La recapitalizaci¨®n del banco malo le cuesta al Estado otros 996 millones

Las r¨¦plicas del terremoto financiero se siguen sintiendo en las arcas p¨²blicas. El Estado se ha apuntado en sus cuentas el coste de convertir en capital una parte de la deuda subordinada que tiene del banco malo, la Sareb. Y la cantidad asciende a los 996 millones, seg¨²n los datos de contabilidad nacional recogidos por Hacienda. Aunque esta ayuda financiera no contar¨¢ para la meta de d¨¦ficit que exige Bruselas, este dinero de los contribuyentes engordar¨¢ el d¨¦ficit?real que se reconocer¨¢ a cierre de 2016. Pese a esta reconversi¨®n, la cifra total que se juega el Estado no cambia y sigue siendo 2.192 millones, de los que 660 millones siguen en deuda y 1.532 millones en capital. Jaime Echegoyen, presidente de la Sareb, ha prometido devolverlo todo con los a?os, aunque en el mercado existen dudas.

La Sareb, propiedad en un 55% de la banca y en un 45% del Estado, es una entidad constituida para aparcar una parte de los activos problem¨¢ticos que lastraban las cuentas de las antiguas cajas de ahorros. Todo con tal de evitar su quiebra. La idea era que se depositaran los activos t¨®xicos en este banco malo, a la espera de que m¨¢s adelante, con la recuperaci¨®n econ¨®mica, se fuesen vendiendo y recobrando algo de su valor.

Sin embargo, el traspaso de los activos adjudicados y el cr¨¦dito promotor se hizo con una valoraci¨®n bastante generosa, seg¨²n coinciden todos los expertos. Aunque se reconoci¨® un cierto deterioro de estos activos, la realidad est¨¢ demostrando que ese descuento fue insuficiente. La prueba es que, de momento, el capital de la Sareb se est¨¢ demostrando insuficiente para asumir las p¨¦rdidas de los activos, y todos los a?os se han tenido que rehacer los planes de negocio, seg¨²n confirman fuentes financieras.

Muchos de esos activos acumulan p¨¦rdidas de valor latentes que se reconocen a medida que se venden o cuando el Banco de Espa?a obliga a provisionarlas. El organismo supervisor emiti¨® una circular que obligaba a la Sareb a valorar individualmente los activos bajo un nuevo marco contable. Y eso se tradujo en el saneamiento de 2.044 millones que sumar a los 968 millones que provision¨® en los dos ejercicios anteriores.

Al reconocer este agujero, la entidad precis¨® una recapitalizaci¨®n que sus accionistas abordaron en mayo convirtiendo en capital 2.170 millones de deuda subordinada. De esa cantidad, 996 millones le correspondieron al Estado, porque es due?o del 46% de la deuda subordinada. Y ese dinero se ha incluido en las cuentas p¨²blicas de mayo, que se dieron a conocer la semana pasada.

El banco malo se cre¨® con 1.200 millones de capital (el 45%, del Estado) y 3.600 millones de deuda subordinada (46% del Estado). Pero tras arrojar p¨¦rdidas todos los a?os en estos momentos se ha quedado en 953 millones de capital y 1.429 millones de obligaciones subordinadas.

Parte del problema radica en que pag¨® los activos a los bancos rescatados con una deuda que emiti¨® y por la que tiene que pagar intereses a los bancos todos los a?os. Al principio, la factura superaba los 1.000 millones anuales. Sin embargo, poco a poco ha amortizado algo de deuda y ha logrado refinanciar pasivos a unos intereses que ahora son significativamente m¨¢s bajos. Y as¨ª el a?o pasado ya desembols¨® por intereses unos 700 millones de euros, una cantidad algo menor. No obstante, la entidad dirigida por Jaime Echegoyen no vende lo suficiente como para afrontar los saneamientos, abonar los intereses y costear los gastos de gesti¨®n de los activos.

Adem¨¢s, en las cuentas de 2016 tendr¨¢ que valorar de nuevo sus activos de acuerdo con las indicaciones del Banco de Espa?a. De modo que es probable que tenga que volver a convertir deuda con un coste para las arcas del Estado. Echegoyen ha afirmado que no pedir¨¢ m¨¢s dinero ni a los bancos ni al Estado si se cumplen sus planes. Sin embargo, existen dudas. ¡°La cuesti¨®n de fondo surgir¨¢ cuando haya que poner m¨¢s dinero¡±, explica una fuente financiera. Lo cual puede elevar de nuevo el coste total del rescate bancario, cuya factura a 31 de marzo era, seg¨²n Hacienda, de 45.217 millones.