisi¨®n y que han conducido a ¡°la mayor tasa de desempleo en la historia de Portugal¡±. ¡°Adem¨¢s del da?o econ¨®mico, habr¨ªa un impacto en el nivel de apoyo al proyecto europeo en Portugal¡±, advierte.
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